Sonido frenético.

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Alan.

Me deleitaba con mi canción favorita en ese momento, mientras las luces de la sala eran tan blancas como de costumbre, o eso creía. Los pacientes y doctores paseaban mientras charlaban al mismo tiempo, todo se veía lento desde mi perspectiva, ya que la canción que estaba escuchando no encajaba con la escena que estaba viendo. "Angel" de Fineeas definitivamente, no lo era para esa situación, pero me gustaba de alguna manera, era como estar en otra dimensión ¿Y quién no querría estar en otra dimensión en un hospital? Sin dudas, no me agradaban.

—Alan, tenemos que hablar— Fuí interrumpido por mi tía, con firmeza pero con un tono suave y de preocupación al mismo tiempo, mientras me pasaba un sándwich envuelto en un empaque de plástico, y un vaso de plástico con un líquido que parecia café— ¿Podemos sentarnos?

—Sí, adelante, ¿qué sucede? ¿es porque molesto mucho a Merrian? Lo siento...—Me apresuré a decir.

—No, no es por eso cariño, es por el estado de Merrian, es sobre la conversación que tuve con su doctor, y quería comentartelo—. Respondió rápidamente posando su mano en mi hombro para sentarme.

—¿Qué sucede con eso? ¿Ella está... Bien?—Pronuncié cada palabra como si en mi garganta se formará cada vez más un nudo—. Por favor, respóndame con sinceridad.

—¿Estás muy preocupado por ella, cierto?— Musitó de una forma calmada y de tono de consuelo teniendo una vista fija al suelo y después a mí.

–Si le soy sincero, sí, totalmente, desde que mí tío falleció, ella ha estado muy delicada, y últimamente siento algo diferente en ella, desde ese día, algo cambió— Confesé jugando con mi dedo índice en los bordes del vaso de café—. A usted también, pero a ella, no es un secreto que le dolió la partida.

—Si, tienes razón...— Comentó, más para ella misma que para mi, con una mirada directa al vacío y un poco de pesar.

—Perdón por comentarle esto, y también por molestar a Merrian, sólo quiero que sonría o se entretenga con mis estupideces. Tómelo como algo para ayudarla—Interrumpí sus pensamiento con un tono de confiabilidad, dejando a un lado el café y tocándole su hombro— ¿Qué era lo quería hablar conmigo?

—Ella...— Fué interrumpida por fuertes gritos desde la habitación.

¡Detente, para ya!

¡Por favor!

¡Quitenme ese sonido!

Era Merriam.

>>>
Merriam

Abrí mis ojos, y allí estaban esos ojos cafés claros como la miel y a la vez torpes, como lo eran los ojos de Alan. Estaba agitada, el corazón latiendo como si fuera una máquina furiosa que no paraba de trabajar por hora, mis ojos miraban para todos lados, tratando de conseguir seguridad de que no estuviera nadie más, sino tan sólo mi madre en la puerta y Alan sujetándome de los brazos con fuerza.

—Mirame, mírame, estás bien, calma, tú madre está aquí, y tú primo guapo está aquí también— Brameó sin dejar de soltar una pequeña sonrisa sujetando mis brazos con más delicadeza—No me mates, sólo era una broma ¿Si?

—Suéltame por favor, y dime qué escucharon eso, dime qué lo escucharon y no fué un sueño— Ignoré su comentario de inmediato sonando asustada.

—¿¡Estás bien!?, ¿De qué hablas, cariño?—Preguntó desesperada y apartó un poco a Alan a su paso— ¿Fué una pesadilla? ¿Estás totalmente bien?

—No lo escucharon...— Contesté más para mí que para ellos, fué tan suave y tan bajo que no lo lograron escuchar— Era un sonido como una melodía que me aturdía y era... Escalofriante, aquí mismo, aquí adentro.

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2021 ⏰

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