//Hoseok//-¿Qué pasa? Parece que has visto a un fantasma-sonreía ladino Yoongi con cierto aire de sorpresa
-n-nada solo...estoy sorprendido de que todo mundo entre a mi casa como si fuese hospedaje-menciono tratando de sonar relajado y soltando ligeros tonos sarcásticos sobre la conversación para evitar crear aquel aire tan incómodo que siempre solía aparecer con la presencia del mayor
-¿por qué no has avisado que volvías?-preguntaba Hayami separándose de mí y yendo rápidamente hacia el contrario quien con brillante sonrisa y brazos abiertos recibía el pequeño cuerpo de Hayami en un cálido abrazo, girando suavemente, repartiendo dulces y amigables besos desde la coronilla de su cabello hasta la punta de su barbilla, la escena era difícil de digerir para mí, ver el cuerpo de Hayami responder tan cálidamente ante los roces que las pálidas y frías manos de Yoongi impartían en cada rincón de su ser, como si hubiera deseado ser tocada de esa manera tan desesperadamente que en estos momentos se derritiese entre el toque amable de quien al parecer también le extrañaba con demasía, ver todo desde el otro extremo de la habitación era tan cruel de alguna manera. -pude haber ido a traerte al aeropuerto
-Quería darles la sorpresa, algo que al parecer logré-reía suavemente entre cada palabra que mencionaba, dirigiendo su mirada con cierta reprenda hacia mí, sabiendo de golpe que por la reacción de Hayami yo no había dicho absolutamente nada de las cosas que él me pedía encarecidamente que transmitiera a la castaña-estoy feliz de estar de vuelta a Seúl-bajaba nuevamente su mirada a Hayami quien se separaba de él y volvía hacia mi rápidamente para quedar frente al mayor-¿jum? ¿me he perdido de algo?
-Algo así-mencionó Hayami con una bonita sonrisa en la que sus labios se formaban en una doble u, apretando ligeramente mi brazo contra su pecho y viendo con cierto brillo de emoción a Yoongi-a decir verdad, en tantos años te has perdido de muchísimo, pero algo que te puedo confirmar ahora es que se te acabó tu tercera rueda con Seokjin-mencionaba con cierta burla la menor dejando a Yoongi con un rostro empapado de genuina confusión
-¿Quién es el bastardo al que tengo que cazar para que se aleje de ti? Es más ¿por qué lo dices con tanta emoción? Acabo de venir con buen humor pese al jet-lag y ya me siento molesto-mencionaba con una mueca bastante remarcada de disgusto, generando para mis adentros una risa satisfactoria de alguna manera, sentí ahora más vivido el calor de Hayami, ella estaba dándome confianza, ella sentía perfectamente lo que pasaba por mi mente en estos momentos al verla con Yoongi, y esta era su manera de demostrarme que ella estaba conmigo, con nadie más, dándome incluso la sensación de presunción de su parte, era una interesante combinación de emociones
-Pues lo tienes frente a ti, al "bastardo"-respondí con confianza y haciendo comillas, una sonrisa bastante satisfactoria salió de mis labios al ver la mirada del mayor notarse con completa sorpresa en cada parpadeo que este daba al estar quizá procesando la información dada en el momento
-b-bueno...al fin tienen el valor de estar juntos, ustedes par de inseguros-sonreía nervioso Yoongi rascando sus orejas mientras hablaba un poco serio-me siento feliz por ello y espero logren llevar la relación a algo más serio
-Pero tampoco te pongas tan feliz-mencioné con cierto tono de burla hacia Yoongi quien me veía con cierto nerviosismo sin saber quizá qué decir
-Lo siento chicos-reía con cierta vergüenza en su voz-es que jamás me imaginé que esto iba a terminar así-mencionaba subiendo un poco su vista-no me malinterpreten, son una pareja hermosa y esas cosas cliché, pero sabiendo cómo está la situación actual, creí que preferirían morir solos para no sufrir más ante cualquier lazo emocional
-Yoongi, todos tenemos lazos emocionales, tu incluso tienes los propios, mejor di que te sientes incómodo-mencionaba bastante seca Hayami, un tono que jamás había usado con el mayor en todo el tiempo que los conocía
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I N H U M A N
Fanfiction"Un mundo donde las personas especiales están en peligro constante, donde solo unos pocos podrán lidiar con lo desagradable que es la verdadera cara de la sociedad en dónde viven. El destino de millones, dependiendo únicamente de unas cuantas person...