—¿Realmente estarás bien? Porque podrías pasar algunos días en mi casa mientras encuentras algo... mejor.- Sugirió Yoongi a su mejor amigo SeokJin mientras miraba con cierta preocupación a sus alrededores.
—Descuida, sabes que me encanta todo esto del... minimalismo. - Respondió aquel mientras miraba el departamento casi vacío en el que a partir de ése momento viviría.
—Hablo enserio, SeokJin.
—Yo también, YoonGi.
Bien. — Agregó con un profundo suspiro.—Es tu decisión. Como sea, si necesitas algo, me llamas, y si se me da la gana, entonces vendré a ayudarte.
—Vaya, realmente agradezco tu indispensable amistad.
—Sabés que estoy muy ocupado, así que porfavor, intenta sobrevivir sin mí, ¿quieres?.
—De acuerdo señor Min. — Respondió SeokJin con cierto sarcasmo.
—Bien, me largo.
SeokJin río ligeramente al mismo tiempo que veía a su amigo dejar el apartamento.
No fue hasta que la puerta del lugar fue cerrada que SeokJin logró apreciar aquella nueva posesión. Aquello que durante mucho tiempo anhelo. Su libertad.
Aunque era cierto que sentía una cierta tristeza tras haber dejado detrás la casa de su padre, por otro lado, al fin podía sentir algo de paz mental. Y esque no es como si su vida fuera un oscuro relato de tristeza sino más bien la necesidad de tomar las riendas de su vida y vivirla tal y como había deseado desde pequeño.
Afortunadamente la oportunidad de su vida había llegado gracias al gran esfuerzo que un par de años antes había comenzado a hacer. Había reunido lo suficiente para poder pagar el primer mes de renta de un pequeño apartamento, y aunque era cierto que aún utilizaba un par de veces aquella tarjeta de crédito dada por su padre, la gran mayoría de sus gastos corría por su cuenta. El almuerzo de ésa tarde por ejemplo.
Su estómago pareció renegarle el haberse saltado el desayuno, debido a la mudanza. Fue por esto que sin siquiera pensarlo, tomó las llaves del apartamento y salió del mismo aún sin saber a dónde se dirigía.
—Irlandés y pastel de vainilla listo. — Habló Namjoon, siendo escuchado por su compañero de trabajo.
—Irlandés para mesa 12 saliendo. —Respondió Jimin tomando en mano la bandeja.Como todos los días, ambos chicos se encontraban de un lado a otro tomando y surtiendo los pedidos de cada cliente. Y esque siendo tan solo dos personas, el trabajo cada día parecía ser un poco más agotador. Afortunadamente, por las tardes, el lugar parecía vaciarse, siendo este el único momento del día en el que podrían descansar o merendar.
—Listo, al parecer ese fue el último.—Habló Jimin cruzando la pequeña puerta que le llevaba del otro lado del mostrador.
—Me alegro.—Dijo Namjoon para luego suspirar y mirar al más bajo.— Porque estoy apunto de morir de hambre.
—Y... ¿que comeremos hoy su majestad? — Dijo Jimin con una divertida sonrisa mientras se cruzaba de brazos.— ¿Pastel de vainilla?, ¿pay de banana? ¿ramen?.
—¿No has traído tu propia comida,Park?
—Sabes a que me refiero, hyung.
—No sé cocinar, es todo.
—Encerio no entiendo. Eres casi un experto con los postres y el café, pero un desastre con cualquier otro alimento... eres realmente extraño.
—Y ése es mi encanto. —Aquello lo dijo guiñandole al más bajo, a lo que éste un tanto irritado asintió.
— Bien, mejor utiliza ese encanto para vender otro especial. — Dijo señalando con la mirada hacia la entrada del lugar.Fue entonces cuándo el chico de suéter rosa apareció, capturando completamente la mirada del chico detrás del mostrador.
Su corazón se aceleró cómo si fuera a colapsar.
El chico sabía quién era aquel, y vaya que lo sabía muy bien.
No importaba si habían pasado dos o diez años desde la última vez que le vio. La imagen de aquel rostro se había convertido casi en un holograma imaginario para Namjoon.Y esque cómo podría olvidar a su primer amor de preparatoria, cómo podría olvidar al tan famoso rostro de Kim SeokJin.
—Hola, ¿podrías darme un Latte, por favor?. — Habló SeokJin.
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Sabor Latte. 《HBJK Pausada》
FanficKim Namjoon, quien trabaja como barista, comienza a experimentar cierto interés en uno de sus clientes. Kim SeokJin, quién acaba de mudarse, encuentra el lugar perfecto para pasar el día, sin embargo, comienza a sentirse observado por uno de los emp...