Katth Ballesterosz bailarina urbana
Ahora entiendo que la libertad sale en extenso de su concepto, se resbala en la música y extiende sus brazos al aire.
Katth baila en soltura.
Katth alza su torso y en el punto más alto de tensión se suelta al vacío. Hay libertad cuando se destensa.
Cuando los tambores repican dramáticamente, ella salta heroica y vuelve a caer libremente al vacío. Después de sus giros-corales un golpe imaginario del anti-yo aniquilador golpea invisible su hombro. Así luchó Abraham.
Peleó contra sí mismo. [Batalla donde Dios no se mete]
Da una pirueta, cae en split y el alter-ego secuestra nuevamente las metas.
Camina y resbala.
Cae una y otra vez, otra y otra vez.
Empuña las manos para tomar fuerzas, pero la sombra, el auto sabotaje llega con sus malas palabras:
—No puedes amigo, no eres lo suficiente —sonríe y muestra sus dientes carioso y podridos.
Katth arquea el torso, todavía sin rendirse. Ya casi al punto de ser derrotada. Pero Katth es libre, y nuevamente se alza en el aire.