La Terapia de TaeHyung

INTRO

Kiama, Australia. 12:00 pm.

- Industrias Eléctricas MCD, ¿en qué puedo ayudarle?

- Hola, ¿es usted Narel Sahani?

- Sí, soy yo, ¿Quién llama?

- Me llamo Antara Jannali, soy la subdirectora del Instituto Kimana...

Narel cerró los ojos.

- ¿Qué ha hecho ahora?

La subdirectora se quedó visiblemente cortada.

- Bueno, su hijo se ha ido... se ha escapado en el primer receso y, con esta, ya van tres... por no recordarle...

- Sí, ya sé lo que se dedica a hacer en los recreos... ¡Le hemos regañado! ¡Le hemos castigado severamente!

- La creo, pero usted debe entender que ese no es el tipo de comportamiento que queremos en este Instituto. Mal influye al resto...

- Pero...

- Lo hemos intentado, señora Sahani, le hemos dado muchas oportunidades a TaeHyung, no nos queda más remedio que expulsarle...

- ¡Por favor! ¡Se lo suplico!- imploró la señora Sahani- ¡concédanos una entrevista con el psicólogo del instituto! Hasta ahora ha ido él solo, pero si vamos los tres... mi marido, TaeHyung y yo...

Al notar la desesperación en la voz de la señora Sahani, la subdirectora Jannali se aplacó.

- No puedo tomar la decisión de la no expulsión- sentenció- eso compete a la directora, Aremi Meera, y en lo que a ella concierne, TaeHyung está expulsado. No obstante, puedo concertarle una cita con la psicóloga del instituto para que le evalúe y ella redactará un informe a su favor o en su contra. Cabe decir que, aunque redacte dicho informe a su favor, es posible que Aremi le expulse igualmente...

- ¡Iremos a esa cita con la psicóloga!

- Bien, como ya saben la psicóloga se llama Eerin Khya. Tiene un hueco hoy mismo a las siete.

- ¡Iremos!

La señora Sahani colgó, teniendo la esperanza de que en aquella reunión encontraría la solución mágica para los problemas de su hijo. Acto seguido, cogió el teléfono y llamó a su marido para informarle de lo sucedido con su hijo.

- Narel, ¿Qué ocurre?

- TaeHyung...

- ¿Qué ha hecho esta vez?

- Se ha vuelto a escapar... Le han expulsado, Daku, han dicho que ya es suficiente, no obstante, he conseguido aplazarlo un poco...

- ¿Aplazarlo?

- He convencido a la subdirectora para que nos dé una cita con la psicóloga del instituto, para que podamos hablar los tres con ella... Haga una evaluación, nos oriente... Y, tras la cita de hoy, ella redactará un informe y donde recomendará o no a nuestro hijo para seguir en el instituto...

El señor Sahani se tapó la cara y resopló.

- Bien, aplazaré las citas de esta tarde...