HERO.-Jimsu.

♦Capítulo dos♦

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–¿Lo ves? Te dije que no te dejaría plantado.– Sonrió con orgullo apenas su amigo notó su presencia detrás de él.

–Por poco lo haces, empecé a dudar si debía irme o no.– Respondió, haciendo reír al contrario en voz baja.

Así como lo prometió, Yoongi se había encontrado con Jungkook en el centro comercial que acordaron, tal vez una hora más tarde, pero seguía funcionando. Habría llegado quince minutos antes de no haber perdido el autobús, no era su culpa que el amargado que lo estuviera conduciendo no tuvo la decencia de esperar más de cinco segundos en la parada. 

–Lo sé, lo siento.– El mayor hizo una mueca algo avergonzada, encogido de hombros.– Me dormí tarde y al parecer estaba tan cansado que no escuché la alarma.– Llevo una de sus pálidas manos a su rostro para frotar un poco su ojo izquierdo, un hábito que solía tener cuando mentía, pero era lo suficientemente sutil como para que nadie lo notara.– También tuve algunos problemas con el autobús.– 

–Excusas.– Jungkook volvió a molestarlo con un pequeño empujón amistoso en su hombro.– No nos vemos hace meses, Yoon. Debiste archivarlo como algo importante.– Habló en un tono exageradamente ofendido, sin ninguna intención más que bromear. Pero a juzgar por la expresión apenada de Yoongi, parecía estar tomándolo en serio.

No pudo evitar sentirse culpable. Su amigo y él solían verse más seguido, pero luego de tomar la decisión de mudarse solo y como consecuencia trabajar y estudiar al mismo tiempo, le fue más difícil encontrar tiempo para salir. 

– Estoy bromeando, idiota.– Rió, rodeando sus hombros con su brazo para sacudirlo ligeramente.– Ya hice los pedidos para aprovechar el tiempo.–

–Oh, claro.– La sonrisa volvió a sus labios. Así como era el único en muchas otras cosas respecto a él, Jungkook era uno de los pocos que lograba hacer sonreír genuinamente a Yoongi, mostrando sus dientes y un poco de sus encías. Solía decirle que tenía sonrisa de gomita, nunca entendió el porqué. 

Habían quedado en encontrarse en el café de Starbucks que se encontraba en el principio del centro comercial, para luego simplemente pasearse por allí hasta que alguna idea surja para pasar el rato. 

Y así fue. Merodearon durante un tiempo por el primer piso del edificio hablando de temas triviales o algunos recuerdos. También pasaron por el segundo y el tercero, hasta que tomaron conciencia de que no tenía sentido seguir dando vueltas y decidieron ir a la azotea para charlar allí.

Ambos se encontraban apoyados en el barandal de acero al lado de una pequeña mesa redonda con dos asientos pegados al suelo. Podían verse las calles pobladas de Seúl y una tenue niebla en el cielo, producto de la contaminación.

Yoongi tenía ambos brazos colgando sobre la barandilla, aún sosteniendo su frappuccino de caramelo a medio beber mientras Jungkook ahora se sentaba en una de las sillas al lado de la mesa. Se sentía conmovido y nostálgico saber que su amigo aún recordaba su bebida favorita luego de tanto tiempo sin ir a algún café con él. 

–Fuera de eso, ¿Cómo estás tú?– Jungkook preguntó de manera más personal, jugando un poco con su envase vacío.– ¿Estás saludable? Te veo más delgado de lo normal.– Yoongi puso los ojos en blanco. 

–El comentario más original que me han dicho.– Rió bajo.– Sí, sabes que es difícil engordar para mí aunque lo intente, además estoy haciendo más ejercicio, debe ser por eso.– Levantó sus hombros con despreocupación, sorbiendo un poco más del frappuccino por el sorbete. 

–Me da igual si te enojas, espero que estés comiendo bien.– Lo amenazó apuntándole con su envase transparente como si fuera una navaja. 

–Lo estoy, no me vayas a sacar un ojo.– Exhaló en una risa.– ¿Cómo está todo con SeokJin?–