Engáñame dos veces (mpreg) || Ziam

✢VI.- El papá de Zali.✢

Domingo.
3:25 p.m.

Desde la mañana anterior, Liam no pudo dejar de pensar en las interrogaciones de su pequeña hija, se sentía culpable por mentirle, pero no sabía muy bien cómo abordar la verdad, o si sencillamente debía contársela. Desde su último encuentro con Zayn, Liam se prometió que nunca volvería a mentirle a nadie que amara, pero es que había verdades –como esta– dolorosas e incluso difíciles de comprender, especialmente para una niña de solo seis años.

Pasó una mano por su ondulado cabello, peinandolo hacia atrás, antes de dar un nuevo sorbo a su taza de té. Se encontraba en casa de su prima Allyson, ella siempre lo escuchaba y aconsejaba. Mientras Zali y Garrett veían las caricaturas en la sala, ellos dos charlaban en el comedor.

—No lo sé, Ally, quizás esto sea como con Zayn —dijo Liam, mirando el humeante contenido de su taza—. Me temo que si le cuento la verdad a Zali solo conseguiré hacerla sentir peor. Porque, digo, no hay nada qué hacer. Si le digo que su Grayson no es su padre, no gana nada, Zayn vive en otro continente.

La rubia tenía los labios ligeramente fruncidos, los temas en los que había niños involucrados había que manejarlos con extrema precaución.
—En eso pude que tengas razón —concedió, asintiendo lentamente—, pero si ella sabe que el tonto de Grayson no es su padre, tal vez entienda por qué él tiene preferencia por Garrett, y así no se sentirá tan mal al respecto. No tienes que decirle que su verdadero papá no vive por aquí.

—Pero ¿qué hago si me pregunta por él? ¿Solo la evado?

—No, dile la verdad, solo que omitiendo algunos detalles —sugirió—. Puedes decirle que su padre fue tu ex-novio, y que por cosas del destino tuvieron que separarse y ya no supiste nada de él. Eso sería cierto, y también muy bueno para evitar que te pida conocerlo o algo por el estilo.

—Mmm... No lo sé...

—Vamos, Li, es mejor hablarle a tus hijos con la verdad desde que son pequeños, a mentirles y que después te reclamen cuando sean más grandes y descubran por sí solos la realidad de su vida.

Liam la miró en silencio por largos segundos, valorando la veracidad de sus palabras. Un pesado suspiro escapó de sus regordetes labios.
—Sí, tienes razón... como siempre —concedió, dándole un débil sonrisa.

Allyson le devolvió el gesto, acariciandole la mano sobre la mesa.

El celular de Liam timbró en ese momento, notificandole sobre la llegada de un nuevo mensaje. Este se apresuró a sacarlo del bolsillo delantero de su pantalón y desbloquearlo para ver de quién se trataba.

Mensaje de "Grayson".

Ya estoy en casa, cariño,
¿en dónde están ustedes?
3:29 p.m.

Estamos en casa de Ally,
volvemos en seguida.
3:29 p.m.

Apenas envió su respuesta, volvió a bloquear el móvil y guardarlo en su bolsillo. Suspiró, colocándose de pie.
—Era Gray, ya debemos volver a casa; como te conté, iremos a un salón de videojuegos por petición de Zal.

La rubia también se colocó de pie.
—No sé porqué no lo mandas al diablo de una buena vez. No necesitas a un hombre así en tu vida.

—Sabes que es bueno.

—Por Dios, Li, desde que nació Garrett trata a Zali como si fuese un cero a la izquierda. Eso, al menos para mí, no es el comportamiento de alguien "bueno".

—De acuerdo, sé que estos últimos días no ha sido el mejor, pero sabes que la trató muy bien antes de que yo le contara la verdad. No creo que para nadie sea sencillo enterarte de que tu primer hija realmente no es tuya. De milagro él no me pidió el divorcio.