¿El Amor podrá Curar Heridas? [T1] |EDITANDO|

Capitulo 22 - Enamorado.

[días después]

JOSH

Hoy vuelvo de nuevo a la preparatoria. El medico me receto algunos medicamento por si la herida se infecta o tengo dolores, por lo que tengo que llevar dos pastillas. Estoy mejor de lo que parezco, sin embargo, Laly me cuida como si fuera de cristal y pudiera romperme en cualquier momento. 

Es algo molesto, si, pero creo que es importante para ella sentir que ahora es ella la que me cuida a mi y no como suele ser. 

—¿Donde vas hoy? —Le pregunto.

—Me invitaron a una fiesta, estará será en la playa.—Responde sin quitar la mirada del camino. 

—¿Quien ira? 

Sé que busco la respuesta de si Jen irá.

—Casi todos los de la preparatoria ¿Por que la pregunta? —Se atreve a mirarme por un momento, deteniendo el auto. 

— Simple curiosidad.—Respondo, evadiendo su mirada. 

Llegamos a la preparatoria y tuvimos que separarnos. Ella tenía que irse con una de sus amigas y yo a buscar mis libros. 

—Hey, Joshua. 

Sin duda era Allison, nadie más me llama así después de mi madre. 

—¿Que tal todo? —Me volteo, ya con los libros en las manos.

Me sonríe y deposita un beso en mi mejilla. 

—Bien.—Responde— ¿Como estas? Me entere de lo que paso. 

Me acompaña hasta mi clase.

—Estoy mejor.

En cuanto llego, se apresura en hablar. Ella esta en otro circuito, por lo que en esta clase no esta conmigo. 

—¿Nos veremos en la fiesta? ¿O te retiraste?—Nos reímos los dos.    

— No tenía pensado ir, pero quizá lo haga. 

— Te estaré esperando. 

Me guiña un ojo y se va.   

Estoy por abrir la puerta cuando una voz me detiene, una muy lejos de mi posición pero podría distinguirla sin equivocarme. 

Busco con la mirada entre las pocas personas en el pasillo y la encuentro, justo a un lado de la puerta de su clase. Me gustaría no haberla escuchado, porque me evitaría mirarla despedirse de Diego con un beso. No sé cuanto más voy aguantar seguir en esta situación. 

[...]

Una camisa negra, unos jeans oscuros y es todo. Es una suerte que no necesitemos arreglarnos más como las mujeres. 

Baje por las llaves de mi moto y la encontré a mi hermana, tomando agua en la cocina. Estaba lista para ir. 

— ¿Nos vamos? —Le pregunto cuando ya tengo las llaves en mis manos. 

—Maik vendrá por mi.  —Responde. Mi ceño se frunce, ¿Escuche bien?—Tenemos una amiga en común, vamos a pasarla a buscar a ella y él nos llevará. — Agrega, al verme confundido. 

 —Esta bien. Entonces nos vemos allá.  

No podría negar que me parecía raro, pero en fin, Maik es mi amigo y confió en él más que en nadie.