Un café intranquilo

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Tomar un café tranquilo es bastante relajante y mucho más cuando estas charlando con tu pareja

No son unos completos jovenes enamorados pero tampoco son unos viejos como tal, más bien son simplemente adultos enamorados.

La conversación era tranquila, casual en todo sentido, no eran tan melosos como siempre solo era una charla amistosa entre pareja en un local cualquiera de la ciudad

Nada del otro mundo

—Entonces le dije "Yo trato a la gente por su calidad de persona, no por su genero" y se calló— habló con orgullo el conejo

—Oh~ ¡Que impresionante, Juan Carlos!— Exaclamó asombrado por la respuesta desafiante —desearía que la gente no nos juzgará tanto— mencionó Tulio mirando su taza algo decaído

—Yo también, Tulio pero apesar de eso hoy en día hay más diversidad que en unos años anteriores, quizás en un futuro sean más inclusivos— Respondió Bodoque para luego tomar un sorbo de su café

—Quizás en dos mil siete— Mencionó Triviño

—Se realista, cariño, aceptar cosas fuera de tu zona de confort requiere de bastante tiempo y más cuando es algo que desafía el amor clasico como lo es el heterosexual— Respondió Juan Carlos calmado

—B-bueno...¡Entonces dos mil veinte! ¿Que me dices de dos mil veinte?— Preguntó el chimpancé

El conejo se quedó pensandolo por unos segundos —Si, supongo que en dos mil veinte podría ya acabarse el juzgamiento social a simple vista— finalmente respondió

—Pero homofobia siempre habrá, Tulio, puede venir de cualquier persona— Habló Bodoque apunto de tomar otro sorbo

—Oh...— Dijo decaído el mono

Tulio al oír eso empezó a observar a su alrededor con detenimiento, se dió cuenta de que había más de una de una persona mirándolo con desdén, desde los tipos sentados cerca suyo hasta los niños con sus padres aun que los infantes solo lo miraban confundidos

Se sintió observado, juzgado por todos lados, no había ninguna persona que lo viera bien o siquiera lo ignorada, entonces temió lo peor

—Amor...— Dijo refiriendose al conejo, Bodoque levantó la vista hacia el

—¿Tengo algo en la cara?— Preguntó confundido

—Ahg, no Tulio, es lo que te dije, la gente nos juzga— Explicó Bodoque molesto
—La gente intolerante esta en todas partes, no nos quieren con ellos—

—¿Entonces tenemos que irnos?— Preguntó Triviño

—No, tenemos el mismo derecho que ellos, solo nos estan haciendo bullyng silencioso, lo mejor que puedes hacer es ignorarlos y seguir viviendo tu vida tranquilamente— Respondió Juan Carlos a su incógnita

El conejo no quería terminar su reunión solo por unas estupidas miradas, decidió cambiar el tono rápidamente

—Estamos en nuestra cita, es algo solo de nosotros dos— Dijo Bodoque agarrando las manos libres del alto

—y de nadie más, mi amor—
Habló con tono coqueto

—Oh~ conejito~— Respondió Tulio con una sonrisa boba

El más alto apretó las patitas rojas del conejo, su pelaje era tan suave para unas manos fornidas como las de Bodoque, igual tenía cierta delicadeza en el agarre, sin olvidar el relajante calor de las manos rojizas

Tulio miró a Juan Carlos a los ojos, tuvieron un largo contacto visual entre ellos...La tensión naturalmente desaparecía al encontrar sus rostros tan cerca del otro, el mundo parecía haberse detenido en su entorno, lo que solia ser el alrededor no podía verse con claridad pero eso no importaba para ambos hombres, a Tulio solo le importaba centrarse en su propio mundo; Bodoque

—...₴ёñоя...—

De apoco el mono escuchó algo identendible que decidió ignorar

—₴ёñоя—

pero ese sonido se hacia cada vez más fuerte y más entendible

—¡₴ёñоя!—

Hasta que repentimente cayó en picara de las nubes

—¡SEÑOR!— Gritó un mesero al lado suyo

—¡Ay!— Tulio se asustó

—¿¡Pero que le pasa!? ¿¡Porque grita tanto!?— Preguntó muy molesto

—Señor Tulio le pido amablemente que se vaya usted de aquí con quien sea que este hablando— Pidió el mesero

—¡Es Juan Carlos Bodoque, señor mesero!— Defendió Tulio —¿¡Y como se atreve a hecharme así como así solo porque soy!?...¡Diferente!—

—Porque esta incomodando a los clientes, a los empleados, a la gente, al jefe y al vecino— Explicó el mesero enojado

—¡Bueno no es mi problema! Será suyo cuando le de una calificación de UNA estrella a esta cafeterucha— Amenazó Tulio

—¡Ese es mi hombre!— Apoyó Bodoque

—Si claro, como si alguien tomara el consejo de un chiflado— Respondió el mesero

Ante ello Triviño se indignó

—¡Oh, ahora vas a ver quien es un chiflado!— Tulio se puso en pose de pelea

Sin embargo Juan Carlos lo detiene a tiempo

—No lo hagas, cariño, igual ya nos terminamos las bebidas— Dijo Bodoque actuando muy tranquilo

El de rayas al principio se negó pero le hizo caso, se retiró sin dirigirle ninguna palabra al mesero más que dejar el dinero para pagar los cafes e irse de la mano con su novio

Sin dudas eso los molestó mucho, fue algo muy intolerante por parte del tipo, no fue una linda manera de terminar la cita

Tulio caminaba con Bodoque agarrados los dos de las manos, estaba claramente molesto por lo que pasó y el conejo lo sabía por la expresión de molestia que el chimpancé mostraba. Bodoque le dirigió la palabra

—Tranquilo, mi amor, no dejes que un grupo de idiotas te hagan sentir mal por quien eres— Consoló Juan Carlos
—Ellos no tienen la suerte de ser tu pareja—

Esas palabras hicieron que Triviño se sintiera mejor al respecto, de hecho era justo lo que necesitaba para tomar la iniciativa que hace tiempo tenia en la cabeza...

—Tienes razón, ¿Que importa lo que el mundo diga? Se que te amo ¿Para que necesito una opinión que no pedí?— Dijo Tulio mirando a Juan Carlos

—Por fin piensas con claridad— Mencionó Bodoque con una sonrisa

—¡Así es!, ¡Desde hoy voy a ignorar totalmente la opinión agena!— Declaró Tulio determinado

Pero sintió un aire de preocupación por parte del conejo

—Excepto la tuya, mi rey— Aclaró el mono

Bodoque se calmó por eso, ante eso soltó una pequeña risa baja, que fue como la masiva orquesta de Londres para Triviño
muy, muy glorioso (para ser una risa pequeñita)

—Bien, mi monito, hay que irnos— dijo Juan Carlos sonriente

Y así siguieron en la calle, conversando con tranquilidad, ignorando las miles de miradas crueles de la gente que lo veia pasar

Nadie le decía nada, el no hacia nada dañino a su alrededor así que lo dejaron tranquilo pues simplemente no era asunto suyo, aun que era muy llamativo ver a el una estrella de la televisión así

Parece que si hay gente tolerante después de todo.

mσnσlσcσ||31 Minutos (Tudoque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora