Azusa, el masoquista del clan Mukami, al conocer a Yui Komori se da cuenta de que ella es el amor de su vida y haría lo que sea para que la joven le corresponda a su amor. Pero eso significaba pasar
por situaciones difíciles con los Sakamaki, Tsuki...
Yui y Azusa se encontraban paseando en aquel hermoso lugar lleno de luciérnagas hasta llegar a lo que parecía ser un aterrador parque abandonado, pero no era tan aterrador ya que estaba plagado de árboles Sakura dándole un aspecto más romántico y tierno. Lo único de tenebroso que había allí eran los juegos que estaban en mal estado y la estatua de un hombre sin cabeza...
- ¿Tienes...miedo...Yui?- le preguntó el peliverde.
-No Azusa, solo que...parece que este lugar se encuentra desierto durante mucho tiempo- respondió.
-Está así...desde hace...45 años
-¿Puedo saber por qué Azusa?-preguntó la rubia al ver que el Mukami tenía una expresión seria en su rostro.
El peliverde giró si cabeza hacia una pared en dónde se encontraban aquellos papeles que años atrás eran pegado en cada rincón de la ciudad para intentar buscar a quienes ya no volverían más.
-¿Asesinatos? Oh, debió haber sido doloroso para las personas de aquellas chicas.
-Si que lo fue, y...nunca se... encontró....al asesino...
-Azusa...¿Tú sabías algo del asesino?
El Mukami, sin expresión alguna en su rostro, contesto con desagrado:
-Kanato y Laito.
El frío silencio reinó en el ambiente, y el asombro en la mente de la rubia.
La inocencia y pureza de Komori era algo que Azusa y seguro muchas personas que llegaron a conocerla sabían acerca de ella. Un simple relato de terror le dejaría un trauma, puesto que Yui era como una niña.
-Si...Estoy lista, Azusa.
-Bueno...Pues, hubo...un tiempo...en el que los Sakamaki... solían matar...demasiado...rápido...a sus novias de sacrificar...Y a "esa persona"...le tomaba... tiempo...hallar una nueva. Durante ese... lapso...de tiempo...Kanato estaba... impaciente...por tomar...sangre...que... se...volvía loco, y Laito...quería "diversión". Entonces...ellos dos...decidieron...salir a raptar... niñas...muy jóvenes...
Azusa hizo una pausa, pues noto la cara de miedo de Yui, incluso podía sentir como su pureza e inocencia se iban al escuchar cada palabra de lo que él decía. Sin duda la humana aún no sabía lo cruel que podía llegar a ser el mundo a pesar de.haber vivido con los Sakamaki.
-Continua, Azusa.
-Su...primera víctima...fue...Yuri Kohinata de...14 años. Iba a su casa...cuando Laito...se la...llevo en un...segundo...La llevó...a un... callejón...sin salida...y...la profanó...Luego, llegó...Kanato...y succionó...su sangre hasta...que ella...dejó de...resistir.
-Azusa...- dijo Komori con un hilo de voz- Viste ese hecho tan horrible y...¿no hiciste nada?
Una gota de agua salió de los ojos de Azusa y Komori se acercó a él y le limpio aquella lágrima que brotaba de su mejilla. Este solo atino a mirarla a los ojos.
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-Bueno...vamos a otro lado...que yo...no hice esto...para contarte...cosas tristes...lo hice...para hacerte feliz...- dijo el masoquista del clan Mukami mientras sacaba una venda y se la ponía a Yui en los ojos.
-¿A dónde vamos?-preguntó inocentemente la ojirosa.
-Confía...en mí- respondió Azusa llevándola con cuidado a otro lugar.
Gracias por salvarme de los Sakamaki, Azusa. Gracias.
Nota de la autora: Este capítulo fue modificado, la escena que está ahora no es la que estaba antes de que yo dejara Wattpad por un tiempo. Siendo sincera creo que está escena es mejor que la anterior, estoy muy satisfecha con mi trabajo.
