Estoy Aquí [One-Short] ||SasuNaru||

Oscuridad

Estamos en medio de una misión en donde Sasuke y yo teníamos que hacer pareja, mientras que Sakura-chan se fue con Kakashi-sensei. La misión consiste en atrapar a unos bandidos que habían atacado a un grupo de viajeros, según ellos eran solo cuatro. El camino no fue muy largo, por lo que no tuvimos que acampar para poder llegar a nuestro destino, simplemente estamos a tres horas.

—creo que siento algo dentro de esa cueva  —señala Sasuke e inevitablemente me tense, ¿Justamente en una cueva tenían que estar? 

Inhale profundamente y me enderece sacando todo lo malo dentro de mí —de acuerdo, vamos —saltamos del árbol en el cual nos encontrábamos y fuimos caminando hacía la cueva mirando constantemente a nuestro alrededor en busca de alguna pista o algo por lo cual nos tengamos que alertar.

No paso mucho tiempo cuando Sasuke creo una antorcha con su jutsu de fuego, no lo iba a decir en voz alta, pero me alivió bastante la presencia de luz. La verdad, es que... no me gusta la oscuridad.

Nos adentramos aun más profundo a la cueva cuando de repente dos bandidos salieron y comenzamos a pelear. Lamentablemente uno de ellos creó un jutsu de agua lo cual hizo que el fuego se extinguiera por completo causando que la ansiedad y el pánico comenzara a crecer en mí. Tengo que terminar con esto lo mas rápido posible, si me quedo mucho mas mi respiración comenzara a fallar y no quiero saber que mas me puede llegar a pasar.

No quiero, quiero salir de acá.

Esta muy oscuro, ¿Por qué esta tan oscuro?

Luz, necesito luz.

Necesito ver, sino puedo ver no me puedo defender.

¿Dónde hay luz...?

Con el pánico creciendo dentro de mi noquee a mi oponente con un fuerte golpe en la cabeza, miraba a todos lados en busca de alguna llama, alguna pequeña y misera iluminación. Mí respiración comenzó a agitarse.

Mí última esperanza es él —Sasuke, Sasuke —lo llame de manera desesperada —¿Estas ahí? —le pregunto tratando de que mi voz no tiemble ni se quiebre.

—estoy aquí dobe, ¿Lograste noquear a el otro? —me pregunto y hago una afirmación con mi garganta.

Estiré mis brazos tratando de sentirlo—¿Dónde estas?¿Puedes hacer una antorcha o algo? —le pregunto rápidamente tratando de que la ansiedad no me gané.

—creo que puedo crear algo, pero no tengo madera —murmura —creo que puedo guiarnos con el sharingan —de repente veo sus ojos rojos —voy a atarlos, tú quédate quieto —me ordena.

Me límite a asentir y  a no despegar mi vista de sus ojos, por ahora era lo único que podía distinguir en toda la oscuridad. Observé cada movimiento suyo y sentí su incomodidad.

—lo voy a dejar a un lado, cuando encontremos algo para prender fuego volveremos por él —me dice —vamos —tomó mi mano, me extraño pero no dije nada. De alguna manera me relajaba y dejaba de sentir miedo.

Me deje guiar por Sasuke sin decir una palabra, quiero algo de luz.

De la nada se detuvo —acá hay madera —dice con un tono que tiene un poco entusiasmo.

Soltó mi mano y creo el jutsu de fuego, la antorcha se prendió y pude evitar un suspiro de alivio. Pero todo a nuestro alrededor estaba oscuro.

—dobe —me llama —¿Le tienes miedo a la oscuridad? —me pregunta y me tense.
Aparte la mirada y apreté los puños con fuerza —si —murmuro y él no pronuncia nada.

—acá hay luz, ¿Por qué sigues tan tenso? —me pregunta y yo sigo evitando su mirada.

En mi garganta tengo un nudo el cual evitaba que yo pudiera hablar claramente —to-todo a nuestro alrededor esta oscuro —admitirlo en voz alta me hace temblar —no me prestes atención, es un simple trauma —murmuro con la voz tomada, recordando los días oscuros.

Este no apartaban la mirada de mi —¿A qué te refieres con un trauma? —no esperaba que me haya escuchado.

Las lágrimas aparecieron en mis ojos sin poder evitarlo; como me gustaría que esos recuerdos simplemente desaparecieran... —sabes, en la aldea me odiaban... Aún me siguen odiando —pronuncio con la mirada perdida y conteniendo las lágrimas, junto con una sonrisa vencida —no solo me insultaban Sasuke —suspiro tratando de controlarme —un día me encerraron en un sótano, me dejaron ahí encerrado una semana —pude escuchar su pequeña demostración de sorpresa —esa semana la nombraron la mejor de sus vidas, hasta que él viejo me fue a buscar y se enojo con los aldeanos —me abracé a mi mismo —desde ese día que no me gusta estar completamente a oscuras —pude sentir como tomo mi mano y lo mire con sorpresa.

Este tenía una mirada firme —pero ahora no estas solo —murmura aprieta el agarre de nuestras manos sorprendiéndome —estoy aquí.

Me quede quieto por un segundo. Un cálido calor se extendió por mi pecho, mis lagrimas fluyeron por mi rostro mientras que una sonrisa se formaba inconscientemente —gracias —murmuro por lo bajo —no sabes lo mucho que eso significa...

Y así, con las manos aun unidas, caminamos hacía la salida dónde, sorprendentemente, me dejó sentado y me dijo que lo esperara, él se adentró a la cueva y lo espere. 

Luego de unos minutos salio tranquilamente con ambos bandidos en sus manos, su rostro estaba igual de neutro que siempre, pero ese simple gesto que hizo por mí me hizo dar cuenta de que es mas considerado de lo que pensaba.

Aún así, me sentía avergonzado de que descubriera mi secreto, era de algo que yo me avergonzaba mucho porque aún no lo superaba. Sentía, y sigo sintiendo, que es algo que debería superar y no dejar que me afecte. 

Pero... Él no dijo nada.

Simplemente me tomo de la mano y me acompaño.

Jamás me sentí tan... 

 acompañado.

Fue un pequeño capitulo.

Espero que les guste, no estoy muy convencida... Así q dejen sus comentarios, iré modificando la historia con el tiempo.