Un Tropiezo Con El Amor. (Joel Pimentel Y Tu) - CNCO.

Un golpeador y una víctima.

Narra Joel.

Yo quería besarla.

Mientras me gritaba de todo un poco solo podía pensar en que quería besarla, seguramente si lo hago va a darme una bofetada o algo así, pero yo necesitaba hacerlo estas últimas 2 semanas ni siquiera había hecho bien mi trabajo ella ocupaba el 99.99% de mis pensamiento y verla ahor así... solo me hace pensar que si me deshago de esa chaqueta quedaría desnuda de la cintura para arriba y esa falda sería muy fácil de quitar.

—  ya no estoy enamorada de ti... — Esas palabras fueron un golpe bajo para mi fantasía.

Me pasa por un lado pero antes de que llegue a la puerta bloqueo su paso, ella me observaba como si de verdad me odiara, su cuerpo estaba tenso y el aura también pero su mirada melancólica la delataba, sentí un alivio por dentro al notarlo ella no me odiaba...

— Tu no me odias, — Ella trata de esquivarme pero la detengo, — Tu no me odias ¿No es así? No importa lo que haya pasado, no me odias.

Baja la mirada, — Te detesto. — dice entre dientes.

— No me mientas... ya no eres una niña para estas cosas, ya no somos unos niños, si tanto me odias mirame a los ojos y dímelo.

Se suelta de mi agarre, — Yo... Yo... — Suspiró, — Yo tengo años de no saber de ti no te debo explicaciones ni tu a mi, tengo mi vida tu tomaste tu camino y estas bien... dejame estar bien ¿Quieres?

— Si te beso ahora vas a golpearme ¿verdad? — Digo asercandome a ella.

Ella no retrocede, — No tienes derecho de hacer algo así, no te atreverías.

— ¿No me crees capaz? — me acerco de tal forma que mi nariz roza la suya.

Mi corazón empieza a palpitar que podía escucharlo yo mismo, ella me observaba detenidamente sin dejar de ver mis ojos pero sus mejillas se vuelven de un color carmesí y entonces retrocede un poco ella sabe que si me atrevería, antes de que se alejara más introduzco mi mano dentro de su chaqueta hacercandola a mi por la cintura sintiendo su piel contra mi mano, rompo el espacio que resta sintiendo sus labios contra los míos y eran tal como los recordaba había estado comiendo chicle eso significa que estaba nerviosa, sus labios muerden, succionan y se mueven al compás de los míos por unos segundos.

Luego sus delicadas manos se posan en mi pecho y me aleja con lentitud, — No... No te acerques a mi. — Dice alejándose con lentitud.

— ¿Vas a abofetearme? — Digo de forma poco convincente.

Ella no dice nada, solo se aleja con la confusión impregnada en su rostro, lo entendí por completo también me sentía así ella me tenía sus pies, desde que se presentó por primera vez en aquella oficina, incluso había hecho que rompiera una Taza sin siquiera insistir yo estaba a sus pies sin saberlo.

Nunca me había sentido tan vivo como cuando la tuve tan serca de mi de nuevo.

— Oye... ¿Que onda con _____? — Dice Zab entrando a mi oficina.

Also la ceja, — ¿Por qué o que?

— Se miraba...

— ¿Confundida? — Termino por el.

Asiente, — Si ¿No le pareció algún término?

— Todo está bien... ¿Paso algo?

Niega, — Solo vine a sentarme en tu sofá.

Volteo los ojo, — Si, es lo que haces todos los días.

— Me gusta, es más cómodo quiero que me compres uno. — Bufa.