Yoongi no entendía cómo la inocencia podía estar tan bien representada en aquel pequeño demonio...
...
Solo sabía que Jimin no
era lo que los demás creían...la
oscuridad y travesura de su
mirada era la prueba
contundente de eso.
Pero...¿Qué pasara c...
Lo sé lo sé...pueden golpearme con un palo por dejar tanto tiempo esta historia ;-; De verdad disculpen, tratare de no volverlo a hacer...🥺
Por otro lado...este libro ya llego a las 16k muchas gracias de verdad mi amores preciosos, ustedes me dan tanto y yo tan poco :(
En fin..¡Por favor disfruten!💙✨☕️
Moon del futuro: Tengo ganas de patearme
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Era demasiado tarde por la madrugada y el frío podía sentirse con intensidad en todo aquel desordenado lugar, el cual era de la curiosidad del pelinegro, quien no sabia que decir, siquiera si debía hablar o simplemente irse...aunque esta ultima no era muy viable, ya que ni sabia en donde se encontraba ubicado o si estaba lejos o cerca de su casa.
Miró de soslayo al pelirosa, el cual aun no se había dignado siquiera dirigirle la mirada o decirle en donde estaban o porque lo había traído hasta este extraño lugar, que el mayor podía jurar que se trataba de una especie de escondite para la pandilla de amigos criminales de este.
Sorbió su nariz, la cual estaba congestionada por el reciente llanto y el frío de la noche. Llevó su temblorosa mano hasta sus frías mejillas, las cuales aun estaban un poco empapadas por las reciente y amargas lagrimas que había derramado en aquel momento de sensibilidad. Ahora sintiéndose un poco tonto por haber huido de esa manera y haberse puesto a llorar por algo tan tonto como la mención de sus padres.
Pero...
Por alguna razón en aquel momento, con aquella palabras y con la sensibilidad que se cargaba en ese instante su subconsciente no pudo hacer otra cosa que no sea recordarle cosas del pasado. Palabras hirientes que solo crearon al ser inseguro y indeciso que era en la actualidad, recordando perfectamente cuando se vio en la obligación de crear una mascara llena de una personalidad que no era suya y una frialdad que no poseía a pesar de los daños y todo el tiempo que aparento tenerla.
Todo era un completo asco...
Salió de sus pensamientos cuando sintió en leve golpe contra su pecho. Bajó la mirada y se encontró con un pañuelo celeste pastel decorado con patitos amarillos bebes...
'—Toma...—habló por fin el mas bajo, ofreciéndole con voz suave y casi en un murmuro el bonito pañuelo celeste—sécate las lagrimas.
El pelinegro se sorprendió por el gesto, percatándose que mientras estaba perdido en sus pensamientos unas lagrimas cayeron inconscientemente, deslizándose por sus mejillas y perdiéndose por algún lado del frío suelo. Tomó el pañuelo lentamente, estrujándolo con suavidad entre sus largos dedos, admirando el infantil pero bonito diseño de este.
—Gracias...—agradeció suavemente, aun sumamente extrañado e incluso desconfiado por la amabilidad. Subió la mirada, apreciando con un poco de dificultad por la escasa luz el cabello rosa chicle, viendo como este estaba peinado de una manera muy distinta a la primera vez que se conocieron, viéndose ahora mas revuelto y...bonito—.
