White Noise ♡ HunHan ♡

2; 제발♡

Una vez que SeHun se estabilizó de nuevo y todos se sentaron, los miembros esperaron a que el maknae quisiera hablar, pero él mantenía su mirada baja, con una sonrisa y sosteniendo el teléfono entre sus manos temblorosas.

ㅡ ¡Hey! SeHun, ¿por qué mencionaste a Lu-ge cuando te estabas ahogando?

ㅡ¿Qué? oh, no es nada MinSeok hyung, es que dejé abierto weibo y salió información de élㅡ. Mintió, pues realmente no sabía cómo reaccionar o qué decir ante los mensajes que había recibido, miró a sus amigos y prefirió guardar el móvil para dejar de parecer sospechoso, respondería después, necesitaba pensar y distraer la mente.

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El día que LuHan se fue de Corea al dejar el grupo fue una fatídica mañana fría de octubre, con el cielo gris y sin ningún sonido, el viento helaba y los segundos parecían volar, o es así como lo sintió Oh SeHun. Ese día abrió los ojos, aún hinchados por haber llorado hasta quedarse dormido, se sentó en la orilla de la cama y su mano se dirigió al desastre de cabello que tenía para alborotarlo más.

ㅡVamos, SeHun, tú puedes...ㅡ Al levantarse de la cama por mero impulso, se dirigió al sanitario, acercándose al espejo que colgaba arriba del lavabo, se miró al rostro y sólo se vio derrotado, incapaz y estúpido, había estado guardando dentro de él un sentimiento muy grande que ahora lo estaba devorando vivo, si llegase a exteriorizar algo de éste con alguien más se vendría abajo todo el esfuerzo que, no sólo él hizo, sino cada uno de sus miembros, en definitiva no podía ser egoísta sólo por lo que sentía, pero, por qué su propia razón le estaba orillando a sucumbir y llorar por ello. Abrió el grifo y mojó sus manos para lavarse la cara, suspiró y luego de secarse salió de la habitació, tenía que acompañar a LuHan en el aeropuerto, despedirlo, se lo había prometido. Cruzó su habitación de vuelta y como le había pedido la noche anterior a su manager de confianza llevarlo en uno de los autos, él ya se encontraba en la sala esperándolo, no quería interactuar con nadie en esos momentos y mucho menos soportar el tránsito. Subió en el asiento del copiloto y se colocó unos lentes oscuros, tras la mirada preocupada de SeungHwan. Durante el trayecto hacia el aeropuerto, SeHun recordó el pasado, desde la primera vez que sus ojos se cruzaron con los de LuHan, cuando hablaron por primera vez y éste se rió de su forma de articular, las horas de práctica, ensayos pesados, las noches juntos mirando al cielo mientras purgaban el corazón, deseando que el próximo debut fuera bueno para todos. Sus manos se movieron rápido para poder sacar su móvil y comenzar a ver su galería, fotos de los miembros, paisajes, presentaciones, muy pocas fotos de sí mismo y luego estaba ese chino con una mirada dulce pero firme, fotos que llegaba a tomarle sin que se diese cuenta, algunas donde posaba para él y varias más juntos, porque adoraba cada que hallaba la excusa perfecta para poder tomarse una foto con LuHan... y ahora estaba dirigiéndose a un maldito aeropuerto para despedirlo, para decirle adiós, que, si no era para siempre, era obvio que muchas cosas iban a cambiar, obstáculos se aproximaban, la empresa, la distancia, la comunicación; sin embargo, algo que jamás podría cambiar y lo podría firmar, sería su amor por él.

¡Maldita sea, LuHan! ¿por qué me estás haciendo esto?

SeHun maldijo en su pensamiento, quiso ser egoísta tan sólo unos minutos, entonces las lágrimas volvieron a amenazar por salir. Parecía que en ese instante, todos a su alrededor desaparecían, que el auto se movía solo y en su cabeza comenzaba a crearse una idea. Él realmente nunca pudo ser sincero con su corazón, siempre puso primero a los miembros y luego él y sus sentimientos de niño pequeño, pero esta vez ya no quería seguir siendo un cobarde, así que se quitó los lentes oscuros y con el dorso de la mano se limpió las consecutivas lágrimas que resbalaban acariciando su piel, miró de reojo a su manager y soltó un largo suspiro.