Talking to the moon • Payton Moormeier •

Toxic lies and sad reality

Los Ángeles, California.

~Rebecca

Habían pasado un sin fin de cosas. La mudanza hacia la otra casa me tenía totalmente estresada, y algo confundida.
Esto me tenía un tanto confundida, debido a que muchísimas cosas habían cambiado, más que nada en los que pensé que eran mis amigos.

Salí de la habitación que ahora compartía con Avani, por gusto más que por falta de espacio, y me dirigí a la habitación de Chase, lo había notado demasiado raro estos últimos días y estaba casi segura de que no era todo por Charli.

Cuando por fin descubrí lo qué pasaba me quedé totalmente atónita, me sentí totalmente engañada y asqueada.
—¿Desde cuando sabes esto?
—Desde hace unos tres meses, por favor no le digas a nadie.
—Chase, esto no es problema tuvo y sabes que esta muy mal, ¿Que mierda te pasa? ¿Porqué no me dijiste a mi?, o a las chicas, ¿Porque no los detuviste?
—¡Es que son mis amigos! ¿Ok?

Salí escandalizada de su habitación.

Ahí se encontraba todos los miembros de lo que había comenzado siendo un divertido plan de amigos, para luego haberse convertido en un negocio. Un asqueroso y falso negocio que hacía que hubiera una energía especialmente tensa.
Algunos más que estaban de visita, como Madison Beer o Josh o se unieron repentinamente como Nikita Dragun.

Di un gran respiro y no pude contenerme.
—¡¿QUÉ MIERDA TE PASA?!— los demás me miraron raro.

Jaden me lanzó una mirada de súplica desde uno de los sillones, el sabía perfectamente lo que había hecho. Al igual que Josh.

—¡¿QUE LE PASA A TODO EL MUNDO?!.
—Rebecca, Cállat-

—¡NO! ¡¿QUE USTEDES NO SABEN LO QUE ES TENER TAN SOLO UN POCO DE HUMANIDAD?! ¡USTEDES MISMOS SE QUEJAN DE QUE SOLO SON PERSONAS NORMALES PERO YA NO LO SON MÁS!

Vi que James vino corriendo desde la habitación para ver porqué tanto grito.

—¿Y TU PORQUE TE HACES ESTUPIDO? ¿QUÉ CREES QUE NADIE SABE COMO TRATASTE A CHARLI CUANDO ESTUVIERON JUNTOS?— miré enojada a Jaden— O tú, tú idiota, que intentaste cogerte a Dixie aun así cuando estaba saliendo con Griffin y tú estabas con Madison?— miré a Griffin— ¿Y tu? ¿Acaso tienes un fetiche por acostarte con las exes de tus mejores amigos?.

Guardé silencio por un minuto, mientras recobraba aire para seguir armando la inesperada pero necesaria escena que se estaba formando en la gran sala de aquella casa. Me percaté de que Payton entró alarmado y se dio cuenta de mis inquietudes, sin embargo, no me calló.
Observé de reojo como a Mads y a Dixie se les humedecían los ojos, la primera cubrió sus labios con sus dedos, sorprendida. Tristemente no le costó mucho creer lo que estaba escuchando. La pecosa cubrió su cara y se alejó al fondo de la cocina intentando desaparecer, fruto de su fuerte, pero benigno orgullo.

—¿Como pueden cargar con tanto peso en sus espaldas?¿Como pueden levantarse en la mañana y darles un beso de buenos días sin ningún arrepentimiento?— Miré a Chase— Tú sabías absolutamente todo, y no habrías dicho nada si no hubiera intentado hablar contigo.

—¿Porqué te metes en cosas que no te importan?— Griffin se levantó enojado de su lugar en el sofá.
—Me preocupan mis mejores amigas, y veo que ya es demasiado tarde para preocuparme por The Hype House, porque está totalmente arruinada.
—¿A que te refieres?

—Están haciendo todo por fama, Ondreaz y Tony, ¿Enserio dieron su dignidad por reconocimiento? Hacerlo parecer un accidente— pasé mis manos por mi cara— es casi enfermo. —Madison— llamé a la morena— mírate, estas tan preocupada por dar la imagen de una mujer perfecta, ¿Porqué? ¿Acaso te gusta dormir sabiendo que estás haciendo a miles de personas en el mundo inseguras sobre su físico ¿A propósito?

—No necesitan más dinero— continúe— viven en una mansión de más de doce millones de dólares en Los Ángeles, ¿Que quieren?

Después de mi involuntario discurso, Nick se levantó.
—Pues así funcionan las cosas, aprende a vivir con ello o aléjate, tómalo o déjalo— dijo el rubio dando la impresión de que no se estaba escuchando a el mismo.
—Me voy, prefiero cualquier cosa menos terminar como ustedes.

—¿Te vas? No entiendo, Rebecca, hacemos contenido y esos imbeciles se lo tragan ¿En que mierda te afecta?

—Yo también me voy— mencionó Charli, que estaba ya con las mejillas rojas y la nariz chorreando.
—Yo igual— Dixie se nos unió.
Mads dio un paso al frente y musitó un "yo igual" y Avani tomó mi brazo. Addison solo dio una señal de que iba a recoger todo lo que pudiera de nuestras cosas.
—Yo me voy con ellas— avisó James y fue con Addison.

—¿Se van?— preguntó Payton incrédulo y Tayler le dio un codazo para que se callase.

Y ahí estábamos, los seis caminando lejos de la gran casa que ahora estaba llena de toxicidad y mentiras, bajo una noche especialmente oscura, unas iban llorando, como Mads, Dixie y Charli, pero Avani y yo íbamos cargando tres maletas deportivas cada una, llena de ropa de todas, mientras que James iba cargando cuatro de las mismas, con ropa solo de él.

Ya llevábamos media hora, caminando esperando a llegar a el apartamento de la mamá de Avani, que era el que estaba más cerca, lastimosamente como a unos seis kilómetros de donde íbamos.
—Agh, ¡por Dios! Llámenle a alguien que pueda venir a recogernos!— se quejó James por décima vez— ¿Rebecca?
—Ya te dije que mi madre vive a una hora y media de aquí.

—Si seguimos así nos van a secuestrar, y nos van a violar, y luego nos venderán, y nos utilizarán de esclavas y..— iba diciendo Addison en un pánico increíble.

Dicho esto, James se sentó decidido en el suelo de la banqueta y dejó caer todas las maletas.
—¿Que mierda haces?— se irritó Dixie.
—¡Es una oportunidad para vivir una historia de la película de 365 días!, me quedo aquí.
—¿Qué? Levántate idiota.

Continuamos con nuestro camino hasta darnos cuenta de que no estábamos llegando a nada.
Las hermanas D'amelio, estaban demostrando un gran léxico en groserías utilizadas de una a la otra, estaban peleando como nunca.
—Chicas, em, yo digo que aceleremos el paso.

Miramos de a par a ver a lo que Mads se refería y se me formó un nudo en el estómago.
—¡Ven! Ahora de supone que viene y nos pregunta; ¿ArE yOu lOsT bAbYgOrls?— James obviamente insistió con su idea sadomasoquista.

El auto rojo paró a nuestro lado y me alivié al ver el rostro de la persona que lo venía conduciendo.

Una disculpa por dejar un poco abandonada esta historia, pero siendo sincera la falsedad y la toxicidad que se formo en las plataformas me está haciendo perder interés en las redes sociales.

-BLM