Ninfómana © [+18] (✔️)

Capitulo 20

Sur América, Colombia.

-No quisiera despertarlos...

-Se ven tan lindos...

Voces lejanas provocan que empiece a tomar conciencia de mi, me remuevo un poco pero descubro algo como una cadena apretando mi cintura y mis piernas, empiezo abrir los ojos lentamente acostumbrandome a la luz artificial del cuarto de hospital. Miro hacia donde siento donde me aprisionan y veo que es Louis, ahora recuerdo perfectamente que sintió miedo y no hubo mas remedio que dormir juntos, para que sintiera que no estaba solo.

Hay días donde Louis se convierte en un niño, no es ningún problema o algo, si no que su parte mas vulnerable empieza a salir y cambia a una actitud miedosa y tímida, es una buena persona, quizá se muestra duro e intimidante frente a otros, pero aquello solo es una mascara que evita salir lastimado, fue duro lograr que confiara en mi y ahora que lo conozco de verdad, llego a entender porque se esconde de los demás. Su cara está enterrada en mi pecho y sus brazos y piernas me envuelven completamente, su cabello que normalmente mantiene hacia arriba y su toque desprólijo, ahora luce completamente diferente, sus mechones yacen caídos y sin gracia por la falta de su infaltable gel.

Le hago leves caricias en su cuero cabelludo y se remueve levemente, lo hago otro rato mas hasta que bajo a su cuello, le hago cosquillas con mi uñas, odia que le haga eso, lo cual provoca que se despierte sorpresivamente, sus risa empieza a mostrarse en sus labios y su sonrisa que pocos han visto empieza asomar.

-No mas- dice con su tono ronco mañanero- sabes que odio que me hagan cosquillas.

-¿Porque?- río levemente- si te ves lindo cuando sonries- y eso es verdad, le da un aire travieso y juvenil.

-Por eso mismo, no quiero verme lindo, soy sexi y muy guapo o eso es lo que dicen las mujeres de mi- y don egocentrismo apareció.

-Si bueno, señor egocentrismo, arriba que ya me dieron el alta hace horas, creo.

-No, estoy muy comodo- su voz ronca ahora lo acompaña un leve tono aniñado y teniendo en cuenta su edad, se ve muy caprichoso, me está haciendo una rabieta, lo que me faltaba.

-No señor, vamos levantateee- alargo la última palabra por la fuerza que ejerzo para que se despege de mi cuerpo.

-Noooo- aprieta mas su agarre y entierra mas su cara en mi pecho, si es que se puede.

-Mira, hagamos una cosa, si te levantas te prometo que dormiré contigo una semana y voy a mimarte todo lo que quieras, pero ahora hay que irnos y yo vine hacer algo especifico en Colombia.

-Bien pero me cumples el trato- se levanto y se empezó a estirarse.

Mira lo que me hace prometer, este hombre me volverá loca y no de manera sexual.

Me levanto y Louis me entrega mi ropa, me quito la bata de hospital y me pongo ropa interior nueva, un conjunto azul marino con encaje, encima me pongo una camisa blanca de manga corta y unos jeans negros rotos en las piernas, y finalizando mi look me calzo unas plataformas tipo tenis color blanco y rayas negras.

Mi cabellera la desenredo y lo dejo suelto, mi maquillaje se compone de rimel, eyerline y labial rosado para que me de color a mis labios.

Tocan la puerta y entra el doctor, me mira ya lista y me dice que ya puedo irme.
Le agradezco y salimos finalmente del hospital, me estiro contenta y Louis me lleva hacia el estacionamiento, un auto negro suena al él presionar un control con unas llaves, nos dirigimos hacia el y cogemos camino hacia el cementerio, son aproximadamente las 3:30 pm y la ceremonia de aniversario es a las 4:00 pm, tenemos treinta minutos para llegar y el tráfico en la ciudad es muy molesto, busco direcciones alternativas, son muy largas pero con tal de evotar este trancón nos metemos por una callejuela muy angosta, damos vueltas y giramos varias veces, salimos hacia una calle principal y seguimos recto, unas calles mas y vemos el cementerio.

Hay muchas personas fuera en la entrada y todos tienen pinta de ser de clase media, la camioneta no es simple que digamos y llama la atención, y como no, si parece camioneta de mafioso.

-¿Porque carajos sacaste una camioneta como esta? La idea era no llamar la atención y ahora todos nos ven- estoy molesta, la idea no era esta.

-Perdona, pero los otros autos que vi eran muy pequeños y no tenia gps integrado.

-Bien- me resigno y es la verdad, hace años que no venia a mi ciudad natal, fácilmente me perderia, es inmensa, Cali es inmenso.

Parquea el auto donde hay espacios de estacionamiento e inmediatamente nos bajamos, todos los espectadores no apartan la vista de nosotros, no debí haberme puesto esta ropa, demuestro que tengo dinero y por aquí es peligroso aquello, aunque tampoco me preocupo mucho, hago parte de la élite en la agencia y estoy acostumbrada a la violencia.

-Y dices que no querías llamar la atención- se hace a mi lado y nos tomamos de las manos, empezamos a caminar hacia la entrada y las personas nos van dando espacio para pasar.

Parecemos estrellas de cine, algo en verdad no me gusta porque el mundo de la fama es falso e hipócrita, algo que con todo el alma evito.

Llegamos donde hay personas al rededor de unas tumbas, recuerdo perfectamente el sitio donde están sepultados, hay muchas caras conocidas, esta... las personas que tanto me lastimarón y que aun cuando me hicieron sufrir, no tengo ni el mas mínimo sentimiento por ellos, odio, rencor o algún otro sentimiento, no hay ni por asomo en mi corazón.

Varios miran hacia nuestra dirección, no me sorprende si Louis es bien alto y su apariencia no es común por aquí y yo, soy una desconocida o bueno, no lo soy pero dudo que me reconozcan, las gafas oscuras que tengo puestas me protegen del sol tan fuerte que hace en estos momentos.

Me las quito y las expresiones de sorpresa y algunas de desconcierto hacen parte de estas personas.

Me acerco lentamente hacia las tumbas y las veo, están muy bonitas y bien organizadas, las lágrimas se empiezan asomar en mis ojos, no las retengo y empiezan a salir, sus caras están en cada una de las tumbas, fotos de su rostro, los recuerdo vuelven a mi y siento añoranza y dolor, añoro volver en aquellos tiempos y dolor porque no volverán.

Me arrodillo frente a la tumba perteneciente de mi madre, la extraño tanto, miro hacia la derecha y esta la de mi padre, en la izquierda está la de mi hermano, extraño sus travesuras y a mi padre su risa y sus chistes malos, siento un jalón en mi hombro derecho, la verdadera batalla llegó.

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Hola lector@s, un nuevo capítulo que espero disfruten, lo escribí con mucho entusiasmo porque luego de 5 años, Samantha se reencuentra con los autores de muchas cicatrices en su corazón, sin embargo, ella con su madurez ahora adquirida, prefirió dejar los rencores de lado porque aquello solo le dejaba un peso doloroso en su alma.

Espero lo hayan disfrutado y les deseo un feliz día.

Se despide 》Sara Sanchez《

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