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—¡¿Por qué no le pediste su número?! —gritó Jaemin, reprochado a su amigo.

Ya hace dos días que había pasado la convención. Gracias a Dios —¡cuáles gracias! Haechan quería sexo duro— se había encontrado con el trío cruel, disfruto de ver las presentaciones de sus amigos y de ver el lindo espectáculo de fuegos artificiales.

Sí, se podía decir que fue un excelente viaje, si no contamos como lo sacaron de su propio cuarto para que los novios se dieran su "reencuentro".

Lo siguiente fue otra vez la despedida, fotos juntos, tomar otro autobús hasta llegar a casa y dormir para el fin del mundo. Pero Jaemin tuvo que venir a verlo en la mañana para tomar un café.

—En verdad no entiendo —dijo por cuarta vez el pelirrojo, empezando a colmar su paciencia.

Donghyuck no respondió, solo recordar a ese extranjero y su beso le provoca tocar sus labios y sonreír en el proceso.

Era un bonito recuerdo.

—Solo pasó Nana, fue un simple beso.

El mencionado frunció el ceño sabiendo que no era solo eso cuando su amigo lo recordaba con tanto agrado.

<< Donghyuck idiota>>

—Como sea ¿Quieres más café? Quiero más chocolate —preguntó estando pie, su compañero asintió entregándole su taza para que su amigo pueda llenarlas.

La verdad es que es más divertido recordar y contar las cosas pensando que fueron muy buenas, guardar los detalles más íntimos y creer que ese lindo encuentro fue una causalidad.

—Un chocolate y un americano, por favor.

Pero otra vez, reafirmando, las casualidades son obra del destino cruel, que tiene toda una baraja en sus manos para reírse de ti.

—Claro...

—¿Mark? —sus ojos se abrieron  levemente con júbilo.

—¿Haechan? —imitó, con sus pupilas saltando y brillando un poco.

Sí, con certeza el destino era un jugador excelente.



©Dream sun

¡Cuídense mucho y laven sus manitas!

Kiss 「Markhyuck」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora