Noche || Bajoterra

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Dedicado a Karx08 y JenyStingdeShane <3
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Las Cavernas del Este se veían cada vez más hermosa con el paso del tiempo, habiendo logrando deshacerse de cada rastro de poder que el Emperador Qin Shi Huang había impuesto.

Claro que eso, no fue tan fácil como mencionarlo.

Restaurar la paz que solía haber en las Cavernas del Este, tardó más que un par de años. En todo ese tiempo, hubieron perdidas valiosas que significaron un avance para aquel mundo tradicional y hermoso, cuyo encanto alguna vez fue robado y devuelto tiene después.

La banda de Shane y Junjie se habían dispuesto a hacer su deber al dar sus vidas para salvar a todo un mundo dando los primeros y grandes pasos hacia la victoria.

Sin embargo, no puedes obtener la victoria sin antes sacrificar algo valioso para tí.

Pareciera que a medida que se van abriendo mentes, se dispone más posibilidades de ser tan cruel como gentil.

Al ser Junjie, uno de los pocos y más apasionados protectores del Este, tenía conocimientos de artes tan hermosas que hacían llorar.

Bajo la noche iluminada por la energía de la Caverna Flor de Primavera, tomó asiento en el punto más alto de la caverna, tomó asiento y observó el paisaje bajo suyo.

Pocas luces iluminaban el poblado que había en su hogar, veía a pequeños puntos blancos unos más pequeños que otros, evidentemente era la gente que seguía de luto.

Él también vestía de blanco, un hanfu de cola poco larga y parte delantera corta. Pantalones como la nieve y abrigo de piel blanca sobre sus hombros. Un hermoso fantasma de blanco con dizi de jade en las manos.

Tocó el dizi de bambú, jade y miel, mientras escuchaba la voz del caído.

Eli Shane había llegado a las Cavernas del Este nuevamente, después de tanto tiempo, para visitar a su amigo. Pero una emboscada terminó con la infinita bondad y alegría del adolescente.

Habían personas que seguían negándose al nuevo régimen y estilo de vida. Tomaron venganza, contra uno de los mejores compañeros del Campeón del Este.

Tanto el Este como el Oeste, compartieron la pérdida de tal joven lleno de vida.

No había que mencionar el dolor de los más cercanos al Shane, no había que mencionar la alegría de los miserables que lo tenían de enemigo.

No había lugar a mención alguna, sólo los gestos, llantos y tristezas eran más que suficientes para demostrar el dolor.

Las hojas giran en el viento, mientras el pasado cálido y ardiente se va como el humo al terminar la vida.

La caverna era tan hermosa como siempre, pero se veía diferente esa noche y seguramente las siguientes cien. Quizás en los próximos tres años.

La amistad se separó tan rápidamente al saber que Eli fue al Este, sólo para saludar a la muerte e irse con ella.

Los miembros restantes del equipo no pudieron controlar el dolor, a lo que llenos de impotencia se separaron del Campeón del Este.

Junjie no quiso entrometer a Eli en los problemas actuales de su hogar. Pero sucedió involuntariamente.

Debería sentir odio.

Odio por quienes le quitaron la vida a su camarada. Odio por él mismo al no ser lo suficientemente fuerte. Odio por no salvar a Eli.

Pero su corazón y alma aún siguen del color de la nieve pura.

Es cierto que nadie quiere verse afectado por la deuda de gratitud y venganza. Pero, ¿Quién puede evitarlo? Si desde un principio el mal se dió, provocando lo que ahora es el presente.

El dizi emitía una melodía tan desgarradora, que las flores alrededor de Junjie se marchitaban por tristeza.

Una brisa fresca se va, como la prosperidad del mundo.

— la noche es muy hermosa, ¿Verdad?

Y aunque él ya no esté ahí, su voz se podía oír.

Ahora, Junjie viviría incapaz de enfrentar el mundo, incapaz de odiar.

Incapaz de amar. Pues Eli se llevó todo el amor que Junjie tenía albergado en su corazón angustiado.

Se lo llevó, sin haber un hilo que les atara los meñiques.

— Junjie, por favor, respóndeme, ¿Crees que la noche es hermosa?

Junjie dejó de tocar el dizi, bajó sus manos que lo sostenían y notó humedad en sus mejillas.

No lloró cuando Eli dejó de respirar,

No lloró cuando los médicos e incluso del Clan Sombra dijeron que iba a descansar.

No lloró cuando vio a Eli en aquel ataúd.

No lloró en el entierro dado hace unas horas.

Ahora lloraba en silencio, al entender que nunca podría responder lo que Eli le preguntó minutos antes de la emboscada de hace dos noches.

No podría responderle en vida.

Pasó sus helados dedos por sus mejillas, limpiándose las calientes lágrimas de sus ardientes mejillas.

— la noche es muy hermosa, Eli.

En cuanto respondió a la confesión dada hace noches. Alguien le besó los labios para después irse para siempre.

Fin.