01. Adiós

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Ahogué cualquier grito de desesperación, la garganta dolía, las palabras y gritos abandonaron mi boca sin pertenecerme, sólo sentía mi sangre subir hasta mi cabeza por la rapidez de mi cuerpo bajar las sábanas y ropas hechas nudos.

Mis manos y uñas se aferran porque literalmente mi vida depende de este sin fin de trapos, asustada pienso en si en verdad queda cordura en mi o desapareció junto a los recuerdos de mi madre.

Entre toda esta locura, la noche con motas de luz y mi notable desesperación mi mente viaja a recuerdos recientes, ¿Estoy muriendo? ¿Esta es la primera fase?

Una despedida nunca es fácil, por muy alejados que estemos de alguien; el dolor siempre aguardará en algún lugar del corazón.

No hubo explicaciones, ni llantos, ni lágrimas.

Tal vez sea la mejor despedida, dejar las cosas inconclusas y no finalizarse de manera dolorosa, es como dejar una coma, un punto y aparte, con la única esperanza de que se vuelvan a ver.

"—Papá te amo."

Me miró unos segundos y siguió hacia una de las mesas de la ceremonia del brazo de mi madrastra, silencio.

Fue la mejor despedida que mi ser podría haber hecho.

Definitivamente decir que quieres a alguien es mil veces mejor que un "adiós"

Cerré los ojos con fuerza, estaba llegando al final del trayecto, el suelo, sin tener mucha precisión me agarré con toda la fuerza que mantenía en mi alma y brazos para no caer de lleno al suelo, oh dios santo, funcionó, estoy viva.

—¡Estoy viva!— Con cuidado me paré en el césped, frío debido a la pequeña lluvia de hace unas horas, el olor a tierra mojada llena mis pulmones de vida, hoy mi vida empieza aquí.

Desearía poder tirarme al suelo, mojar mi vestido carísimo color púrpura y danzar entre la noche con la luna y estrellas de espectadores, pero no estoy aquí por nada, debía huir.

—Oh maldición Peter estará esperando.

Efectivamente, al llegar el cochero de mi familia estaba angustiado sentado en mitad del camino junto al carruaje, escondido entre la noche y un árbol, se mordía las uñas por no tener otra cosa con que quitar su estrés, el siempre hace eso.

—¡Joder! ¡Lily! Me tenías preocupado, pensé que te encerraron.— A pesar de ser unos pocos años mayor que yo, siempre actuaba como mi hermano cuando estábamos solos, yo se lo pedí porque con los años él se volvió mi mejor amigo.

—No es fácil correr con mis tacones dorados, son pesados.
Respondí, el jaló con determinación mi brazo sin dejarme decir una palabra pues cuando quise darme cuenta ya estaba metida en el carruaje.

—Será mejor que te agarres porque esto correrá lo más rápido, nuestras cabezas están en peligro ahora mismo.

—Gracias, Peter, te quiero.

Una sonrisa me regaló y sin decir nada más el camino fue apresurado, en silencios y nuestras respiraciones alteradas, la suya más que la mía.

Peter es lo único que me ha demostrado el calor familiar, si toda está locura de plan funciona cuando sea reina estará él a mi lado, en el mejor puesto.

Un suspiro sale de mi boca, estoy aturdida, hace unas semanas mi cocinera Olga me comentó sobre el reino cercano, el caso Blanca Nieves, no la he podido ver en las reuniones o ceremonias reales pero he oído su historia.

Lo único que llamó mi atención fue unos pequeños seres verdes que se convirtieron en unos verdaderos príncipes y salvaron al reino de la princesa de cabello azabache y ahora son muy aclamados por la gente.

Tendré que pagarles una gran cantidad, pero ¿Cuánto es eso por mi reino y familia? Nada, por ellos daría hasta mi propia vida en venta.

Mi cuerpo ahora reposa contra la puerta del carruaje, mi cabeza apoyada para directamente observar la luna seguirme, siempre me ha causado gracia y de pequeña realmente pensaba que le gustaba seguir mis pasos, pero a pesar de que sea mentira, me gusta pensar que sucede eso.

A veces las mentiras pueden ser las más hermosas, ¿No? Y las verdades pueden llegar a ser las más horribles y con pizcas de dolor.

"—Deja de mentir sobre tú madrastra."

"—¡Pero papá! Es cierto, debes creerme yo—"

"—¡Que te calles!"

Una lágrima traicionera recorre mi mejilla como una flecha, pero sólo sería una, una sola gota de dolor y debilidad, pues esta nos hace morir emocionalmente o físicamente.

Mi mente divaga entre más recuerdos amargos, la imagen de la luna se hace borrosa y quedé dormida entre la luz de mi querida que le gusta seguirme y la oscuridad de mi alma.

—Lily, Lily, ¡Princesa Lily!

El perfume de Peter llega a mi nariz y levanto de golpe, el paisaje sigue oscuro, aún es de noche, que rápido.

—Lo siento Peter me dormí.

—No te preocupes, no quise despertarte pero hemos llegado antes del amanecer como me pediste, ¿Quieres que te acompañe?

Negué, rotundamente no quiero que Peter sea parte de esto, más de lo hecho.

—Es muy arriesgado, volveré, ¿Si? Volveré y seré la maldita reina, ahora quiero que regreses a tu hogar con tu familia, finjas dolor y sorpresa al escuchar sobre mi desaparición y pasar desapercibido.

Unos brazos me rodearon con fuerza, el abrazo de Peter fue lo más reconfortante que he tenido en muchos años, pero a la vez todo el muro de fortaleza se me desvanece con lentitud queriendo ser una pequeña princesa en busca de protección y de todo lo que una vez tuve.

—Hasta que nos veamos, princesa valiente.

—Siempre soy y seré valiente, hasta que nos veamos Peter.

Una risa enternecida salió de sus labios y marchó media vuelta volviendo a su carruaje quien no tardó segundos para marchar en el lado contrario a mi, desapareciendo en pocos segundos debido a la rapidez de los caballos.

La sonrisa que mantenía se convirtió en una mueca luego una segunda lágrima y corrí por el bosque sin tener realmente una dirección concreta, rezando para que los siete valientes aparezcan de la nada.

Necesito ese milagro que Blanca Nieves tuvo.

☀️

Nota de autora:
Hola chikis! He cambiado esta historia por completo y sólo quería avisar por si veis las diferencias desde el prólogo y el capítulo dos.🪐 se despide Saturno oh si. ¡Gracias por leer!

Princess & Magician. ☀️Merlin fanfic.Where stories live. Discover now