Alianza. Cuarta parte

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Nadie habló por un tiempo, había regresado ese profundo silencio. Aceptación cruzaba por la mente de los Lan, ya que lograron sentir mayor confianza en aquel informante secreto.

Wei Ying intentó llamar con la mirada a Jiang Cheng, pero éste estaba releyendo el mensaje de Wen Qing.

Jin Guangyao miraba la escena, completamente fascinado. Ver trabajar a cuatro grandes mentes (y a Huaisang) al mismo tiempo lo tenía maravillado. Pero tenía que romper ese silencio.

- El tío Qiren me dijo que la mayoría de las llamadas de la señora Chen fueron realizadas a las madres de los otros desaparecidos – comentó – Creo que deberíamos interrogar a la señora Chen –

- ¿Por qué, A-Yao? – la mirada de su esposo era de pura confusión, le sonrió - ¿La madre hizo algo extraño? –

- Sí, A-Huan, no lloró – explicó – cualquier madre caería en llanto, desesperación o ira si se enterase de la muerte de sus hijos, pero ella realizaba llamadas al mismo tiempo que el equipo sacaba el cuerpo de su hijo de la piscina –

- También noté eso – dijo Wuxian – pensé que estaría llamando familiares, pero veo que no –

- ¿Cómo reaccionaron las demás familias? – preguntó Xichen - ¿Los investigaron los agentes de Tío? –

- Al parecer todos movieron hilo en el bajo mundo. Ya han contratado a los diez mejores detectives privados, dos... em... personas especiales para investigación – miró de reojo a Jiang Cheng – y el departamento de seguridad no deja de recibir llamadas –

- También habrá una protesta – comentó Huaisang, todos los miraron extrañados – Los compañeros de la universidad asistirán mañana a las instalaciones del gobierno, en la plaza principal – explicó, sintiéndose nervioso por las miradas concentradas en él.

Wei Wuxian - ¿Cómo sabes eso? –

- Algunos de los chicos que trabajan en la Casa del Sable asisten a esas escuelas – respondió – Todos ya pidieron permiso para ausentarse mañana. Cuando mi hermano les pidió el motivo todos dijeron que harían una protesta pacífica para que hagan justicia por los chicos –

Jiang Cheng soltó una carcajada – Siempre se pierden personas de esas escuelas, tanto de la universidad como del bachiller – apresuró sus reclamos – Como los chicos que pagaban las bebidas, organizaban fiestas y eran quienes tenían más seguidores en redes son los que están desapareciendo se atreven a hacer una protesta, pero los otros chicos ¿qué con ellos? Los que forman parte del club de lectura o de ajedrez, los tímidos que se sientan en el rincón ¿Quién marcha para buscarles justicia? –

El silenció reinó la estancia. Las palabras de Jiang Wanyin eran la verdad que nadie se atrevía a revelar. Durante años se habían reportado crímenes dentro de esos lugares, pero nunca nadie protestó en nombre de alguien más. No hasta ahora.

- Wei Ying – le llamó su esposo – Dijiste que podría ser un crimen de venganza ¿cómo? –

- Lan Zhan, ¿qué quieres decir? –

- Que tu hermano tiene razón –

- ¿En qué? – Jiang Cheng estaba confundido – Yo solo mencioné que hay muchos crímenes dentro de esos lugares, no es nada nuevo –

- Cuñado, tienes razón – exclamó Guangyao, levantándose de su asiento – Cuando investigaron en el ambiente escolar es lógico que les preguntaran a los amigos de los desaparecidos. Pero no de aquellos con quienes no tenían amistad alguna –

- ¿A qué te refieres? – Nie Huaisang estaba cada vez más confundido

- A que es posible que aquellos chicos tímidos, retraídos o diferentes hayan sido discriminados por las víctimas – caminaba de un lado a otro, organizando las ideas en su mente – Entonces si alguien quisiera cometer un crimen de odio podrían ser ellos, cansados de los abusos y burlas de los demás – concluyó.

Esa brillante idea era el detonante que dirigíala investigación cada vez más al final. O eso pensaban ellos.

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora