Mi habitación era un caos.
Desde que habían terminado las clases había salido corriendo hacia la torre, debía preparame para el encuentro con Malfoy. No entendía el porqué de mi nerviosismo, no es como si fuera la primera vez que nos veríamos sin el uniforme... Pero estaba segura de que ahora algo había cambiado, y yo no sabía que ponerme para que el me viera aceptable.
Simplemente no quieres causar una mala impresión.
Si claro, ¿Y por qué ahora me preocupo por lo que él piense de mi? ¿Qué estaba pasando conmigo?.
Un grito de frustración salió de mi al ver que mi ropa no era lo más hermoso del mundo. Estúpido Malfoy, todo ésto era su culpa.
—Ya decía yo que un día ibas a enloquecer, no es normal que una persona lea tanto sin volverse loca. —Me giré rápidamente para ver a Lavender en la puerta mirándome con superioridad y una sonrisa burlona. Si antes estaba molesta por no saber que ponerme, ahora todo estaba por descontrolarse.
—Lo que yo haga no te importa, deja de meterte en mis asuntos. —Me sorprendí de lo fría que había sido, siempre había sido muy amable y gentil con todos. Pero supongo que ésto me hizo reaccionar y comprender que hay ciertas personas con las que no puedo serlo.
—No te equivoques, a mí no me importa tu vida, me siento aliviada de que mi Ron-Ron terminara contigo. No era seguro tenerte a ti como novia.
—¡Y me pregunto con ayuda de quién él no está conmigo! Pero, ¿Sabes qué? Me alegra que me abrieras los ojos, tarde o temprano saldría su verdadero yo y gracias a ti lo vi antes de que fuera tarde —.escupí, ella lucía sorprendida y eso me animó a seguir, —Y como dice un viejo dicho muggle, el que a hierro mata a hierro morirá, no estés tan segura de que ganaste. Si él me lo hizo a mí te lo hará a ti, estoy segura, y la gran diferencia será que yo estaré feliz con alguien más mientras tú... —solté una risa sarcástica —. Tú estarás sufriendo mientras lo ves con otra, disfrutando como lo hacía contigo.
La habitación quedó en silencio unos segundos, mi respiración estaba agitada por todo lo que había soltando casi sin respirar. Ella seguía parada mientras procesaba todo lo que le había dicho. Me sentía bien conmigo misma.
Se había acabado la Hermione frágil.
Se había acabado aquella Hermione que bajaba la cabeza mientras los otros se burlaban de ella. Ya no mas, nadie más me haría sentir de nuevo así.
Al ver que ella no respondía más cogí lo primero que vi en mi baúl y me dirigí al baño.
Me di una ducha rápida y me puse lo que había escogido. Una falda que me llegaba cinco dedos arriba de la rodilla negra, un suéter blanco y unas botas negras. Mi cabello ahora no tan enmarañado lo dejé suelto y lo organicé un poco, estaba nerviosa. Me miré al espejo nerviosa, me veía muy bien, Ginny estaría orgullosa.
Sonríe al pensar en mí amiga pelirroja y su obsesión por ayudarme con mi vestuario. Reaccioné y vi el reloj, faltaban cinco minutos para la hora acordada con Malfoy, rápidamente cogí mi varita y salí del baño. Lavender no estaba por ningún lado y me sentí bien, no quería verla.
Al bajar a la sala pude divisar a Ron, sentado en uno de los sillones mirando la chimenea. ¡Medición! Hoy todo me quería salir mal.
Caminé sigilosamente detrás de los sillones y pasé por el pequeño pasillo hasta llegar al cuadro de la dama gorda. Al salir solté el aire que inconscientemente estaba reteniendo, no hubiera sabido que hacer si me viera salir tan "arreglada".
No, no debía estar así, no le debía ninguna explicación. Él ya no tenía porque enterarse de lo que yo hiciera o dejara de hacer.
Corrí por los pasillos lo más rápido que pude, llegaría tarde y tal vez Malfoy ya se habría ido.
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Una historia Dramione.
FanficDespués de la batalla de Hogwarts, el trio de oro regresa para retomar el séptimo curso. Hermione y Ron intentan seguir con su relación, aunque hay algo que Ron le oculta a Hermione y Harry está al tanto de ello. Draco tras la guerra pierde a su pad...