La infancia no siempre es felicidad

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En un cuarto oscuro, castigado por una conducta inapropiada y el uso de la fuerza en contra de sus compañeros de escuadrón, se encontraba un pequeño de cabello blanco, ojos rojos y pequeños cuernos sentado en un rincón pensando acerca de lo que hizo, alegaba en su mente que no quería herir a nadie pero su subconsciente le decía que no estaba mal herir a aquellos que nos ofenden, que debería estar alegre de castigar a quien se lo merece, que en la vida solo sobreviven los que aplastan a sus enemigos. El subconsciente del pequeño Orias continúo intoxicando su alma y continuo:
-Con solo diez años puedes vencer a los  de tu edad, imagina cuando crezcas descubrirás que puedes dominar este mundo.-
Orias se quedó pensando un momento, tentado con la idea de que el poder lo era todo y que por ser diferente tenía el derecho de acabar con los que no eran igual a el.
Pero en ese instante recordó por completo lo que sucedió antes del castigo.
Una mañana común en el Instituto de Adiestramiento Militar (IAM), en el cual Orias compartía clases con varios chicos de su edad, en un punto de vista crítico el nunca sobresalió a diferencia de los demás por qué no estaba interesado en las guerras, el soñaba con un mundo en el que podía hacer lo que quisiera convencido de que eso sería mejor que tener que obedecer a sus tutores, May y Carles, a los cuales recuerda de toda su vida.
Amistades no compartía, los demás niños lo veían como un bicho raro que no compartía nada en común con los demás, pero para algunos no les era suficiente excluirlo y decidieron acosarlo y sentían diversión al hacerlo, desde apodos e insultos hasta llegar al punto de bromas pesadas que a pesar de ser evidentes los adiestradores ignoraban, nunca les intereso lo que le hagan a Orias.
Pero llegó un punto en el cual la paciencia ya no soportaba más.
Tres niños que siempre abusaban de la tolerancia de Orias se acercaron sin motivo y lo empujaron contra un contenedor de basura, haciendo que se golpeara la cabeza y tuviera una herida abierta, el asombro de los abusadores no fue por la herida, más bien fue por el color de su sangre, azul, confirmaron su sospecha de que el no era un humano y por eso decidieron darle fin a la existencia de alguien que no pertenecía a ese lugar. La golpiza iba a comenzar pero de repente apareció una chica de cabello rubio, ojos celestes y con una personalidad ruda con un gran sentido de la justicia y la igualdad, la alumna número uno de clase, la aspirante a comandante de grupo, Lisa.
Al ver a Orias en el suelo y a los otros niños en esa escena de extrema violencia dijo:
- Que creen que hacen? Acaso no saben que la violencia entre cadetes es una grave ofensa y es una violación al código de conducta del IAM, como futuros soldados de Pandemonium deben tener respeto entre camaradas -
Los abusadores se vieron entre ellos y sonrieron de forma sarcástica y uno de ellos supo responder:
- Lisa, se que eres la estudiante número uno y todo pero no te preocupes por lo que no te importa, estamos aniquilando a esa anomalía que está detrás tuyo, esa cosa no es ni será nuestra camarada por qué no es humano así que lárgate -
Lisa vio directo a Orias y se percató del color de la sangre, estaba sorprendida pero en el fondo sabía que si estaba en el IAM es por qué era un compañero más y el lema de que siempre enseñaban a los estudiantes es: "Dar la vida por un compañero es dar la vida por la humanidad".
Inspirada por todas las enseñanzas recibidas alegó en contra de los abusadores:
- Si no es humano, no importa - los abusadores sorprendidos cambiaron sus expresiones mientras Lisa continúo - Un compañero siempre será un compañero sin importar su raza, sexo o especie si está aquí es por qué el destino así lo quiso así que mi deber es protegerlo de gente como ustedes-
De fondo Orias escuchaba toda la escena y sintió una extraña sensación en su pecho, no podía creer que alguien lo consideraba un compañero, siempre había estado solo pero ahora parecía que alguien se preocupaba por el, el dolor había pasado y sentía por primera vez algo de alegría, pero esa alegría se desvaneció al momento de ver cómo Lisa se acercaba a preguntarle cómo se encontraba y sin pensarlo le dió la espalda a los abusadores, uno de ellos la golpeó en la nuca dejándola inconsciente, pasaron varios segundos y la furia se desató desencadenando una fuerza que nunca había sentido.
No solo era fuerza, sentía que algo más cambio en ese momento sentía la necesidad de atacar a aquellos chicos que estaban sorprendidos por el cambio que Orias sufrió en un instante, sus cuernos habían crecido y su cabello cambio a un color rojizo que les causó pavor a los abusadores.
Orias había descubierto la sed de sangre aunque no sentía la necesidad de asesinarlos solamente se acercó al primero y le asestó un golpe en las entrañas, fue tan fuerte el impacto que le causó heridas internas, calló al suelo y solamente emanó sangre de su boca, los otros dos corrieron a pedir ayuda y lograron escapar.
Se acercó a Lisa y la vio, decidió que desde ese momento la protegería inspirado por su forma de protegerlo.
No pasaron ni dos minutos y todos los adiestradores se encontraban rodeando a Orias para evitar que hiciera más daño, fue llevado a una celda de castigo.
Paso siendo observado por un Doctor que nunca supieron el nombre, aquel hombre era el encargado de monitorear toda acción y todo cambio de Orias, pidió que siempre que puedan lo junten con Lisa, ya que al fin después de mucho tiempo lograron sacar la verdadera naturaleza del chico que se convertirá en el arma más letal de la humanidad. 
Después de ser liberado de su castigo decidieron poner a Lisa en la misma clase por petición del Doctor.
La primera vez que se vieron después del incidente, Orias solamente pudo decir:
- Gracias por protegerme esa vez, lo siento si no pude evitar que te hicieran daño -
Lisa respondió:
- No lo hice por ti, lo hice por qué somos camaradas nada más, además no me agrada los abusadores -
- Osea no te agrado, pero de todos modos me alegra que me consideres tu camarada -
- Eres un poco molesto lo sabías, pero de todos modos no eres malo y eso para mi es suficiente, solamente no te metas en mi camino -
- No lo haré, entonces somos camaradas -
Lisa lo vio de forma despectiva a Orias, pero al final con una sonrisa dijo:
- Claro, camaradas-
Orias con un brillo que nunca antes se había visto en sus ojos sonrió por primera vez.
Tal vez su subconsciente no logre dominar sus pensamientos.... O tal vez si.

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Orias: Oscuridad sin esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora