Nick

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Desperté... de nuevo, en mi oscura habitación. El lugar fácilmente podría ser considerado como un basural, pero no tenia ánimos de limpiarla, de todas formas a nadie le molestaba, ya que vivo solo.

Me levante de mala gana, para cambiarme la ropa, y luego hacerme algo de comer, aunque ya casi no había nada en la cocina. Hace ya bastante no salia a comprar alimentos o cualquier cosa para subsistir, y cuando lo hacía, compraba suficientes recursos como para ni siquiera asomarme por la puerta por varios meses.

Me serví lo que quedaba de cereal y me dirigí al comedor. Estaba llena de papeles llenas de letras de conversaciones ajenas, junto a rayones y trazos, haciendo intentos de correcciones que yo mismo había colocado en las blancas hojas. Mi computadora portátil estaba a un lado, por lo que la acerque y encendí, para notar que me habían llegado más correos de mi trabajo.

Sinceramente lo odiaba, era agotador y aburrido, pero me pagaban al fin y al cabo, por pasar una que otra entrevista en limpio, pero lo más importante, me permitía quedarme en casa, sin tener contacto con más personas. En cierto modo estoy agradecido por este trabajo, así que puse nuevamente mis manos a la obra, comencé a transcribir y a escuchar una y otra vez los mismo segundos de aquel audio, al cual no le tomaba atención, solo escribía las palabras que se iban mencionando, pero sentía que no avanzaba en nada. Pase así por horas, hasta que llego la tarde.

Deje a un lado mi computadora y me dirigí hacia el baño. Era uno de los cuartos más claros de lo que podia llamar como mi hogar, pero cuando llegue, me tope con el reflejo de mi cara.

Mi horrible cara estaba justo al frente mio, pero no iba a llorar por eso. He tenido el mismo rostro desde pequeño. Me resigne, comencé a buscar mi maquillaje, para colocarme muchas capas de estas cremas y polvos sobre mi piel. Era agotador, siempre que salgo, me veo obligado en hacer esto, pero era necesario ocultarme y parecer tener un rostro normal, algo que nunca podre obtener.

Mire mi reflejo una ultima vez, desordene mis cabellos, colocando uno que otro mechon de color marrón tapandome la cara. Salí de mi diminuto departamento, llegando al pasillo, donde habian más puertas, cada una siendo un mundo tan diferente, y el mio era el más deprimente. Lo bueno de estar en a penas en el segundo piso, tenia menos gente --los que supuestamente son mis vecinos-- con los que toparme o detenerme o mirarme. Mientras menos ojos tenga sobre mi, todo estará bien.

Atravesé la puerta, colocando un pie en exterior, un lugar lleno de humanos y diferente tipos de emociones. Parques llenos de niños riendo,  o tal vez un grupo de adolecentes en un centro comercial, o dos adultos sentados frente a frente, degustando platillos en un restaurante, conociéndose y así teniendo su primera cita. Emociones que nunca he podido sentir y nunca sabre lo que son. Mi destino había sido escrito desde el día que me dieron vida, todo por haber nacido con una maldita marca en mi cara.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2020 ⏰

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