Parte 28

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Parte 28. El cansancio.

Los chicos despertaron muy temprano, Gulf quería llegar a casa desde temprano, como agradecimiento a su madre por haber aceptado que el chico se quedara con el mayor.

Estaban por dar las 6 am, y dos chicos se encontraban fuera de la casa de Gulf, aun en el auto, dándose un beso de despedida tan profundo, que ni siquiera pensaron que alguien pudiera reconocerlos. No se verían durante varios días, por lo cual la sola idea de estar alejados ahora que todo entre ellos estaba tan bien, les provocaba casi pánico. El menor se recargo de golpe en su asiento, tomando aire. Hubo un silencio de varios minutos.

— Creo que mi mamá cada vez sospecha más — le dijo a Mew sin voltearlo a ver, el joven sólo miraba hacia enfrente como en trance y tratando aun de recobrar su respiración.
— ¿Lo nuestro? — preguntó Mew inclinándoos hacia enfrente para lograr llamar la atención del chico.
— Sí... — calló unos segundos —No te lo dije, pero, después del evento mamá quería que viniera con ella a casa, yo le dije que sí... pero no sé si noto algo en mi, que me dijo que estaba bien si venía contigo.
— Tal vez... sólo entendió que, fue algo importante y queríamos estar juntos, como amigos...
— Mew... — dijo en modo de fastidio — ¿y qué me dices de ahora que estuviste hospitalizado? Mamá fue también la que se me acercó a la cocina a decirme que estaba bien ir a verte... tal vez estoy siendo muy obvio.
— ¿Tiene algo de malo? — preguntó Mew confundido
— ¿Ser muy obvio? — preguntó el menor ahora sí mirando a los ojos confundidos del mayor.

Entendió que tal vez las palabras que había salido de su boca, no se habían escuchado muy bien, sintió que salieron diferente a lo que quería explicar en realidad.

— No, que tu madre lo sepa... — Mew puso esos ojos brillantes, cuando suplicaba por algo o estaba triste por algo.
Gulf se le quedó viendo fijamente tratando de entender sus palabras y su mirada.
— ¿Tú quieres que le diga a mamá? ¿Le dirá tú a la tuya? — preguntó el menor curioso.

Mew se quedó en silencio, no era que no quisiera, y probablemente su madre ya lo sabía, ya que también a veces le hacía comentarios un poco extraños.

El silencio se había hecho más grande, ¿en realidad iba a salir una pela de esto? ¿sobre todo cuando no se iban a ver por días?
Mew levantó su mano para acariciar la mejilla del menor y le sonrió.

— No peleemos por esto... no quiero irme con ese sentimiento a casa. — Gulf recibió la mano de Mew con felicidad y cerró sus ojos para sentir aun más ese toqué.
— No quise decirlo de esa forma — expresó el menor y abrió los ojos para poner esa mirada de pequeño venadito en peligro — lo siento

Mew sonrió y se inclinó para darle un suave beso en sus labios dulces. El menor por fin logró bajar del auto y se despidió con un ademán de su novio una vez que estuvo fuera del auto.

En casa estaban todos dormidos aun, por lo que entró lo más silencioso posible, y se tiró en la cama de su habitación. Se quedó unos minutos viendo el techo, pensando en lo feliz que era a lado de Mew, lo afortunado que se sentía al haber coincidido con él. Después de un rato cayó dormido.
Al rededor de las 11 am su madre vio su mochila y sus zapatos en la entrada de la casa, por lo cual se atrevió a tocar la puerta de su cuarto. Al parecer el chico no estaba en un sueño tan profundo, pues el suave ruido de la puerta lo despertó de primera. Se levantó y miró su reloj, toda su familia ya había desayunado, pero su madre le apartó un poco por si cumplía su palabra de volver a casa al día siguiente.

A la mañana siguiente se despertó temprano para ir a sus practicas, terminando a medio día, tenía que tomar el tren para llegar a un evento dónde estaría él sólo, pues Mew estaba saturado con varios pendientes suyos y no iba a poder asistir. Apenas llevaba un día sin verlo y ya lo extrañaba.
Cuando llegó a la estación, se topó con algunas fans, aún portaba su bata y su bolso de la escuela. Se encontraba un poco desubicado y en ese momento más que nunca deseo que su madre o Mew estuvieran ahí, revisó su celular, no había ningún mensaje de él, pero Gulf tampoco había mandado nada, estaba tan acostumbrado a los cuidados y atenciones de Mew, que cuando no lo hacía se sentía raro.
Las fans lo ayudaron a ubicarse y saber que camino tomar y así se dirigió al lugar del evento. Todo su atuendo ya estaba listo y las estilistas lo esperaban para arreglarlo. Usaba un traje negro hermoso y lo portaba de una manera tan sexy, algo raro en Gulf siendo que se pusiera lo que se pusiera, siempre lucía tierno sobre lucir sexy.
Llegó a la alfombra roja y las fans se volvieron locas con su apariencia, tomaban y tomaban fotos. Cuando salió de la alfombra, sintió que su celular vibró en su bolsillo, lo sacó para mirar.
"¿Por qué te ves tan lindo?"

Good LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora