30 días OTP [LAITH/KLANCE]

❤🔥Con el pasivo encima🔥❤

Los cinco paladines, Allura y Coran estaban presentes en la sala de control, revisando sus planes y verificando cualquier tipo de movimiento Galra.

—Entonces ¿atacaremos mañana? —preguntó Hunk, confundido.

—Es lo más recomendable, entre más esperemos para hacer algo, lo más probable es que será más peligroso y complicado acabar con ellos. —contestó Shiro, apoyando sus manos en la mesa.

—Shiro tiene razón. Deben actuar rápido, o las cosas solo se pondrán peores para ustedes. —agregó Allura con un tono severo y de advertencia.

—Pues sí, ya que no es que como que tú hagas mucho... —susurró Keith por lo bajo, cruzado de brazos. La peliblanca se volteó a verlo al escuchar ruidos provenir de su parte.

—¿Dijiste algo Keith? —preguntó la morena, Keith suspiró y negó rápidamente.

—Para nada. ¿A qué hora comemos? —preguntó tratando de cambiar el tema, sin dejar de lado que era verdad que tenía hambre.

—Hunk, sal del cuerpo de Keith. —se burló Lance, recibiendo miradas malas por parte de los dos mencionados en su oración, en cambio Pidge soltó una leve risa. —Además, ¿qué quieres decir con hora? Estamos en el espacio, ni siquiera sabemos que día es. —Agregó el moreno, Keith gruñó levemente.

—Como sea, solo quiero comer algo. —contestó agresivo, llamando la atención de todos a bordo.

—Keith, ¿estás bien? —preguntó Shiro, Keith hizo un movimiento con la mano, indicando que todo estaba "bien". Posteriormente abandonó la sala de control, mientras el resto del equipo se miraban entre sí confundidos. —Iré a ver que le pasa... —comentó Shiro, saliendo detrás del pelinegro. Mientras que el resto de los miembros de Voltron se quedaban mirando.

—¿Creen que le pase algo malo? —preguntó Lance.

—Es lo más probable, pero... ¿desde cuando te importa? —preguntó Pidge confundida, causando un leve sonrojo en las mejillas del moreno.

—¿Importarme? ¿Keith? No me hagas reír enana. No me importa él como... persona, pero me interesa por el bien del equipo, de Voltron... ¿entiendes? —intentó excusarse.

—Lance, no hace falta que inventes excusas. Todos sabemos que te gusta Keith. Todos menos él. —agregó Hunk. Lance alzó las cejas sorprendido, y sonrojándose levemente.

—Y Shiro. No creo que el se haya dado cuenta aún. —añadió la princesa, con una leve sonrisa ladina. Lance sonrió en su dirección con sutileza. Y volviendo su vista hacia la puerta por la cual el azabache y el de mecha blanca habían abandonado la habitación.

Shiro buscó al pelinegro por todo el castillo, en la sala de entrenamiento (donde normalmente estaba cuando estaba estresado o molesto), en la cocina, en la piscina, hasta que pasó por su habitación. Tocó la puerta.

—Largo Shiro... —se escuchó del otro lado de la puerta de metal. Shiro suspiró.

—¿Qué esta pasando Keith? Normalmente tienes más autocontrol. No tanto, pero un poco más. —espetó Shiro, apoyado en la puerta.

—No lo sé... —se escuchó, fue bastante bajo el tono que uso el pelinegro, pero el mayor alcanzó a escucharlo.

—Abre la puerta, Keith. —pidió Shiro, después de unos breves segundos, la puerta fue abierta, y Keith levemente avergonzado por su comportamiento previo estaba parado frente al mayor, quien con un sonrisa cálida le abrió sus brazos al pelinegro. —Ven acá... —susurró. Keith se acercó a él, para acurrucarse contra él en un cálido abrazo que parecía necesitar.