Centro De Reuniones Stidda
Vittoria, Sicilia
El GPS muestra que estamos a veinte metros de la casa central, el área está protegida por hombres armados hasta los las orejas y ni hablar de los canes entrenados para destrozar cualquier amenaza. El olor a mar aromatiza la masacre inminente mientras camino junto a Adriano y los muchachos rodean el área, el sonido de las hojas siendo pisadas es un detónate de mis nervios, todo está oscuro y demasiado silencioso, respiro hondo y ordeno que rodeen el área justo antes de recibir la información de nuestros infiltrados.
—Se han puesto en marcha, parece ser que ya vienen los socios —aviso a Adriano el cual asiento y segundos después se aleja en busca de su posición.
Me mantengo contra un árbol con la mirada fija en los vigías de las torres, logro notar las armas de largo alcance que llevan y demando que se acerquen más cuando Adriano avisa que los socios han entrado. Nos movemos en sincronía, una que facilita que disparemos al tiempo los ganchos que se aferran al muro y soy rápida a la hora de aferrarme a la soga que me ayuda a escalar, el traje ceñido al cuerpo evita que el frio me paralice y mis botas ayudan con la escalada. Antes de llegar a la cima de la torre tomo mi arma y soy rápida a la hora de lanzarme dentro donde tapo la boca del sujeto antes de atravesarle la cabeza con una bala.
Mi respiración está acelerada y espero la confirmación de las otras torres que me permite dar la orden para que los de mas sigan, de inmediato veo como varios ganchos perforan el concreto y me lanzo para caer en el césped, maldigo por el golpe, pero corro de inmediato seguida de los dos grupos que me respaldan y Adriano me avisa que va por la parte de atrás.
Somos rápidos a la hora de derribar a los que protegen la entrada y derribamos la puerta antes de comenzar la silenciosa masacre que deja el pasillo lleno de sangre. Sigo las indicaciones que me da Cecilio desde la radio para poder encontrar la caja eléctrica la cual destruyo cubriendo la edificación en una densa oscuridad que mitigo con las gafas de visión nocturna.
—El primer piso está despejado —avisa Adriano y doy la orden de subir.
Escuchamos pasos apresurados y voces desesperadas en el piso de arriba, señalo que despejen este piso mientras yo me voy al tercero. En las escaleras me cruzo a un par a los que termino cortándole el cuello antes de seguir, solo hay un pasillo y me apresuro a revisar hasta toparme con cinco hombres que me dan la pelea en medio de balas la cual termino ganando y ordeno que sigan al último piso, pero escucho un grito que me hace devolver, veo a Adriano subir y yo entro de nuevo a la habitación la cual reviso hasta encontrarme con un hombre traje.
Lo primero que hace es mandarme un golpe que esquivo y tuerzo su mano mandándolo al suelo donde se remueve hasta que logra liberarse y atinarme una patada en las costillas, maldigo y me voy contra él atinándole un par de golpes en el rostro que lo ponen a sangrar, saco mi navaja y lo pongo contra la pared, pero él es rápido a l hora de rodar y mandarme un golpe o eso creo hasta que percibo el ardor en mi brazo y poco después la sangre comienza a salir.
Veo su daga y la ira me toma antes de irme de nuevo contra él golpeándolo hasta el cansancio cuando deja la daga que tomo guardándomela en el pantalón y estoy a punto de matarlo cuando escucho una explosión arriba que hace temblar el lugar y me levanto tomando al hombre casi inconsciente por el cuello y lo arrastro. Si estaba tan bien protegido debe ser importante. Me cruzo con un grupo y ordeno que se lo lleven antes de ir comunicarme con Adriano el cual no responde. Ruedo los ojos y bajo al primer piso donde me avisan que no ha salido.
—La explosión, ¿Por qué fue? —pregunto y nadie responde.
Me enrumbo a las escaleras justo cuando Adriano salta de ella haciéndome retroceder y me manda al suelo al tiempo que el piso de arriba tiembla por otra explosión.
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SICARIA [Codicia #1]✔️
AcciónLas traiciones son mortales cuando de la mafia se habla, un mundo lleno de maldad y muerte que te consume a penas tocas su puerta. Sin necesidad de más, tu vida puede convertirse en un paraíso lleno de lujos o un infierno ardiente que te llena de te...