Ese mismo día, donde sentía que su cuerpo y mente estaba más que destruida tenía que ir a la casa de su novio, el cual le había propuesto ir cenar con su familia. En absoluto quería ir, su cabeza dolía más que en otras ocasiones, y todo eso era a causa de lo que había pasado hace unas horas, aparte, hoy mismo tenía que ir a trabajar, lo que provocaba que se sintiera sofocado.
En estos instantes se encontraba bajo el chorro de agua de la regadera, sus ojos se concentraban cerrados, y a pesar de que habían pasado ya cuatro horas desde que estuvo llorando, sus párpados se mantenían de un color rojizo. Su nariz aún seguía moquiando, pero eso ahora no era importante.
Al pasar de unos minutos más, Jimin finalmente sale del baño. El cuerpo del rubio se encontraba envuelto en una toalla rosada de gran tamaño, al estar afuera del sanitario se dirige hasta su pequeño, el cual estaba arreglado y listo arriba de la cama, mientras jugaba con sus muñecos favoritos.
El mayor lo mira con una sonrisa oprimida, Kwan había crecido demasiado rápido y aún su ser no podía creerlo.
No quería ponerse más melancólico pero, al parecer su cabeza solo le mandaba recuerdos tristes y afligidos. Desganado Jimin se dispone a poner ropa sobre su cuerpo, por debajo de la toalla coloca su prenda interior para después depositar la toalla semi húmeda a la cama, seguido se pone una playera holgada de color salmón con estampado en medio, por sus piernas sube y pasa un pantalón negro, el cual moldea toda su figura.
Instantes después los dos rubios se encuentran saliendo por la puerta de la casa.
Jimin llevaba cargando a Kwan. Hacía eso porque quería llegar un poco rápido, si dejaba caminar a su hijo se tomarían más de veinte minutos y no estaba dispuesto a perder más tiempo.Por otro lado, Hoseok estaba sentado en la sala de su vivienda, se encontraba un tanto desesperado pues su chico aún no llegaba y habían quedado que a las ocho y media, y el reloj exactamente marcaba las nueve de la noche.
Por su cuerpo si pasaba la preocupación pero hace unos minutos le había llamado, y el rubio le dijo que ya no demoraría más tiempo, pues se encontraba ya más cerca de su casa.
El pelinegro había decidido por ponerse algo casual, después de todo iba hacer una cena. Sí tomaba el momento como uno especial e importante, pero eso no llegaba al grado de requerir un traje. Por su parte, su progenitora catalogaba ese momento como uno asombroso, donde tenía que dar un aspecto demasiado presentable.
La señora Jung portaba un vestido largo color azul marino, el corte de su escote era profundo pero no tanto como para dejar a la vista su busto. Su rostro se concentraba maquillado y su cabello iba suelto, el cual sólo tenía un pasador atravesado cerca de oreja.
Hoseok no estaba molesto por ello, después de todo su madre era libre de vestirse como quisiera. Eso no le importaba ni lo más mínimo.
— Cariño ¿Tu novio no ha llegado aún?. — su progenitora dice desde la barra de la cocina.
El pelinegro solamente niega y mira una vez más la hora en su móvil.
Suspirando decide ponerse de pie para pasar tiempo en su recamara. Cuando lo hace, el timbre de la puerta suena ocasionando que expanda sus ojos y una sonrisa bastante agradable se forme en sus labios.
Alegre se dirige a la puerta de la casa para abrirla, al hacerlo encuentra a los dos rubios que formaban ya, parte de su vida.
Jimin muestra una pequeña sonrisa y aunque en esta ocasión finge su felicidad decide acercarse a su novio, quien le ha quitado a Kwan de los brazos para sostenerlo por el mismo.
— Hola bonito. — chilla emocionado el pelinegro dejándole un beso y cariñitos en el rostro al bebé.
El pequeño rubio ríe en los brazos de Hoseok por las cosquillas que le causan aquellas caricias, Park solamente hace esa sonrisa más creíble y forzosa.
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Amorette ➸ HopeMin
FanfictionEl no era el chico de sus sueños, pero lo fue siendo con el paso del tiempo. A él no le importaban las cosas que hablaran a su alrededor, después de todo sólo eran pálabras. Palabras que te llegan a herir o a enamorar, que te hacen soñar por días en...