𝔽𝕣𝕚𝕖𝕟𝕕𝕤 𝕒𝕣𝕖 𝕟𝕠𝕥 𝕒𝕝𝕨𝕒𝕪𝕤 𝕥𝕙𝕖 𝕓𝕖𝕤𝕥

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La cosa entre ambos no fue nada mal, hablaron de varios temas, las risas no faltaron en ningún momento.

Se había hecho tarde, la verdad es que se les había pasado el tiempo volando, y al darse cuenta de aquello, ambos acordaron que ya era momento de despedirse.

-Gracias por lo de hoy.-Le dijo ella sonriente.-La verdad...me hacía falta algo como esto.

-Gracias a ti por aceptar.-Millie se acercó y dejó un suave beso en su mejilla, Finn se sonrojó suavemente, no estaba acostumbrado a que ahora una chica lo besara ahí.-

-Nos vemos el miércoles.-Sonrió y Finn también lo hizo.-

-Hasta entonces.-Dijo y ya cada uno fue por su camino.-

Actualmente Millie caminaba a su residencia con una sonrisita, la cual parecía que no sería borrada fácilmente, yo la acompañaba.

Las calles de Vancouver estaban un tanto vacías, era comprensible, ya que ambos se habían quedado hasta las diez de la noche y hacía bastante frío por lo que la mayoría de las personas preferían estar resguardadas en sus casas.

Por suerte no tardó mucho más en llegar a su destino, el campus universitario, o más bien desde hace un tiempo, su hogar.

Cuando llegó a su habitación lo primero que hizo fue quitarse aquella chaqueta de lana , esto debido a la calefacción, esperaba que se quedase un rato ahí, pero hizo todo lo contrario.

Se acercó a su mesita de noche y tomó algo con rapidez, debido a esta, no pude ver lo que era, pero parecía un cuaderno, tras esto sólo tardó un pestañeo en salir de aquella habitación, tenía la curiosidad de saber a dónde iba.

Pero no todo pareció ir muy bien cuando llegó a la segunda residencia, nada más entrar se dirigió a la primera planta, más concretamente a la habitación número diecisiete.

La joven tocó a la puerta, pero no pareció obtener respuesta, algo impaciente decidió abrir la puerta, gran error.

Pudo ver como sus dos mejores amigos estaban en la cama, él sobre ella, sin entender muy bien como la chica tenía lágrimas cayendo por sus mejillas.

En ese momento no entendía nada, es decir, ella sabía que sus amigos estaban enamorados y siempre molestaba a la pelirroja con eso.

Entonces, ¿por qué parecía dolerle?

-Millie, joder.-Dijo Sadie mientras que se tapaba con las sábanas ya que un pequeño detalle era que ambos estaban en ropa interior.-

-Yo...lo siento.-La chica de cabello castaño secó las lágrimas que caían por sus mejillas en un intento de hacer creer que estaba bien, que nada le dolía.-

Pero todos lo habíamos visto y sabíamos que esa escena la había entristecido.

Simplemente se fue de ahí. Corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron, todo era muy confuso, al menos para mí.

Esta vez no pudo contener las lágrimas, simplemente lloraba y lloraba mientras que algunos alumnos la veían como si estuviese loca y otros con pena.

Nada más llegar a su habitación se sentó en la cama, su nariz estaba en un tono rojizo y sus sollozos se escuchaban seguramente desde el pasillo, pero estos parecieron clamarse un poco ante su llegada.

Noah estaba ahí, su camiseta estaba del revés debido al poco tiempo que tuvo para vestirse.

-Millie, escúchame, por favor.-No estaba comprendiendo nada.-

𝕋𝕙𝕖 ℂ𝕚𝕣𝕔𝕝𝕖•||ᶠⁱˡˡⁱᵉ||• [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora