capítulo uno

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como cada jueves después de clases, harry se encontraba en su taller de artes visuales, desde pequeño el dibujo siempre fue un pasatiempo que lo relajaba muchísimo y lo distraía de sus responsabilidades.

en la clase de hoy tocaba:
el torso humano.

harry estaba muy concentrado trazando cada detalle de su dibujo, su clase ya estaba por terminar y su dibujo ya estaba casi listo, solo le faltaban pequeños detalles para comenzar a pintar.

— ¿le gusta?— preguntó harry a su profesor, quien se había quedado de pie al lado suyo, mirando atentamente su dibujo.
—esta excelente, styles.— el profesor se encontraba curioso por el dibujo del muchacho, ya que el era el único alumno que le había dibujado rostro.
—entonces, por qué pone esa cara?—volvió a preguntarle al docente.
—no entiendo por qué le pusiste rostro...
—¡sabía que me iba a decir algo por eso!.. la verdad es que estoy igual de extrañado que usted.. me salió así de repente
— y, quién es?
— nadie en especial... ya le dije, fue como algo mágico, me deje llevar.
— tu mejor que nadie sabes que el arte es el reflejo del alma, harry.
— ¿qué me quiere decir con eso?—.
— piénsalo.— le dijo el profesor alejándose de su lado para hablarle a todo sus compañeros de taller, avisando que la clase ya había terminado por hoy.

harry styles proviene de una familia de muy buena situación económica, a el le gusta mucho dibujar, sobre todo a personas que el crea en su cabeza, aunque se encontraba en su ultimo año del instituto solo lleva unos meses en el taller de pintura y dibujo. y a pesar de de su talento, sus padres no ven con muy buenos ojos sus arranques de artista, ya que temen que su entusiasmo lo desvíe de estudiar leyes.

el chico tomó su cosas y se encontró con su madre, quien lo esperaba todos los días afuera del lugar donde estudiaba.

— hola, mi amor.— le dijo su madre dándole un beso en cada mejilla de su hijo.— tanto que te demoras hijo, siempre tengo que esperarte como veinte minutos.— su tono de voz había cambiado de un dulce saludo a un serio regaño por su pequeño retraso.
— mamá usted es la que me quiere venir a buscar, yo no tengo ningún problema en irme en transporte público.

— ay sí, eso es lo único que me faltaba.
— mamá, no se me va a caer la corona por andar en autobús.
— si no lo digo por eso.. es por el tiempo que demora, además tu sabes que a tu papá no le gusta.
— ¿que le gusta a mi papá? además supiste que esta enojado conmigo porque se enteró que voy al taller de pintura?
— ¿qué te dijo?
— nada.. pero con su mirada me dice todo.
— pucha hijo, no le hagas caso, tu sabes que el es muy mañoso, ya vamos.

la sensibilidad de harry es notoria, capaz incluso notar en la mirada de su padre la reprobación de asistir a aquel taller, solo con pensar de que su padre lo podría sacar de ese lugar que a el tanto le gustaba asistir lo ponía de muy mal humor, ya que ese sitio se había transformado en la proyección de su verdadera personalidad.

ya era de noche y harry se encontraba cenando en casa con sus padres, para el siempre fue una ilusión mostrar sus dibujos, así que no dudó en llevar su retrato a casa para mostrárselo a ellos.

— ¿qué te parece?— preguntó la mamá al padre del muchacho.
— sí, esta bonito.
— ese es el peor comentario que se le puede hacer a un trabajo artístico, como que encontrarlo bonito?
— pero si lo encuentro bonito.
— pero usted se refiere a como si fuera un objeto o una cosa, tiene que referirse siempre al sentido que tiene, lo profundo, no lo externo, me entiendes?
— pero, que otra cosa puede representar esto?.— dijo mientras señalaba el dibujo de su hijo.
— ¿se da cuenta papá que con usted no se puede hablar de arte?—
el papá de harry rodó los ojos y miró a su esposa.
— ve que por eso no me gusta que este niñito ande metido en esas cosas.
— pero es un hobby igual que cualquier otro, además le sirve para entretenerse
— perdona mamá pero, yo no he dicho que sea un hobby
—mire usted puede tomárselo como quiera, pero a mi lo único que me importa es que llegues a la universidad y estudie leyes, esta claro?— dijo el padre subiendo el tono de voz.
— ya.. van a empezar con lo mismo de siempre?
— permiso, ya terminé.— harry se levantó de la mesa y se dirigió a su habitación frustrado por la típica discusión que tenían siempre en la mesa.

al otro día, en otro lado de la ciudad, nos encontramos con louis, para el su mañana ya había comenzando muy temprano, pero el chico iba atrasado a clases, ya que se había levantado temprano para ir a trabajar y mas encima se le había pinchado una rueda de su bicicleta. salió de su casa sin tomar desayuno con su madre, y se fue caminando en dirección a su colegio, el pasaba todos los días cerca del big ben, ya que el lugar donde estudia queda en esa dirección.

pero percató que en una banca, se encontraba un chico rizado siendo molestado por nada más ni nada menos que sus amigos.
los tres muchachos estaban de pie al frente de el tapándole toda la vista hacia el gran reloj de londres.
y en cuanto harry sintió la presencia de lo desconocidos, trató de defenderse.
—pueden salir de ahí, por favor?
los tres se miraron entre ellos y rieron burlescamente.
— oye y por qué no mejor no nos tomas una foto a los tres?— dijo uno de ellos mientras reía.
— ya oh, no ves que el es un artista, mejor que nos pinte.— dijo otro de ellos  y volvieron a reír pesadamente.
— salgan de ahí, yo no les estoy haciendo nada.— les contestó el rizado.
— oww, que ternura, si hasta tienes talento para dibujar.— se acercó a harry quitándole el dibujo que era un paisaje del lugar y lo hizo trizas.

para louis eso fue algo que el no pudo soportar, el chico claramente no estaba haciendo nada y esa actitud de sus amigos les molestaba demasiado.
— ¿se puede saber qué es lo que les pasa? déjenlo tranquilo.— interrumpió louis
— ay si lo estamos molestando no más, que tiene?
— ya, vámonos a clases mejor.
— uy, no habías dicho que tenías abogado niñito.
louis tomó de la camisa a su amigo y lo alejó del rizado.— ya te dije que lo dejaras tranquilo, o quieres aprender de otra forma?
— ya louis, no te enojes.— vámonos mejor— dijo uno de ellos mirando a los que se encontraban molestando al chico y los tres se alejaron del lugar sin esperar a louis.
—me empezaron a molestar de la nada..
— mh, sabes que mejor ándate a tu colegio, aquí es super peligroso por la mañana...— se detuvo un rato para mirar a harry, quien se encontraba aún nervioso por la situación.— tu no eres de por acá, cierto?
— no, no, yo solo vine a dibujar.. eh, muchas gracias, adiós.— harry se despidió rápidamente evitando la mirada del chico que lo ayudó y se fue corriendo del lugar.

la situación fue tan sorpresiva para ambos, que ninguno de los dos no tuvo tiempo para preguntarse sus nombres, a pesar de que los dos sintieron entre si, un magnetismo especial.

fearless ; larry osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora