01º: Comienza para acabar.

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| 06. 11. 22 | 12:48 p.m.

— ¡No, no tienes de que preocuparte! Solo jugare unas horas, regresaré para cenar y alistarme... —camine de lado a lado mientras sostenía el teléfono en mi oreja—. No mamá, solo será el estreno del servidor, no hay de que preocuparse... ¡Te alteras como si fuera a ser que me quedare ahí para siempre! —me reí y mi mama solo se altero mas, a lo lejos escuche la risa de mi papa—. ¡Oyeoyeoye! —dije sin pausa— ¡Pásame a papa, quiero hablar con él!... ¿Qué? ¿Por que?, ahhhh —hice un puchero fingido.

Seguí escuchando todo el palabreo de mi madre a través del teléfono, me pedía que tuviera cuidado y que era peligroso confiarme de las maquinas actuales, muchas mas cosas relacionadas decía, pero deje de prestarle atención al ver la hora en el reloj, faltaba muy poco para que ya fuera la una, a esa hora el servidor estaría oficialmente listo para poder ingresar.

— ¡Mamá! —dije con mas voz para que me escuchara, eso de que se pone a palabrear nadie la detiene fácilmente—. No, no, escucha, ya me tengo que ir, tengo unas cosas que hacer antes de que ingrese al juego... ¡Que no me va a pasar nadaaaa! —repetí eufórica mientras conectaba el NerveGear a la red, lo deje sobre mi cama y fui a buscar el juego—. ¿Si me vas a pasar a papa? Okay. Tengo tiempo... ¡Hola, papá!

Mi padre me empezó a poner al tanto de todo lo que estaban haciendo en donde estaban, yo mientras tanto, estaba buscando el juego, al encontrarlo, me quede un poco embobada, ver la portada me hizo temblar de emoción, no podía esperar mas, aunque había participado en la prueba beta, yo quería jugar mas, pero esta vez no iba a estar limitada a dos meses. Era una emoción tan profunda, que no me di cuenta de cuando puse el juego en la consola, lo único que faltaba era que me pusiera el NerveGear e iniciará el enlace para la inmersión.

— ¡Oye, papa! Sabes que adoro hablar contigo, pero... —como siempre, el se dio cuenta de que tenia cosas que hacer, sabía cuando no estaba muy atenta a sus platicas—. ¡Si! Hablamos en la noche, a esas horas ya voy a estar de regreso... Jajaja, si, nos vemos papa. Me despides de mi mama... ¡Chau!

Colgué la llamada y deje el teléfono en mi mesa de noche.

Tome el centro de mando (el cual estaba en mi mesa de noche), el centro de mando era una tableta, esta tenia control de mi habitación, ya fuera la calefacción, el bloqueo de puertas y ventanas, o el programar la ducha, si, tenía una tecnología muy avanzada, bueno, toda la casa la tenía, aunque me gustaba poder tener el control de mi cuarto, lo que mas me gustaba, era controlar la calefacción. Un día por andar jugando, me dio una gripe que ni dios me quizo ayudar a no sufrirla, pero bue, son cosas que deben de pasar para que dejes de jugar del todo. No me fue mi caso, pero dicen que suele pasar.

Con la tableta en mano mande a que se prendiera la tele y se pusiera en el canal de noticias internacionales. Deje la tableta en su centro de carga y me acerque a la tele para escuchar todo lo que decían los conductores, esperaba escuchar si mencionaban sobre lo que estaba pasando en la ciudad, ya que me interesaba saber si era cierto que aun había gente tratando de comprar el juego, aunque, solo estaban diciendo sobre el ascenso de la bolsa de trabajo en América.

Ya harta de esperar por la noticia, mire la hora en el reloj que tenía, «12:52».

Vaya, vaya —pensé en alto—, se supone que debo de entrar a S.A.O. en menos de... ¿Diez menos ocho? Seis, ¡Siete! En siete minutos, ahhh, esas clases de mate van mal.

Sword Art Online: AlternativeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora