Capítulo 5

2.1K 110 21
                                    

Durmieron, acurrucados, en el ruinoso vestido de Tessa, y más tarde se movieron al sofá. Estaba muy oscuro, bebieron té frío e hicieron el amor otra vez, esta vez más gentilmente y lentamente hasta que Tessa le dio golpes a Jem en el hombro y le pidió que fuera más rápido.

–Dolcissimo, no appasionato. –dijo él con una sonrisa de pura diversión al atormentarla.

–¿Oh? –bajó su mano y ella hizo algo para lo que él no estaba preparado.

Todo su cuerpo se tensó. Se rió mientras sus manos arañaban su pecho. Su pelo negro sobre sus ojos, su piel cubierta de sudor. Antes, ella habría cerrado los ojos, esta vez le miró, el cambio en su expresión mientras se rompía su control, la forma de su boca mientras  jadeaba su nombre.

–Tessa...

Y esta vez, olvidó morderse la mano para amortiguar los sonidos que hizo. Oh, bueno. Que les den a los vecinos. Había estado callada durante casi un siglo.

–A lo mejor esto ha sido más presto de lo que pensé. –dijo él con una sonrisa, cuando estuvieron tumbados después, tirados entre cojines. –Pero entonces, mentiste. Tienes más experiencia que yo.

–Me gusta. –Tessa le besó los dedos. –Voy a divertirme mucho introduciéndote a todo. No puedo esperar a que escuches rock and roll, Jem Carstairs. Y quiero verte usar un iPhone. Y un ordenador. Y viajar en metro. ¿Has estado en un avión? Quiero estar en un avión contigo.

Jem seguía riéndose. Su pelo estaba hecho un desastre, y sus ojos estaban oscuros y brillaban como lámparas. Parecía el chico que una vez fue, hace muchos años, pero diferente, también, este era el Jem al que Tessa solo empezó a conocer. Un Jem joven y sano, no un chico moribundo o un hermano silencioso. Un Jem que podía amarla con toda su fuerza así como ella le amaría a él.

–Cogeremos un avión. –dijo él. –A lo mejor a Los Ángeles.

Ella sonrió. Sabía por qué tenían que estar ahí.

–Tenemos tiempo para hacerlo todo. –dijo él, trazando con uno de sus dedos un lado de su cara hacia abajo. –Tenemos para siempre.

No para siempre, pensó Tessa. Tenían mucho tiempo. Una vida. La vida de él. Y le perdería un día, así como perdió a Will, y su corazón se rompería, como ya se rompió en su día. Y volvería a recomponerse y seguiría a delante, porque el recuerdo de haber tenido a Jem sería mejor que el recuerdo de no haberle tenido en absoluto.

Era lo suficientemente sabia para saberlo, ahora.

–Lo que dijiste antes. –preguntó ella. –Que Jace Herondale ama a Clarissa Fairchild más que nadie a quién hubieras conocido excepto por alguien, nunca acabaste la frase. ¿Quién era?

–Iba a decir tú y yo y Will. –dijo él. –Pero... es raro decir eso, ¿no?

–No es extraño en absoluto. –se acurrucó contra su costado. –Exactamente correcto. Siempre y para siempre, exactamente correcto.

       ________________________________

Espero que os haya gustado esta mini-historia de Jem y Tessa. A mí personalmente sí

Después del Puente [Jem y Tessa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora