Capítulo 1

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almas gemelas, volumen 1

Capítulo 1 - Soy Florence y hago el papel de Amy March

Mudarse a Nueva York, un lugar tan lejos de casa, era una decisión de lo más difícil

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Mudarse a Nueva York, un lugar tan lejos de casa, era una decisión de lo más difícil. Que los Hernández se fueran de casa a una edad corta era de lo mas normal, pero ninguno de la misma manera en que lo había hecho la única chica de la casa. La actuación era lo que motivaba a la chica, le parecía fascinante como solo una persona podía ser tantos a la vez, le ponía los cabellos de punta el pensar que justo ahora se encontraba dirigiéndose hacia su primera película verdadera. Después de filmar otras películas pequeñas por primera vez se enfrentaría a actrices tales como Meryl Streep o Emma Watson y eso hacia que sus piernas temblaran con tan solo pensarlo. Tan poca experiencia y enfrentarse a algo así le hacia vomitar en su propia boca. Aun no podía creer todo lo que la directora le había proporcionado, primero una parte en la película, una gran parte. Segundo, una muy buena cantidad de dinero y por ultimo un lugar donde quedarse. Era un apartamento simple donde actores y productores al igual se quedaban por un cuanto de dinero la semana, el dinero suficiente. Después de regalarles alrededor de dos semanas para aprenderse el dialogo la tarde para conocerse había llegado. No era un día normal de grabación, era mas bien como un atardecer simple para llegar a conocerse productores y actores dentro de la película. El primer chico que Valencia vio era de tez blanca, demasiado delgado para su gusto pero aun era considerado atractivo. Se veía como un chico delicado por su apariencia, un chico delicado agradable de mirar. La chica rubia se acerco a este con curiosidad, había visto su película sobre su relación amorosa con un hombre y se había convertido en un chico digno de admirar. Al estar lo suficientemente cerca no pudo evitar pero escuchar la conversación que este tenia con los chicos que la rodeaban "Yo me la follaria, una cara tan bonita en un cuello tan precioso." esas palabras saliendo del chico como si fuese de lo mas normal, un comentario asqueroso por parte de un hombre era mas que normal en esa década, Valencia busco con la mirada hacia la chica de la cual estaban hablando y sus ojos casi salen de ella al no poder evitar admirarla. Parecía ser la chica más hermosa que había visto en su corta vida. Aquella chica era de cuerpo perfecto, su estatura era promedio y su cuerpo no era ni tan delgado como el del chico ni tan robusto. Su tez era blanca y parecía tener unos ojos verdosos que hacían contraste con su cabello rubio, normalmente Valencia consideraba que todas las chicas con ese color de cabello parecían verse igual pero esa chica era totalmente diferente a las demás. Los ojos de la chica parecían quererla mas que la melodía que completaba sus canciones, aquellas canciones con las que expresaba amor hacia personas con las cuales ni siquiera había compartido ni siquiera una palabra. Valencia en verdad creía lo que ahora estaba pensando, en verdad había visto un ángel

Por otro lado mientras Valencia estaba tratando de estar lo más lejano de esta por el nerviosismo que le brindaba, Florence había llegado la mirada hacia esta. La chica no pudo evitar pero sonreír, para sus ojos parecía una chica totalmente hermosa, desde sus pies hacia su cabeza, cualquier facción de la chica nueva era perfecta para sus ojos. Sin pensarlo dos veces Florence paso por el chico que recién estaba hablando de ella y se dirigió hacia Valencia  "H-Hola, soy Florence," sé introdujo la chica y al momento en que sus ojos se conectaron parecía que un correr de adrenalina pasaba por sus venas. Parecía que los ojos azulados y penetrantes de Valencia le hacían algo dentro de ella que ninguna otra persona había provocado "yo hago el papel de Amy March." termino la chica extendiendo su mano dispuesta a saludarla. La ojo azul extendió su mano junto a una sonrisa un poco desilusionada de que el nombre de la chica no concordaba con el tatuaje que esta tenia en su dedo. Al querer decir algo parecía básicamente imposible, su lengua parecía que en verdad se la había comido el gato, algo que solo sucedía con Florence

"Yo-Yo soy Valencia, Valencia Hernández." finalmente escupió la ojo azul viendo como una sonrisa se asomaba por los labios de la rubia 

"¿Y...eres de-de producción? No que no parezcas actriz sino que...bueno pues..." una leve risa salió de la garganta de Valencia sin poder evitarlo al notar el nerviosismo de esta, estaba agradecida de que no era la única nerviosa. Los oídos de Florence fueron deleitados al escuchar aquel sonido que parecía aun permanecer en su mente 

"Actuó de Beth," finalmente interrumpió la chica latina sacudiendo la mano de aquella chica que había captado sus ojos. Florence parecía estar aliviada de que vería de esta más seguido, mucho más, e incluso de que podría compartir un cariño hacia ella al interpretarla de su hermana. Estas dos parecían tener la lengua atada como nunca antes a la presencia de la otra. Mientras se veían los ojos de Florence parecían una galaxia para Valencia, nunca había visto aquel color en ninguna otra persona "me pierdo en tus ojos, ¿puedes creerlo?" la chica dijo sin siquiera pensar en lo que había dicho, una vez que escucho lo que había dicho esta enrollo sus labios un poco asustada de la reacción que podía provocar en aquella chica que recién había conocido

La chica de ojos verdes lamió sus labios junto con una pequeña sonrisa "Si, si lo creo," contesto Florence, aquel cumplido por parte de esta no era la primera vez que lo había escuchado, era básicamente el cumplido que mas había escuchado a lo largo de su vida "¿Cuantos años tienes?" pregunto la chica recargada en la pared mientras veía a la chica con curiosidad. Quería que la dejara entrar a su vida, quería conocer cada pequeño detalle, desde lo que mas amaba hasta lo mas pequeño como la manera en que prefiere el corte de su emparedado

"Tengo diecisiete, los cumpli hace dos meses." 

"¡Eres un mes más grande que yo!" contesto la chica con emoción como si fuese la mejor noticia que había recibido en su vida. Estas dos se sonrieron tiernamente antes de que uno de los productores tomara el hombro de Florence, esta maldiciendo hacia este por interrumpir aquel momento que consideraba intimo 

"Ya me tengo que ir Florence, ¿quieres que te lleve?" la menor maldecía a aquel hombre por cualquier plan que tenia. Con una sonrisa esta se disculpo hacia Valencia quien asintió entendiendo lo que sucedía 

"Si claro," el hombre asintió antes de separarse de estas para darles algo de espacio y para que esta pudiese despedirse "bueno, como escuchaste tengo que irme pero...nos vemos mañana en el set," esta chica junto sus cuerpos en un abrazo corto pero lo suficientemente largo como para que Valencia pudiese llenar sus fosas nasales de aquel olor que provenía de su cabello. Estas dos sé compartieron una mirada antes de que Florence saliera de ahí con la mirada de la latina persiguiéndola, dejándola con emoción de que se verían cada día después. La reunión continuo y parecía que por su mente todo ese tiempo lo único que estaba ahí era la chica que recién había conocido. Había conocido a un ángel y en su mente palabras hermosas llegaban, las suficientes para poder escribir una canción sobre ella cómo planeaba hacer una vez que llegara a su apartamento. La directora de la película llamo a Valencia y la acompaño hacia el apartamento. La ida hacia allá fue en tren y todo fue callado, con unas cuantas preguntas sobre lo que ocurriría al día siguiente en el set, a la hora en que tenia que llegar o quien le aplicaría el maquillaje y preguntas tan simples como aquellas. Pero esta trataba de mantenerse concentrada en los enunciados que escribiría en su cuaderno negro donde tenia todos sus secretos más ocultos sobre las personas que le habían robado el corazón con tan solo una mirada. Y Florence recién había entrado en aquella lista de afortunados que nunca llegarían a leer esas palabras. Al llegar allá, las dos chicas tomaron caminos diferentes, una en el segundo piso mientras otra en el piso de los más altos, en el séptimo. Valencia era quien se encontraba en el séptimo y después de una caminata de algunos segundos esta se repetía los enunciados en voz alta, una voz que solo esta podía escuchar, era como un susurro "¿Con quién hablas rubia?" una voz familiar se escucho por todo el pasillo, esa voz que hizo que sus palabras se detuvieran y una sonrisa saliera de sus labios. Parecía que el destino las quería juntas

"Te he hablado a ti, pareces un ángel." una ola de valor se adueño de Valencia. Le regalo una sonrisa antes de abrir la puerta y entrar a su apartamento recargandose en la puerta que recién había cerrado dejando salir un suspiro. Florence sonrió recargando su frente en la puerta que aun no había abierto, por primera vez un cumplido que nunca había escuchado, y estaba más que feliz de que provenía de alguien como ella.  Podía no ser su alma gemela pero lo que le hacia sentir era algo fenomenal. 




Almas Gemelas, Volumen 1 - Florence PughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora