No Digas Nada (Yuri)

Capítulo N°1: Salve tu trasero.

El invierno estaba resultando más lluvioso de lo habitual, la profesora conducía, el cielo estaba encapotado y las gotas de lluvia brillaban con el verde, el rojo y el ámbar de los semáforos cambiantes. Miro el reloj y soltó una maldición por lo bajo, era tarde más de lo habitual. No le molestaba la lluvia, siempre le había gustado, no era perfecta pero aun así le resultaba agradable. Después de unos minutos la mujer llego a su destino, bajo de su vehículo y entró a la muy prestigiada universidad de Italia. Caminó a paso rápido a su salón de clases, al entrar se encontró con pocos jóvenes en su salón.

—Buenos Días —saluda la mujer con cierta cara de indiferencia.

Algunos de los alumnos comienzan a murmurar.

—Me presentó, soy la nueva profesora que les impartirá la material Historia del Arte y Literatura, mi nombre es Marlon Holmes—exclamó en voz alta la profesora.

La profesora es interrumpida por unas jóvenes.

—¿Podemos pasar? —pregunta una de las chicas.

—Si pueden pasar, que sea la última vez la próxima se largan se mi clase.—responde la profesora irritada.

Las tres jóvenes entran al aula, una de ellas llamó su atención, por segundos sus ojos se cruzaron solo eso bastó para que el corazón de Marlon se acelerará, incluso se sintió atraída, una chispa de curiosidad la invadió.

—Comenzaremos con una breve introducción sobre la historia.—dijo la profesora con una sonrisa ladina.

La profesora comenzó a dar su clase, cada vez se encargaba de ver a la joven de la cual desconocía su nombre. La joven comenzó a sentir cada vez más pesados sus ojos, hasta que poco a poco los cerró quedándose en un sueño que no durará mucho. La profesora se percata de que su alumna se ha quedado dormida, toma el borrador y lo lanza con brusquedad hacia la joven.

—¡Señorita! Si le da mucha flojera mi clase, la puerta está abierta puede retirarse.—dijo Marlon molesta.

La joven ante aquella acción se sonroja y simplemente asiente con la cabeza, Marlon continúa su clase, la joven no puede evitar sentirse avergonzada, durante toda la clase trata de no quedarse dormida. Después de varios minutos la clase termina, Marlon tomo sus cosas y observa a la joven que estaba cruzando la puerta para retirarse.

—Que chica mas perezosa, espero que no me de muchos problemas.—piensa la profesora con ironía.

La profesora conducía por las oscuras calles de Italia, el semáforo cambió a rojo y detuvo el auto, momento que aprovecho para encender la radio, el semáforo marcaba 54 segundos, se puso cómoda en su asiento y miro hacía la ventana, cuando vio pasar a su "Alumna Perezosa" caminando con las manos dentro de sus bolsillos tranquilamente en medio de la lluvia, Marlon bajo la ventana del auto para llamarla.

—¡Hey tu! ¿Que haces caminando bajo la lluvia? ¡Espera! —gritó mientras veía el semáforo que estaba por cambiar a verde.

La joven la vio y cuando reconoció que era la profesora aceleró su andar, al cambiar la luz Marlon la alcanzó y redujo la velocidad para estar a su mismo paso.

—Vamos entra te llevare a tu casa —exigió Marlon mientras conducía lentamente por el camino junto a la joven.
—No entraré a su auto —contestó la joven sin voltear la mirada hacia Marlon.
—¡Entra al auto no seas terca! —ordenó levantando la voz que se aplacaba al instante por el ruido de la lluvia.
—No es la primera vez que caminó bajo la lluvia, a usted que le importa —espetó la joven esta vez viendo a Marlon.

Al ver la terquedad de la joven no cedía, Marlon aceleró y desapareció por el camino.

—Eso me pasa por querer ser humanitaria... en mi jodida vida vuelvo a sentir compasión por otros —piensa Marlon con molestia.