No puedo creer que Remus este aquí, a mi lado, seguimos en la casa de los gritos, está más delgado, ojeroso y muy cansado, me duele verlo así, es de las personas que menos lo merece. Hace unas horas lo he convencido de que duerma, que estaré al pendiente, de todos modos, sé que aquí no corremos peligro, y no me molesta velar su sueño.
Me sorprendo al ver el amanecer por las rendijas de las tablas, sin poder evitarlo sonrió, debería traerle comida, pero no quiero dejarlo, sonrió al recordar a Dobby, podría ir rápido a las cocinas y decirle que me traiga de comer, con eso bastaría.
—Harry, no deberías estar aquí.
La voz de Albus me sorprendo, nunca lo escuche, siento como Remus se ríe, volteando a ver al director.
—Albus, lamento la intromisión.
Veo que el mayor niega con la cabeza y sonríe,
—Siempre serás bienvenido a Hogwarts.
—No puedo quedarme mucho, sólo quería ver a Harry y saber cómo estaba.
Mi corazón se estruja al escucharlo, ¿cómo estoy yo? ¡Estoy mejor que él! Debe preocuparse más por él, estaré bien, no debo esconderme, al menos no como él...
—Director —mi voz sale en un susurro captando la atención de los dos, —¿podría quedarse hasta Navidad? Yo podría venir a darle de comer, o podríamos darle una poción multigujos y...
—Tranquilo.
Su voz es suave, algo que es lo que menos estoy.
—Primero necesitamos sacarlo de aquí, y para eso no deben reconocerlo, al menos no al de ahora.
Su sonrisa no me deja tranquilo, sé que no le haría daño, pero aun así algo hace que me sienta incómodo. Remus no dice nada, sólo lo ve con una sonrisa, se sienta doblando sus piernas para que queden como un rombo y agacha la mirada, es cuando Dumbledore levanta su mano y escucho como susurra algo, una luz verde empieza a rodear su cuerpo, haciendo que la casa se ilumine, me preocupo al ver que sigue en la misma posición, pero, así como llego la luz, así se fue.
Sus ropas se ven más holgadas, me acerco con cuidado agachándome para quedar a su altura.
—Remus, ¿estás bien?
Levanta la mirada y me encuentro con un rostro más joven, sí, tiene cicatrices, pero no como lo había visto minutos antes, volteo a ver a Albus que ya está girando sobre sus pies.
—Será mejor que lo lleves a la torre de Gryffindor y tomé un baño. Sólo es por un tiempo, después regresará a su edad actual.
Sin decirnos más se va, regreso la mirada, viendo que toca su cara con sus manos, ambos sonreímos, y le extiendo la mano y la toma.
—Aún no me has dicho quien es tu novio, así que vamos a la torre y hablemos en un lugar más cómodo.
💞💞💞💞💞
Remus se metió a bañar hace 30 min, no sé si entrar o dejarlo pasar, cuando estoy por entrar, veo que salé con su misma ropa, arrugo el entre cejo y voy hacia mi baúl, sacando unos pantalones y una playera, debe servirle.
—Ponte esto.
Sonríe y vuelve a regresar al baño, me siento en el borde de mi cama y pienso en como decirle que mi novio es Severus, no sé cómo se lo tome, después de todo tienen la misma edad. Me muerdo el labio mirando mis manos.
—Bien, ahora que ya estoy más presentable y sobre todo limpio, tenemos una platica pendiente.
Levanto la mirada y veo a un Remus joven, como el que vi cuando hice los exámenes TIMO, le señalo la cama de Ron para que se siente, supongo que será una conversación larga. Pronto será el desayuno y debemos ver a todos los del castillo, así que debo explicarle antes de que todo se convierta en un caos.
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Del odio al amor... sólo hay un paso
FanfictionHarry Potter cursa su sexto año en Howgarts, cansado de todo lo que todas las personas esperan de él, no sabe que el destino le tiene preparado la prueba más difícil de todas, aceptar lo que esta sintiendo por su "odiado" profesor de pociones.