Capítulo 19

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— Alguien del pasado —

Me desperté más temprano de lo normal. Siendo sincera pareciera que conocer a Aidan fue la mejor distracción. Además, me mantiene ocupada pensando a qué lugar quisiera ir con él y cuántos días pasaremos juntos. Siendo sincera la idea para loca y fuera de lo normal, y es que ese es el problema, es algo diferente (y a quién no le gusta eso).

Me levanté y decidí alistarme. Iría a aquella tienda de telas. Conseguiría a toda costa lo que necesito.

Entro al baño y hago mis necesidades.

Al salir me visto. De una manera cómoda y sin llamar tanto la atención.

Salgo del departamento, bajo las escaleras (ya que el bendito ascensor no sirve). Salgo del edificio y camino por las calles habitadas por los pocos habitantes que hay en las mañanas. Pero antes de ir a la tienda decido pasar por mi café y una dona de mocca. Entrando al lugar saludo a Greg y Estephany.

— ¿Qué tal tu día? — pregunta él —.

— Apenas despierto y ya tengo cosas que hacer — respondo —.

— Greg me contó lo que pasó el otro día — masculla la castaña —.

— ¡Dios! ¡¿Enserio le dijiste?! —.

— ¡Oye! Fue un encuentro realmente de película. Un reencuentro así no se da nunca — ruedo los ojos manteniendo una sonrisa —.

— ¿Y es lindo? — continua Estephany —.

— Si. Es lindo... Pero, es alguien muy cortés y considerado — contesto —.

— ¡No es cierto! Tu rostro decía mucho más que eso — habla Greg —. Toma. Tu pedido. Lo de siempre — bufo —.

— Bueno. Que tengas un lindo día — finaliza la castaña —.

— ¡Me envías una postal del lugar al que vayan! — carcajeo tras el comentario de mi amigo —.

Salgo del local y disfruto de mi café.

Sigo con mi camino. La vida me sorprende cada vez más y puedo jurar que no habrá ninguna cosa que lo arruiné. Volteo y justamente la bebida se derrama por mi abrigo. Me quejo interirmente y con la mano trato de quitarlo.

— Cómo lo siento. Si que soy un... — mientras busca las palabras adecuadas para maldecirse yo sólo busco desesperadamente ayuda —. Soy un verdadero idiota. Cuanto lo lamento — una vez quitando mi mano de mi abrigo nuestras miradas se conectan —.

Trago en seco al ver quién es. Ni siquiera puedo creerlo. Puedo jurar que estoy sonrojada más de lo normal (más de lo que me sonroje con Aidan y de lo que alguna vez fue con Finn).

— Eres tú — decimos al unísono —.

Sólo que lo decimos en un leve suspiro.

— Hace tiempo que no te veo Cooper — dice sonriendo (la cual me devuelve más sentido) —.

— Lo mismo digo — estoy un tanto nerviosa además de que ni siquiera sé cómo reaccionar muy bien —.

— Emm... Lamento mucho lo de tu abrigo — dice, lo quita de mis manos —. Dejame que te ayude con eso — estaba siendo cortés. ¡Era lo que más deseaba! Que lo fuera conmigo, que por una vez se fijara en mí y me tratara de este modo —.

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora