Capítulo 7

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Jack

Tras despertarse con la mano de Helena en la cara, ha abandonado la cama, dejándola dormir un poco más con Aarón y ha ido a los baños intentando no hacer ruido, ya que las camas a su alrededor están en su mayoría ocupadas.

Al terminar, camina con paso ligero hasta el comedor, donde ya hay gente comiendo. Como está en periodo de prueba, puede comer cuando quiera, por lo que se acerca a una fila de gente que espera una bandeja. En ella hay un bol con leche y al lado un poco de pan, jamón y queso.

Una chica sonriente le tiende la bandeja y él mira alrededor, pensando en donde sentarse. Se fija en que Orión está sentado en una esquina, solo. Extraño cuando el resto de la gente está de alguna forma acompañada.

Se encoge de hombros y se acerca a lo conocido. Deja la bandeja en la mesa, sintiendo todas las miradas en él y saluda alegre a Orión, que levanta la vista sorprendido. 

—No iba a ir a despertaros hasta dentro de una hora. Solo los guardias nos levantamos tan temprano.

—No quería dormir más—se encoge de hombros—Ya he dormido durante bastante tiempo.

Orión se encoge de hombros y los dos continúan comiendo. Al terminar, ambos se dirigen a la zona de entrenamiento, donde una aburrida Helena está ya esperándolos. A su lado, atado con unas cuerdas y un pañuelo en la boca, se encuentra Aarón. 

—No paraba de hablar—responde ella a la pregunta no hecha.

Antes de que Jack pueda agacharse para liberar al pobre niño, aparece corriendo una niña rubia con una corona dorada en la cabeza. Su cara angelical muestra una mueca y tras colocarse al lado de Aarón, se pone a señalar a Helena y a gritarle. 

—¡Como te atreves a atacar al príncipe heredero! ¡Que le corten la cabeza!

Orión permanece impasible a su lado, sin hacer nada. Él aprovecha que todos les observan para liberar a Aarón, que le lanza una mirada agradecida. Coloca entonces una mano en el hombro de la niña para tranquilizarla. Ella se gira hacia él, totalmente enfadada, lista para saltar, pero al verle se ruboriza y cierra la boca. 

—¡Oh!—deja escapar finalmente—Mi futuro marido. Soy Annalise.

Jack esboza una sonrisa ante la niña. ¿Es tan irresistible para las mujeres? De reojo mira a Helena, que no parece nada celosa de que la niña se haya enamorado de él en unos escasos segundos. Claramente su encanto no surte efecto en ella. 

—Princesa—aparece corriendo una mujer—No puede correr por ahí como si….

—Aarón lo hace y no le dicen nada—se enfurruña ella.

—Es un chico y sabe cuidarse a sí mismo—le responde Jack, consiguiendo un resoplido por parte de Helena.

—Tú puedes protegerme—se acerca a él la niña.

De un rápido movimiento, Aarón arranca la tiara de la cabeza de la niña y echa a correr. Ella grita a los guardias de alrededor para que le detengan, pero ellos se mantienen inmutables, como si la escena no se estuviera desarrollando ante sus ojos. Al final ella no tiene más remedio que correr.

Con los niños fuera de escena, Orión da una palmada y señala las dianas. 

—Empecemos con las pruebas.

Jack mira el arco que su nuevo amigo le tiende y lo coge con torpeza. A su lado Helena parece estar en su salsa. Con cuidado coge una flecha e intenta recordar el dibujo de un libro que leyó, sobre un arquero que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. 

De sangre azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora