Autismo - Starco.

prólogo.

Era el primer día de secundaria a Star le aterraba volver a entrar al instituto porque estaba lleno de personas y sentía que se ahogaba.

(...)

Se escuchan leves sollozos en el baño de mujeres y aunque la mayoría sabía de quién se trataba prefirieron no ayudar y siguieron su camino, porque el profesor dijo enfrente de sus compañeros que ella padecía de autismo y por lo tanto ella sufría de esas crisis y los que no sabían de los ataques de pánico y las crisis que sufría la menor prefirieron ignorarla para ellos ella no daba importancia, era su vida y solo la escuchaban con curiosidad.

Pero hubo una chica en particular que se detuvo y decidió tocar esa puerta.

- ¿Hola? Ey chica, ¿está todo bien allá dentro?

- N-no... déjame, no te conozco.

- ni yo a ti, pero vamos ¿Qué te a pasado para que llores así? Abre la puerta.

- N-no...

- ¿Eres Star, verdad? Yo soy tu compañera, Janna. No me conoces ni yo a ti y sé que es difícil la secundaria pero créeme te acostumbraras, sé de tu problema, puedo ayudarte si tu quieres.

- N-nadie puede ayudarme...

- Puedo intentarlo, ¿Quieres una gomita? Tengo muchas de ositos y son de las verdes eeeh!

La pequeña abrió lentamente la puerta encontrándose con la castaña.

- ¿Qué te pasó en los brazos? ¡qué te hiciste!

Cuando Star tenía un ataque de ansiedad ella solía hacerse daño con sus uñas o dientes.

- yo...

- ven, te llevaré a la enfermería y si quieres podemos hablar ¿de qué te gusta hablar?

- De... de la magia, p-porque la magia existe, entonces ¿porque tenemos v-vida? Ves, la magia es real y t-también de los koalas ellos son t-tan tiernos y hermosos.

-comprendo... -no era verdad la castaña la encontraba súper extraña pero aún así, creció una empatía y un sentimiento de protección con la rubia- entonces háblame de la magia mientras llegamos a la enfermería para que no se te infecten esos rasguños tan profundos que te hiciste.

- S-si...

(....)

Unos años después* Star entró a la preparatoria y estaba sentada en la cafetería junto con Janna hablando.

- mira, allí está otra vez esa chica tan linda de primer grado, es tan hermosa.... -dijo Marco soñador.

Él era de segundo grado sólo un año mayor que la rubia.

- olvídalo, esa chica no te hablará si tu no te dignas hablarle -comento su amigo Oscar.

- sólo... necesito tiempo, quiero conocerla más al fondo.