Entre un largo llano fangoso con charcas profundas y un bosque estrecho en donde poder correr era muy difícil por la densidad de los árboles, había un puente colgante de madera.
En el llano había un grupo de soldados humanos con lanzas largas, mientras en el lado del bosque había un puñal de monstruos tratando de cortar el puente colgante con una espada.
Sin embargo, no pudieron hacerlo. En el momento en que intentaban cortar una soga, se reparaba antes de que fuera cortada completamente.
Al no poder cortar el puente y por lo tanto darle chance a los humanos a cruzar, los monstruos agarraron sus armas y se mantuvieron en el puente.
No iban a dejar que los humanos llegaran hacia ellos.
El puente se movió de lado a lado en el momento en que 3 humanos decidieron cruzarlo.
—¡Flechas!
Al escuchar el grito de los humanos, uno de los monstruos tomó un escudo de madera que portaba en su cintura.
Se colocó de frente para proteger a los monstruos detrás de él.
Sin embargo, su esfuerzo y su dedicación no eran suficiente para ayudarlo en esa situación.
La flecha, cubierta de una brillante capa roja, cruzó el puente en cuestión de segundos, atravesó el escudo e hirió el pecho del monstruo.
—Tontos monstruos. Aunque son realmente testarudos al intentar proteger este lugar
Con una herida en el pecho y con un pulmón atravesado, el monstruo soltó el escudo y extendió sus manos.
—¡Ni crean que podrán pasar!
El monstruo usó su dedo índice para escribir unas runas mágicas rojas en su pecho.
Eran escrituras antiguas usadas para usar el poder conocido como magia.
—¿Puede usar magia?
Los humanos se mostraron sorprendidos, pero también retrocedieron por precaución.
Sus instintos salvaron a los humanos ya que el monstruo corrió por el puente y estalló.
La explosión, generada de su propio cuerpo, fue capaz de destruir el puente colgante.
Separó el llano del bosque.
—Estos monstruos usan trucos sucios. Pero bueno, habrá que crear un puen...
El puente se rompió. Tenían que buscar otra idea para cruzar.
El pensar en eso los distrajo por un momento.
Una roca golpeó la nuca de uno de los humanos.
El impacto fue capaz de dejar al descubierto el cerebro de ese humano que murió al instante.
De atrás de ellos también habían monstruos.
Estaban en las charcas profundas de fango.
Aparecieron varios monstruos de mediano tamaño pero de largos brazos. Tenían piedras en sus manos, listas para usarlas como proyectiles.
La situación cambió. Los humanos dejaron de querer cruzar el lugar y se centraron en sobrevivir.
—Esto fue una trampa. ¡Fue una trampa!
Mostraron desesperación al darse cuenta que no iban a sobrevivir.
Los monstruos fueron inteligentes, mientras que los humanos eran arrogantes y confiados.
Los monstruos usaron piedras para matar a todos los humanos en ese lugar.
Y después de matarlos, los echaron a las charcas.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.