Capítulo 11

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Almas Gemelas, Volumen 1

Capítulo 11 - Definitivamente se siente como un adiós

Capítulo 11 - Definitivamente se siente como un adiós

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Valencia se despertó sola en su cuarto de hotel. Más arrepentida de lo que había pensado. Deseaba que esta olvidaría lo que le dijo ya que no lo sentía en verdad, quería mas a Florence que a su carrera pero ya no lo podía retirar, retirar esas palabras que habían herido a ese par de chicas. Quería más que nada desempacar el equipaje que había hecho y regresar y decirle lo mucho que la amaba, pero la vida no era así de sencilla. ¿Qué era ahora sin Florence? Ante solo era Florence y Valencia, el par de chicas enamoradas que creían que eran sus mismas almas gemelas a pesar de que sus marcas dijeran lo contrario. Parecía que ahora Valencia era alguien que ni siquiera quería cerca. Un dolor de cabeza masivo hizo que la chica ahogara ese dolor con bebidas, bebidas del hotel. Aquellas bebidas que nunca había tomado a lo largo de su vida hasta ahora, y por fin entendía la razón por la cual siempre se encontraba con personas borrachas, en verdad ahogaba el dolor que sentía en su pecho. Y sin mas dolor, la chica se quedo dormida de nuevo, sintiéndose de lo menos genial.  Algo húmedo en su mejilla hizo que esta se levantara. La chica se había olvidado por completo de aquel perro que Florence le había regalado. Era un regalo para su aniversario pero decidió dárselo antes por la situación en que se encontraban. La chica tomo al perro pequeño en sus brazos abrazándolo suavemente mientras este lamia las mejillas saladas de Valencia. Por el momento este era el único que podía alegrar sus días pero a la vez arruinárselos ya que le recordaba a que no importase la situación Florence aun le daba cariño a la chica a través de regalos que sabia que amaba. El sonido de su teléfono la distrajo de su miseria "¿Hola?" pregunto la chica confundida sintiendo el sol golpeando su cara fuertemente 

"¡Valencia! ¡Hay un taxi abajo para ti! ¿Estas lista para tu nuevo-" La chica termino la llamada un tanto enojada con su misma manager. No tenia la culpa pero no había a nadie más a quien culpar. A pesar de estar arreglada la chica aun se veía de una manera decepcionante, se notaba su tristeza, transmitir un humor del que nadie quería acercarse. Valencia bajo del hotel con sus maletas y perro en mano y se dirigió hacia el taxi cerrando la puerta un tanto fuerte y evitando la mirada del conductor "¿Cómo estas?" pregunto Addison bajando sus lentes de sol para ver a la chica quien ni siquiera le dirigió la mirada con una mueca en sus labios. La manager finalmente entendió lo que sucedía y le dio una señal al conductor para que conduciera al aeropuerto. Valencia suspiro acomodandose en su asiento, no había hablado con Florence desde que se retiro, ni siquiera un mensaje o un mensaje de voz de odio. Dentro de aquella tarde lo único que pudo hacer Valencia era escribir canciones, era como una terapia para ella, eran demasiadas para siquiera contarlas. Las memorias de estas dos no dejaban la mente de la chica. La primera vez que sus labios se tocaron. Aquellas veces que Florence le enseño cómo dar besos de todo tipo. Su primera comida juntas. Aquellos sentimientos primerizos cuando se encontraban en el set teniendo nervios cada vez que sus manos rozaban o cuando sus miradas se cruzaban. ¡Su primera vez! El mejor sentimiento que tuvo Valencia en su vida, aquella sensación de placer que nunca había sentido hasta el momento que conoció a Florence. Nunca olvidaría cómo las manos de Florence le provocaba piel de gallina en cada toque. Como cada beso tenia un sabor inigualable pero lo que mas adoraba. Su personalidad, como esta siempre estaba alegre y contagiaba su risa. La manera en que bailaban con cada tipo de canción. Los chistes internos como el azúcar de sandia o quizás como estas se acurrucaban cada oportunidad que tenían. En verdad extrañaría cada detalle de esta. Lo único que le restaba de ella era el perro sin nombre que tenia gracias a ella. 


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