Lance observaba el pequeño envase frente a él. No podría ser tan malo, ¿cierto? Sería algo de una vez... nadie tenía que enterarse. Ni siquiera Keith. Nadie lo interrumpiría. Estaba solo con sus pensamientos. No era la gran cosa...
—Sólo una vez Lance... —se dijo a sí mismo, tratando de convencerse. Llevaba tiempo con la curiosidad. Cada vez que él y Keith tenían sexo el azabache parecía disfrutarlo bastante. No era que el no lo disfrutara. ¡VAYA QUE LO DISFRUTABA! Simplemente tenía el morbo de saber como se sentiría morder la almohada por una vez.
Mordiendo su labio inferior miró con sus ojos entrecerrados al pequeño envase de lubricante, como si buscara amenazarlo a muerte. Estiró su mano para cogerlo, alejándola de vez en cuando con miedo.
—¡Ugh! —exclamó, tirándose de espaldas a su cama. Cubrió su rostro con sus manos, avergonzado. Más de una vez lo había intentado, pero si no lo interrumpían cuando tomaba la botella entre sus manos él solo se acobardaba. Jamás se había metido nada por "ahí". Le daba pavor.
—Tu puedes Lance. No es para tanto. Keith lo hace a menudo, ¿no? —intentaba alentarse, tomando asiento en la cama. Al pensar en Keith autopenetrándose un escalofrío recorrió su espalda, calentándose.
Era el momento perfecto para hacerlo. No había nadie. Ya estaba caliente. Y tenía todo lo que necesitaba. Lance suspiró pesadamente y tomó la botella de lubricante, inspeccionándola.
Sin siquiera haber abierto el envase pasó su mano por su miembro excitado, y pasando hacia atrás, tanteando alrededor de su virgen entrada. No podía decir si se sentía bien o mal, se sentía... extraño. Sabía que no era lo mismo tocar por encima que tener "algo" dentro. Decidió hacerlo lo más sencillo posible, simplemente se quitó el pantalón y su chaqueta, dejándose puesta su camisa y su bóxer azul.
Antes de pasar a aquella nueva experiencia decidió masturbarse un poco, para calentar más su cuerpo, y que quizá no pensase mucho en lo que estaba por hacer, y fuera un acto casi inconsciente. Pasó su mano por encima de la tela de su bóxer, masajeando su miembro levemente echando su cabeza para atrás mientras aceleraba el ritmo, jadeando.
Abrió el envase de vaselina y tomó un poco con sus dedos. Deslizó su mano a partir de su espalda baja, y metiéndola debajo de sus calzoncillos, haciendo contactó con su recto, soltó un suspiro de miedo. Comenzó haciendo un poco de presión sintiendo una extraña punzada en su parte trasera. Para distraerse del dolor anal que sentía reanudó los movimientos sobre su erección.
Con la estimulación delantera decidió proseguir a levantar un poco su trasero y con cuidado introducir un dedo en su cavidad anal. Soltó un quejido de dolor, sintiendo el ardor alrededor de su recto. Comenzó a respirar pesadamente, mientras mantenía sus ojos cerrados. Lentamente movió su dígito dentro de él, sintiendo el calor de sus paredes internas.
—Mmh... —Sin darse cuenta Lance comenzaba a gimotear, metiendo y sacando su dedo con cada vez más facilidad y velocidad. Imaginó a su novio detrás de él, haciéndolo emitir esa clase de sonidos mal vistos por la sociedad.
—Ah... ¡Ah Ke-Keith! ¡Ah! ¡Ngh! —Lance sudaba y gemía, imaginando al azabache haciéndole lo que él solía hacerle por las noches. El moreno sentía realmente bien, sin embargo sabía que jamás se correría así, era bastante cansado tener el brazo detrás tuyo, llegando a un lugar bastante lejano del alcance de las extremidades promedio. Retiró su dígito soltando un gimoteo y volvió a su miembro para terminar sus acciones y llegar al anhelado orgasmo.
Tomó una ducha rápida y se cambió. Justo al terminar de cambiarse y esconder hasta el fondo de un cajón el envase de lubricante que había robado del cuarto de su pareja, la puerta de su habitación se abrió.
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30 días OTP [LAITH/KLANCE]
FanfictionOtra historia de las muchas que hay de 30 días de OTP Challenge.