- ¿No puedes dormir? -susurró Luisita a las espaldas de Amelia.
- No dejo de pensar que Luna se debería acostumbrar a dormir en su habitación. -Amelia se removió por la amplia cama de matrimonio hasta quedar frente a Luisita.
- Pero cariño, solo es una pequeña racha -la animó la más joven depositando un corto beso en los labios de la morena.
Amelia sopló abatida, sabía que no tenía nada que ganar contra la insistencia de su chica.
Habían decidido que por el momento las cosas estaban bien así; Luna se acostaría con ellas y una vez viesen que entraba en su sueño más profundo, la trasladarían a su propia habitación.
Así lo hicieron aquella noche cuando, pasadas las 12, su hija respiraba tranquilamente cayendo rendida en el colchón de sus madres.
- Además, duerme toda la noche del tirón -continuó la rubia. -No tenemos porque preocuparnos. -esta vez sonó más insinuante cuando enredó sus piernas con las de Amelia.
- Luisi... -se quejó la otra.
No fue suficiente reprimir las ganas por el miedo de ser escuchadas por su hija y, Amelia, se dio por vencida cuando notó las manos frías de su novia colarse bajo la camiseta de su pijama.
Ambas empezaron un baile frenético bajo las sábanas. Buscaban el máximo contacto la una con la otra, pero evitando que el canapé de aquella cama sonara y fueran interrumpidas.
- Shhh... -susurró Luisita contra los labios de Amelia cuando sintió la humedad de su chica entre sus dedos.
- Pff... -sopló la morena atrapando la boca de la otra. Sentía como las yemas de los dedos de su novia acariciaban esa zona que tanto la enloquecía.
- Esto no debe de ser bueno -rió Luisita contagiando su risa a la otra.
Entre risas casi silenciosas y jadeos sin sonido, sellaron aquella habitación como si solo existieran ellas.
Se fundían en un mismo cuerpo, sin dejar paso al aire entre ellas. Les sobraba toda prenda de ropa, les estorbaba hasta la piel. Querían sentir el cuerpo de la otra hasta el punto de poseerlo y no dejarlo escapar.
Llevaban tanto tiempo con sexo esporádico y a escondidas de la pequeña, que reprimían el deseo acumulado de semanas atrás.
- Te echaba de menos. -jadeó Luisita viendo como Amelia se dejaba llevar perdiendo del todo la cordura.
La morena sujetó entre sus manos la cara de su chica y pegó su frente con la de ella; entremezclando sus alientos.
- Lu.. Lui... -intentó pronunciar Amelia cuando sintió que una descarga eléctrica recorría su cuerpo desde la punta de sus pies.
- Aguanta un poco más... -le pidió deseosa Luisita.
Fue justo en el momento en el que Amelia mordió fuertemente el labio de la rubia cuando unos pequeños pasos se acercaron a su habitación, entreabriendo la puerta y dejando paso a un pequeño cuerpecito de media melena castaña ondulada.
- Mami...
- Mierda -se separó Luisita.
Amelia cubrió rápidamente el medio cuerpo desnudo de la rubia y se sentó en la cama descolocada, buscando de donde provenía esa dulce voz.
- Cariño... -sopló la morena intentando recomponer su respiración.
Luna, frotándose los ojos a causa del sueño, se acercó a los pies de la cama de sus madres, donde Luisita se colocaba la camiseta de su pijama.
ESTÁS LEYENDO
✨🌙 Little Moonlight🌙✨ ~ Luimelia One Shot.
FanfictionLuna llegó como ese destello de luz que necesitaban en su camino. Luisita y Amelia viven la vida que muchas mujeres de los años 70 hubiesen querido disfrutar. Ahora, en el siglo XXI, ambas se embarcan en esta nueva aventura llamada maternidad.