Noche Púrpura 🌌

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Noche púrpura, me gusta
Estemos juntos un rato más
Aún es muy temprano
Y somos como una noche púrpura
Quiero estallar por los cielos
Oh querido
Aún si todo esto desaparece
Y se convierte en un desastre
Una vez que abra los ojos
Te esperaré una vez más
Esta noche
Me pregunto si es un sueño
Pero luego pienso en ti
Y sé que la noche fue real
Estoy seguro
De esa noche púrpura.

Pporappippam, Sunmi

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El campamento de las hadas púrpuras, se realizaba una vez al año. Durante la primavera, el clima era cálido y las flores estallaban vigorosas, coloridas. Los aromas naturales inundaban los valles, campos y montañas. En esa época, y si así lo deseaban, las hadas y hados que ya fuesen mayores de edad, se reunían para encontrar a su compañero de toda la vida.

Allí, las hadas encontraban a su alma gemela, y una vez que se enamoraban, el sueño más noble de un ser humano, se hacía realidad. Por supuesto, en el mundo humano había millones de personas con grandes deseos. Cumplir todos a la vez, era un gran desgaste mágico y energético para el mundo de las hadas; motivo por el que sólo unos cuantos miles de sueños se cumplían al año.

Y sólo unas cuantas hadas, arriesgaban su increíble vida llena de magia y color, por un simple y fantasioso “campamento púrpura”.

Entrar, no era fácil para ningún hada. Encontrar a su alma gemela, les podía llevar años, incluso después de tomar la gran decisión de perder sus poderes mágicos. Esa era la única condición, renunciar a la magia para encontrar a su ser amado. Algo que a veces, conllevaba el rechazo en el mundo de las hadas. Porque claro, podían quedarse con sus poderes y vivir por siempre en el mundo mágico, seguir junto a su familia, tener una propia, y hacer crecer la inmensa naturaleza con el polvillo de sus alas.

Las hadas eran muy ambiciosas, amaban las familias grandes y trabajar en sus frondosos y frutales jardines; pero, también eran conscientes de que a no ser que arriesgasen toda su vida en el campamento púrpura, jamás conocerían a su verdadero compañero de la eternidad. Jamás tendrían su corazón lleno del misterioso pporappora. Un dulce que decían los ancestros, era parecido a las moras, tan tierno como el verdadero amor.

El corazón de aquellos que permanecían en el mundo de las hadas, se mantenía contento cada día gracias al perfume procedente de un hechizo simulador del amor: el ppippam. La frase mágica invocaba la soledad de la noche, y así, las hadas sin pareja, se unían en un fuerte lazo que florecía lento. La naturaleza se encargaba de equilibrar los días tristes, con grandes dosis de aromas embriagantes que iluminaban sus mentes.

Todo lo que le quedaba a un hada luego de aceptar las condiciones del campamento púrpura, era volar gracias a sus luminosas y puntiagudas alitas, las cuales formaban parte de su cuerpo y brillaban en la inmensidad de las noches, para encontrar a su fiel compañera en caso de que se hallase cerca. El alma gemela de las hadas, era algo destinado. Pero pocas se animaban a correr el riesgo. Las diferencias de personalidad entre las dos y únicas especies: de alas rojas y alas azules, eran grandes. Por lo que en los campamentos, siempre predominaba una en específico.

Pporappippam 💜 (KaiSoo/OneShot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora