Capitulo 11

0 0 0
                                    

Cuando abro los ojos, está ya por amanecer, pues se ve más claro, aunque no entiendo en donde estoy, miro a mi alrededor y solo es bosque, comienzo a recordar lo que me sucedió ayer y me dan unas ganas fuertes de llorar, que es lo que me pasó? Por qué no recuerdo nada? Me pongo de pie para observar mejor en donde estoy, pero un agudo dolor en cada parte del cuerpo me lo impide haciendo que vuelva a quedar sentada, no tengo mis zapatillas y me doy cuenta que tampoco traigo el vestido rojo que me había puesto ayer, estoy embarrada de lodo por algunas partes del cuerpo, y mi cabello está totalmente despeinado.
-tan borracha o drogada estuve anoche? - me pregunto para mí misma, pues es extraño, no recuerdo haber consumido alguna droga, y bebido si, pero no lo suficiente para estar tan borracha.
Después de media hora, decido soportar cada dolor al moverme, pero me sorprendo al ya no sentir tal dolor, sino un leve cosquilleo, observo mis manos detalladamente, al parecer no solo es barro seco, sino que también hay sangre seca en mis uñas, cierro los ojos y trato de oír algo a mi alrededor, digo es que llevo casi un mes teniendo un súper oído, espero mínimo me funcione a mi favor esta vez. No entiendo cómo es que siempre termino en el bosque, perdida, ahora solo falta encontrarme a Eros y que se burle de mí, o peor aún, que piense que he matado a alguien.
Comienzo a caminar por 15 minutos, o eso creo, pues ahora tengo la costumbre de recorrer kilómetros en minutos, aunque mi incomodidad crece porque estoy completamente desnuda, ahora si le hago presente a mi nombre, como el de Eva, la primera mujer del mundo. A lo lejos diviso algo un trapo rojo y entonces comienzo a correr, debe ser mi vestido, que estando borracha me dio por quitármelo; cuando lo tengo en mis manos lo analizo y observo que está completamente roto, desgarrado diría yo, comienzo a llorar, pues en mi cabeza se hacen miles de ideas retorcidas del porqué estoy batida de sangre seca y de mi vestido roto.
Después de llorar media hora, intento seguir caminando, el sol está por salir y no puedo, más bien no quiero andar por el bosque desnuda, intento cubrirme con lo poco que queda del vestido, pero es muy inútil; no sé si estoy caminando en vueltas o es que enserio está enorme este bosque; al cabo de una hora, ya ha salido el sol, y a lo lejos, bastante lejos escucho el ruido de agua cayendo, como si fuese de una cascada. Comienzo a correr y me percato de que si antes corría rápido, ahora soy más veloz, conforme corría el sonido se acercaba, pero recordando el día que conocí a Eros, debe estar bastante lejos. Cuando estoy parada frente a una cascada, lo verdad no entiendo, como es que existe este lugar y el pueblo entero no lo supiera ya, me tiro al agua sumergiéndome en ella, tenía que lavarme bien, pues me daba terror verme así; cuando comienzo a lavarme la cara, veo que más sangre sale con el agua. 5 minutos después de lavarme, escucho que gente se acerca riendo y soltando groserías, me escondo detrás de la cascada para evitar que me vean.
-tenemos que encontrarla, según tenía entendido, la conversión fue esta noche, ojo, por lo que Max me contó la mujer es una hibrido, pues disfruta de la sangre humana- dice un tipo con la voz bastante gruesa.
-pero si está en el bosque no creo que haya problema- responde otro hombre con la voz más aguada que el primer hombre.
-pues si es hija de quien creo que es, según mi madre, no solo es una hibrida, sino una tri hibrida- dice creo que primer hombre.
-Óscar, hermano, se lo que sea, es nueva en esto, no tiene a nadie que la respalde y no creo que tenga razón de su propia existencia- habla un tercero respondiéndole al primero, que al parecer se llama Óscar.
-a seguir buscando entonces, si no queremos que destrone a Eros como Alfa y a mí como Beta- dice Óscar, pero que rayos, dijo Eros? El que tiene que ver en todo esto, acaso el sabe todo esto? A quien están buscando? Al parecer es a una mujer, noo y es que pobrecita cuando la encuentren, se escucha que estos hombres no andan con juegos.
Escucho como las voces se van haciendo nulas en el aire, así que supongo ya están lo bastante lejos como para que me oigan. Salgo detrás de la cortina de agua que me cubre y me detengo a pensar un segundo, tal vez esta cascada me lleve rio abajo, en donde Eros y yo saltamos, entonces sabría cómo regresar a casa, pero como estoy desnuda completamente, y ya descubrí que el bosque no está solo, mejor me voy nadando rio abajo, pues la corriente me dará ventaja.
Llevo como veinte minutos nadando rio abajo y ya me cansé al parecer no estoy tan en forma como lo pensé, pero a lo lejos, logro divisar la bajada en donde pude salir del cauce del rio. Nadé con las pocas fuerzas que me quedaban hasta la orilla y es entonces cuando lo veo a el, sentado en una roca observando desde donde saltamos, en cuanto ve que algo en el agua se mueve se pone de pie.
-Eva...
-Eros...

La sangre también también traicionaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora