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// Namjoon //

Va siendo la una de la mañana y la dura madrugada me recibe como siempre gélida en la entrada de mi apartamento, ha Sido un duro día en el cual he pasado de largo la universidad y me he dedicado a rastrear información desde la computadora de Hoseok hyung sobre los CEOs de las farmacéuticas más importantes de Seúl en cuestión salud… pero algo no me termina de encajar en la mente, hay una extraña incomodidad que me alberga en el pecho al momento de investigar más a fondo la compañía Seok, siento que indagar demasiado ahí no traerá nada bueno…pero a este punto de la situación colapsando...ya nada es bueno en realidad.

Hablo suavemente con las plantas de mi apartamento para estudiante, pequeño pero acogedor, dedico mi mirada a la pequeña ventana que tengo con vista a los suburbios y suspiro cansado con solo intentar recomponer mi situación actual: ¿cómo me explico a mi mismo que pasé de un momento a otro de ser un simple estudiante de psicología con aires conspiranoicos y que por simplemente querer conseguir un ligue de una noche terminé enrollado física, mental y emocionalmente en algo tan grande como el derrocamiento de una impresionante cadena de farmacéuticas?… ¿Siquiera podíamos hacerlo real todo aquello?

Me acuesto en mi cama y veo hacía el techo, parcialmente decorado con estrellas pintadas con neón cortesía de mi amigo Tae, ruedo de un lado a otro en mi cama y en medio de un pestañear las horas avanzan sin darme cuenta… 4 AM, ¿Qué estarán haciendo mis mayores en estos momentos? Pensé después de analizar todo lo que ahora se ha vuelto rutina; pasar la universidad, entrenar en el campo imaginario de Hayami, salir, irme con Hayami al apartamento que comparte con Hoseok hyung, investigar y encerrarnos en nuestra burbuja intentando obtener información de manera constante con apoyo del mismo Jung quien nos facilita algunas cosas como contraseñas y demás…me parece extraño, que él sepa tanto sin siquiera tener tanta noción de informática…me quema bastante en el pecho la duda pero no quiero desconfiar, aunque bueno, ¿Cuándo no han sido certeras mis sospechas?

Cuando Hayami y yo nos quedamos un rato inspeccionando y tratando de localizar las bases de experimentación de las farmacéuticas siempre hablamos en medio de ello para aliviar la tensión. A veces ella me emociona con sus descubrimientos, otras veces me habla del reciente Hyung que se unió a nosotros pero que al parecer para ella es el amor de su vida, Yoongi, ella a veces me cuenta un poco de su vida, me habla también de Jungkook y como ha sido criarlo siendo ella también jóven, podría decirse que esa compenetración entre ambos ha hecho que terminemos siendo confidentes, puesto que mis penas también han sido expuestas a ella de vez en cuando…por no decir todas las noches.

Durante las noches, antes de transportarme a mi casa, Hayami suele acercarse con aquella voz aterciopelada y menciona lo feliz que le hace habernos conocido tanto a mi como a Jimin y Tae…algo que de alguna manera yo también le agradezco…el habernos encontrado en cierto punto lo veo como algo planeado por el mismo destino, pero al mismo tiempo, le siento como una serendipia, noto su sinceridad en los hilos suaves y a veces rotos que escapan en su voz, los cuales, después de todo, me recuerdan que ella es una joven que de un momento a otro se ha envuelto en la boca del león…probablemente, sin ser capaz de percatarse de ser tan única tanto en personalidad como en fuerza.

Vuelvo a mi de nueva cuenta, son las 6 AM, mi alarma está a minutos se sonar y he dormido con los ojos abiertos…quizá, el sol empieza a mostrarse tenue entre las violáceas nubes, me levanto con desdén de la cama a pies descalzo y enjuagó mi rostro con agua fría para intentar volver a la realidad…a ESTA que es ahora la realidad…este caos llamado “mundo real”.

Bajo el constante bullicio que se asoma por mi ventana voy entrando en cuenta que la mañana está llegando, el pitido de los autos, anunciantes de los cuales no me entero que venden y las voces que naturalmente rondan en mi mente hacen que me desquicie un poco, obligándose a preparar un té lo suficientemente fuerte con hierbas como valeriana y Tila para soportar el día nuevamente. Da la casualidad de la vida que mi apartamento queda cerca de la casa hogar donde Jungkook vive, lo cual me permite también verle por las mañanas saliendo hacia su nuevo colegio privado, lugar donde, el mismo nos ha dicho, le va de maravilla, algo bueno dentro de todo lo malo, supongo. Ver su pequeña y brillante sonrisa me roba suspiros desde la ventana, verle correr hacia el autobús también se ha hecho parte de mi día a día nuevo, mi “nueva vida”.

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