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Harold, Chambi y Carlos están en la casa del primero, escuchando el soundtrack completo de High School Musical mientras se preparan para la fiesta.

-Realmente espero que Edward baile conmigo hoy –Dice Harold mientras se cambia.

-Creí que eras novio de Mau –Carlos no deja de verse la cola en el espejo.

-Bueno, sí. Pero para darles celos a Edward.

-¿Cómo va a funcionar eso si Edward ni siquiera te voltea a ver? –pregunta Chambi.

-Se dará cuenta de cuan genial trato a Mau y va a empezar a apreciarme por lo que realmente soy.

-No con tu personalidad.

-Definitivamente no –secunda Carlos.

-Es un plan a largo plazo –Harold hace una mueca- empezando porque Mauricio no irá hoy. Según está mal porque alguien lo traicionó o algo así, no le presté atención cuando me lo contó.

-Entonces debes impresionar a Edward –Chambi sonríe- y solo hay una manera de hacer eso.

Carlos asiente y ve a Harold.

-Creo que Beltrán necesita un...

-Makeover

-Macarrone- make, makeover –tose Harold para tratar de disimular.

-Espera, ¿Qué? –Chambi lo ve.

-¿Dijiste macarrones? –Carlos pregunta.

-No, yo dije makeover.

-Yo escuché macarrones –Chambi alza una ceja.

-Nope.

Carlos rueda los ojos y empieza buscar cosas en el closet, topándose a Shawn ahí.

-Probemos algo rebelde.

-Algo que diga soy una prost1tuta, pero no tengo SIDA –agrega Chambi.

-Entonces nada de Ariana –Carlos refleja la decepción en su rostro.

-¿Quizá pueda tratar siendo yo? –Harold los ve, pensando en lo que hacen.

-No –los dos dicen a la vez.

Después de una intensa sesión de cambios de ropa y manoseo, Harold viste una camiseta de franela roja, jeans y botas. Su cabello está algo rizado. Luce igual de machorra que Alessia Cara.

-Nos hemos superado –Chambi lo ve con orgullo.

-Nuestro mejor trabajo hasta ahora –Carlos chilla.

-¿Creen que es suficiente para ganarme a Edward?

Ambos se quedan en silencio. Harold pasa la vista de uno a otro.

-Di, dije ¿Creen que es suficiente para ganar-

-No hacemos milagros, Harold –lo interrumpe chambi.

Pero estos tres no son los únicos que se preparan para la fiesta. Marcie y Dafne conducen en el auto de la última, con dirección a casa de Miguel.

-Qué horror con que tus papás no te den permiso de salir a una fiesta –se queja Marcie, haciendo referencia a Miguel, quien se piensa escapar.

-Ya sé, y la excusa que le ponen es tan tonta –Dafne rueda los ojos y empieza a imitar la voz gangosa de Miguel- "El doctor me dijo que debía guardar reposo por mi deshidratación extrema"

-Tan fuera de onda –comenta Marcie. A pesar de que su auto es polarizado, y es de noche, conduce con lentes de sol.

-¿Estás segura de que ves con eso? –Dafne le pregunta.

Ogralessia La NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora