La sangre también también traiciona

Capitulo 17

-quiero hacerlo, quiero que me cuentes todo lo que. - le digo y escucho que carraspea, entonces cuelgo sin esperar respuestas.
Ha pasado dos días desde que confronté a mis padres, no he salido para nada de la habitación, lo bueno de tener una habitación enorme, es que puedo tener un mini refri, aunque el hecho de ser millonaria hizo que estuviera completamente lleno de jugos, y comida chatarra, justo lo necesario para sobrevivir tres días de ello.
Eros no ha llamado, lo cual agradezco pues necesitaba mi espacio y mi tiempo, tomo el teléfono y busco el número de Eros, a decir verdad, mi nuevo número tiene una agenda muy reducida, aunque normalmente me sé los números porque los celulares los pierdo casi siempre.
-Eros..he... hola, espero siga en pie sobre lo de darme más información.- le digo voz titubeante, nerviosa y a punto de quebrarse, pues no creo reponerme tan rápido y menos en dos días.
-claro preciosa, te veo en el atardecer, paso por ti. – dice y entonces cuelgo, supongo vendrá s tirarme piedras a la ventana, si con eso se refiere a pasar por mí.
Me meto al cuarto de baño y comienzo a llenar la bañera, saco mi chaqueta negra, mis botas negras, playera blanca y jeans negros, meto unos cuantos billetes a mi bolsillo trasero, meto mis audífonos al bolsillo de mi chaqueta y comienzo a juagr con mi celular hasta que en la pantalla aparece un mensaje diciendo que va llegando. Me acerco a la ventana, pero esta vez llega un segundo mensaje que dice que está en la puerta principal.
Salgo por primera vez de mi habitación, observo a los lados y bajo las escaleras, escucho que todos se callan al pasar por el salón, Trixie me habla, pero no me detengo. Al salir veo un auto negro con vidrios totalmente polarizados, abro la puerta y le sonrío.
- O sea que si eres alguien civilizado. - le digo sonriente abrochándome el cinturón de seguridad, él sonríe silenciosamente y niega, sale bastante rápido del parking de la mansión, y entre más nos alejábamos más tristeza y alivio sentía.
- A donde me llevas- voltea a verme, pero no responde más que con una sonrisa, nos detenemos en un sitio de comida rápido.
- Oye si quería una cita solo tenías que pedirla. - le digo y le sonrío egocéntricamente.
- Ahora te pareces a mi he. - dice y entonces mi sonrisa desaparece, porque es cierto, me escondo detrás del humor egocéntrico para sentirme bien o al menos intentarlo.
Me bajo del auto y lo sigo ya que me ha dejado en el auto, nos sentamos en la mesa más alejada de la realidad, lega una mesera bastante ofrecida, le sonríe a Eros, toma nuestros pedidos y le guiña el ojo, se aleja meneando todo el trasero intentando llamar la atención de Eros, pero este no se mosquea.
Una parte de mi dice "anda cabrón, voltea", pues se enciende la fiera interior que grita desgarradoramente MIO.
- Muy bien, para que me trajiste aquí, creí que iríamos al bosque. - le digo desinteresadamente.
- No tienes que comportarte como una perra sabes, yo solo trato de ayudarte. - entonces abro la boca como, pero nada sale de ella, me ofende que me diga eso, pero en cierta forma tiene razón, asiento y miro hacia otro lado.
El saca un sobre más grande y una bolsa de papel que contiene dios sabrá qué, se acerca la mesera con nuestros pedidos, le coquetea como si yo no estuviera aquí y cuando me da mi pedido a mí, casi me lo vienta a la cara, cuando al parecer se va, regresa y le da un papel, se acera su oído y le susurra algo para que no escuche, gracias a dios por mi nuevo oído desarrollado escucho "por si te sientes solo en la noche papi" OK basta. Me levanto tomo a la chica de la muñeca, hago que se de media vuelta, tomo el papel y se lo meto a la boca, me acerco a as su oído y le digo "por si tienes hambre, porque se nota que tienes ganas" entonces la suelto empujándola, le sonrío y digo en voz alta, gracias por tu mal servicio zorra.
Cuando vuelvo a sentarme Eros está bastante sorprendido y entonces sonríe, lo miro con cara de pocos amigos y entonces borra la sonrisa.
- Está bien, a lo que vinimos. - dice y saca unos papeles del sobre, que parece ser un acta de matrimonio.
- Emiliano Coronel y Erika Cáceres. - pronuncio mientras toco las letras doradas, las lágrimas comienzan a descender por mi rostro, alzo la vista y el solo me ve nervioso.
- Estas tocando el acta en donde hay dos sellos reales muy importante. - dice y en lo poco que me queda de cordura comienzo a reírme como loca, me sorbo los mocos y niego mientras me rio.
- Por lo que sé o por lo que me corresponde saber, por ser... quien soy pude investigar. -dice, pero aun no entiendo que quiere decir con eso.
- Eros, si quieres decirme algo, dilo completo, porque dices cosas que no logro entender. - le digo mientras sigo observando el acto.
Saca más foto y comienza a decir una historia mientras a mostrándome.
-existen dos especies que por naturaleza son enemigas, pero se dice que hay una profecía, que el día que estos consuman un amor, nacerá un heredero al trono universal, pues existen tres tipos de... reinos, decían que solo eran cuentos pues los abuelos de mis abuelos de sus abuelos contaban esa historia para hacer que los niños se durmieran y descansaran en paz, normalmente nosotros, los tres tipos de especies estamos destinados a un compañero de vida, nosotros lo llamamos mate, otros les dicen tuacantantes y el otro a veces le dicen alma gemela, generalmente se viene de dos en dos con la misma especie, pero la diosa luna juntó a donde de las especies amigas haciendo su compañero de vida, de eso nació una niña Erika que era próxima a ser una líder de uno de los reinos, ella nació con tu marca, anunciando que una descendencia bastante exótica vendría, pero eso no lo sabía nadie salvo ella y su madre, cuando ella tomó el mando y a los pocos meses ella encuentra a su mate, pareja de vida, todos esperaban que consumasen su amor y que la descendencia al trono siguiera, pero nadie esperaba que lo rechazaría habiendo un tercero, que era Emiliano Coronel el líder del enemigo natural, los líderes se amaban intensamente, como si la diosa luna los hubiera bendecido con dichas compañías, ellos se casan y uno de los reinos se vuelve el más poderoso, juntos eran imparables, hasta que la ambición pudo en uno de los reinos haciendo la creencia de posible traición en ambos lados, se dice que Erika estaba embarazada y en cuanto se lo dijo a Emiliano decidieron abandonar los tronos por proteger a su primogénita, la madre de Erika, Martha, quien era reina del tercer reino los protegió haciéndolos inrrastreables al menos la sangre del primogénito, cuando este naciera tendrían que protegerlo, y así fue, los primeros dos meses pudieron pero era muy peligroso, dejaron al bebé en Rouse Patrick con la esperanza de que tuviera una vida plena y su pequeño pasado no la alcanzara, tomando así la foto que viste en tu casa, ese bebé nació con la misma marca de nacimiento que la de Erika y la tuya.- dice pasándome la foto más cerca y detalladamente, si tiene esta foto es porque ella de estar...muerta, una lagrima sale de mi ojo derecho y entonces decido preguntar.
-ella estaaa...- no puedo terminar la oración porque se me quiebra la voz, pero el solo asiente.