Eran alrededor de las 11 de la noche y no se escuchaba un alma. La luz de la luna dibujaba figuras en las curvas de las sábanas y el cuarto olía a whisky y cigarrillos. El lento descenso hacia la ebriedad fue interrumpido por el teléfono sonando.
Se escuchan sollozos suaves al otro lado de la línea
- ¿Hola?
- Christian... Christian perdóname - su garganta se escuchaba seca y su tono triste y desesperado.
- Jessica - dijo tratando de mantener la compostura - tienes que dejar de llamarme, ya fue suficiente.
- ¿Còmo puedes decir que me amas si no estás dispuesto a darnos otra oportunidad? lo siento mucho, nunca debí...
- No, no debiste, estoy cansado de esto, te amo, pero por Dios, déjame en paz.
- ¿No quieres verme ni aunque sea un poco? Yo podría ir para allá ahora mismo, estoy cerca - estas palabras tensaron su cuerpo - no tardaría mucho - sollozó - recuerda que me amas, por favor, recuerda lo mucho que hemos pasado.
- Si vienes no te abriré la puerta y me rehúso a tener cualquier tipo de interacción contigo, es más, no sé que tanto hago hablan... - No puedo cambiar lo que hice, no puedo devolver el tiempo, lo que está hecho no se puede deshacer, no puedo Christian - Dijo apresurando las palabras por temor a que colgara la llamada - no puedo estar sin ti, te lo ruego amor, déjame verte, te amo, te amo mucho.- ¡NO! - Gritó lleno de ira - ¡NO INSISTAS! ¡NO TE QUIERO VER! ¡ALÉJATE DE MI! - Jessica estalló en lágrimas - por favor amor no me grites - sollozó - lo lamento, te amo, ven conmigo, lo lamento, te amo.
*click*
Christian puso el teléfono a su costado, encendió un cigarrillo y dio otro sorbo a su whisky. Ya su habitación no se sentía solo suya, ni se sentía completamente solo. Posó la mirada donde estaría acostada Jessica y la nostalgia y la melancolía lo invadieron. La corriente de pensamientos lo llevó a la gaveta a su izquierda, ahí yacía la carta que Jessica le dejó antes de tirarse de un onceavo piso, ella siempre había querido volar.
Alguien tocó la puerta de su habitación.

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Historias Cortas
HorrorUna serie de historias cortas de terror, espero que disfruten leyéndolas tanto como yo disfrutaré escribiéndolas.