Arco I: Conociéndonos II

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Habíamos terminado de comer y ahora, estoy ayudando a Sarah a limpiarlo todo, mientras Clancy daba mimos a su perrita, Charlotte

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Habíamos terminado de comer y ahora, estoy ayudando a Sarah a limpiarlo todo, mientras Clancy daba mimos a su perrita, Charlotte.

Mientras Sarah limpia los platos, yo los seco con un paño.

- Clancy, ¿te apetece tomar un café en mi casa después? - pregunté a Clancy desde la cocina.

- Vale. - Siguió acariciando a Charlotte, mientras pensaba en sí mismo.

¿Cómo puedo reconquistarla?

Me hago el chulo, me cambio de peinado, nooo. Eso suena muy cliché.

Aunque, sí que debería ponerme unos zapatos. - Pensó mientras miraba sus pies descalzos.

Supongo que lo mejor sería siendo yo mismo, pero y si la (T/N) de ahora no le gusta mi yo real.

¡NO! Clancy, joder, no seas negativo. Si la (T/N) que conociste es la misma de ahora, entonces no habrá ningún problema. Con o sin memoria.

Pero, me gustaría que ella me recordase, aunque sólo fuera los buenos momentos y "nuestro momento especial".

- Clancy. - Me fijé que ella está delante de mí y no pude evitar sonrojarme. ¡Qué cerca está! Sus ojos (t/c) son tan hipnóticos y hermosos.

- ¿Sí?

- Ayer se me olvidó pedirte tu número para así estar en contacto contigo, ¿puedo?

- ¡Oh! Por supuesto. - Ambos intercambiamos nuestros números. Me siento genial, tengo su número. En cierto modo, me siento más cercana a ella. Pero no debo ilusionarme, aún es temprano para una relación seria. Es decir, aquí acabamos de conocernos y ella no me recuerda. Si le dijera todo lo que pasó en el otro mundo, no me creería y la perdería para siempre. Y yo, no sé si lo soportaría.

- Genial, voy un momento a mi casa para hacer la compra y luego te llamo para que vengas, ¿ok?

- Ok - Observé cómo se marchaba, despidiéndose de mi hermana y a mí con una sonrisa, y se marchó a su casa.

Me tumbé en el sofá mientras miraba el número de (T/N) en mi teléfono, cuando apareció un mensaje suyo.

- (T/N)

Espero que te guste el café que preparo.

Lo estoy deseando.

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Ya dentro de mi casa, me dirigí al salón, donde se encuentra mi tablet y comencé a hacer la compra. Compré todo lo necesario para abastecerme, pues en estos tres meses la mayor parte de lo que tenía se había desperdiciado. La fruta y la verdura sobretodo, aunque antes ya tenía poca comida en mi despensa, excepto el café, que por suerte no se había pasado la fecha de caducidad. Ya hecha la compra y pagado por la tarjeta, vendrían a partir de las 7 y son las 4.

Tú eres mi LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora