Miedo a lastimarte

Capítulo 1.

Vagando por la vida como es de costumbre, sin tener piedad hacía las personas. Aquel invierno infernal había bebido mucho, me encontraba en un estado de ebriedad... Sentado en una rama gruesa de un gran árbol, donde era difícil que alguien me notará.

Se encontraba una mujer cerca del río, ella abrazaba con fuerza un especie de canasta. La mujer estaba ya muy lastimada, colocó la canasta cerca de unas hierbas muy altas... Mientras la ocultaba, un grupo de hombres la apuntaron con armas, sus lágrimas recorrían sin parar ya por sus mejillas, atraves de sus ojos pedían piedad. Aun que ella era una mujer muy fuerte, con una postura firme y su mirada orgullosa.

Xxx: ¡¡¡Arrodíllate y comienza a pedir piedad por tu vida!!!

Xxx2: Al parecer no solo la tuya... -Dijo con una risa macabra-

>No lo haré -Dijo orgullosa- No he hecho nada malo para merecer esto.<

Xxx: Estas equivocada preciosa...

Xxx3: No obedeciste nuestras ordenes y peticiones...

Xxx4: ¿Qué acaso nunca has escuchado el cliente tiene la razón?

Xxx5: Tu no quisiste entender de la manera buena... Entonces será a la mala... -Dijo con una sonrisa perversa-

Los dos últimos hombres que hablaron la tomaron a la fuerza y se acercaron al árbol. Yo solo miraba como si nada.

Xxx2: Amarrenla y pongala de rodillas....

Xxx: ¡¡¡Ya lo escucharon!!! Haganlo ahora...

La amarraron, ella trataba de safarse de su agarre pero por más que intentaba no podía y a cambio recibía un golpe. La obligaron a colocarse de rodillas, luego la apuntaron con sus armas.

Xxx2: Hmn... -Suspiro pesadamente- Traté de ser amable contigo, pero... Por lo visto elegiste a esa cosa en lugar que a mí; que lástima... Veremos si esa cosa te ayudará ahora.

Xxx3: Jefe...

Xxx4, Xxx5: ¿Que haremos nosotros jefe?

Xxx2: Aseguranse ustedes tres de que nadie venga o nos hayan seguido... Y tú mi amigo leal... -Dicho esto tres de ellos obedecieron, aquel hombre le dió la espalda a la mujer y se dirigió al único acompañante que tenía-

Xxx: Mjm...

>Por favor... Si hay algún Dios escuchandome ayúdeme -Comenzo a susurrar- Por favor salve nuestras vidas... Por favor salve la vida de esa criatura, por favor si hay algun Díos cualquier Dios, ayúdeme y escuche mi plegaria-

El cielo comenzó hacerse gris y a obscurecer, comencé a moverme un poco y esto hizo que un poco de nieve callera. La mujer miro hacía arriba y notó mi presencia.

>Hey, usted... Ayúdeme por favor, si quiere no me salve.... Salvala a ella, te lo ruego.<

Yo solo la miraba sin hacer nada, pero su plegaria estaba aún en mí cabeza. En eso los hombres le apuntaron y sin piedad le dispararon haciendo que la mujer cayera el suelo. Después se escucharon fuertes sollozos tristes y melancólicos de un bebé.

Xxx: ¿Que haremos con esta cosa jefe?

Xxx2: Mmm... No nos servirá para nada, además me esta dando dolor de cabeza, tu sabes que hacer.