금요일

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Ahí iba Jungkook, caminando por los pasillos de la secundaria con sus amigos, atrayendo la mirada de casi todos los que pasaban por allí.

Diecinueve años, cabello negro, alto, con tatuajes y piercings, cuerpo ejercitado, usaba ropa oscura (y a veces algo holgada) pero con mucho estilo.

El chico más deseado de la secundaria.

Sin embargo, lamentablemente para los demás, tenía pareja desde hace ya un año y diez meses, y ese era el mismísimo Park Jimin.

Un año menor que el pelinegro, rubio, ojos cafés, con varios piercings y tatuajes, algunas pecas, labios gruesos y hermosos, era delgado pero con un gran trasero y curvas que muchas personas envidiaban.

En pocas palabras, un ángel caído del cielo.

-¿Quieren venir a mi casa y ordenar una pizza?- pregunta Namjoon a sus amigos -Es viernes, y por fin terminaron los exámenes.

-Por supuesto que sí ¿Verdad, JK?- dice Taehyung, esperando una respuesta afirmativa por parte de Jeon.

-Lo siento, hoy no puedo. Jimin vendrá a casa y...

-Y estaremos muy ocupados follando- le interrumpe Taehyung con un tono burlesco y lo empuja ligeramente con su hombro.

-Puede que sí, pero mis padres estarán en casa así que lo dudo. De todas formas, quiero pasar tiempo con él. Como estábamos en época de exámenes, no pudimos vernos en otro lugar que no sea la secundaria.

-Lo entiendo, Jungkook- dice Namjoon -No te preocupes, la próxima quizás puedas venir- sonrió, dejando a la vista sus lindos hoyuelos.

-Okay, entonces mientras tú te follas al culón, Nam y yo estaremos jugando videojuegos y comiendo pizza. Suena bien ¡Andando, Nam! ¡La consola nos espera!- dicta el peliazul.

-¡Suerte con tu novio, Kook!- grita el de pelo castaño mientras trata de alcanzar a Tae.

Jungkook solo se reía por las idioteces que decían sus amigos, hasta que ve a cierto rubio caminando hacia él.

Llevaba una camiseta blanca, un poco metida en sus pantalones negros ajustados, un cinturón y zapatos negros.

Su cabello y aretes se movían ligeramente con cada paso que daba. Su forma de caminar era tan sensual que a más de uno dejaba hipnotizado.

-Hola, Kookie- dice con una coqueta sonrisa cuando finalmente llega al pelinegro y le rodea el cuello con sus brazos.

-Hola, Nene- sonríe Jungkook, coloca sus manos en la cintura de su novio y lo atrae hacia él para besarlo castamente.

-Te extrañé mucho, Jungkookie- expresó luego del beso, con un puchero demasiado tierno, según Jungkook.

-Yo también te extrañé, Bebé. Pero ahora ya podemos vernos así que ¿Vamos?- contesta el pelinegro, a lo que el otro chico asiente, y con las manos entrelazadas se dirigen a la salida del establecimiento.

[💗]

-Bueno, aquí estamos- dice Jungkook mientras bajaban del auto y caminaban hacia la entrada de la casa.

-¿Están tus padres?- pregunta Jimin.

-De hecho sí, hoy salieron temprano del trabajo-le responde algo tímido, antes de abrir la puerta.

Ambos se adentran al interior de la casa, y al hacerlo ven a los padres de Jungkook mirando televisión en la sala de estar.
La primera en darse cuenta de sus presencias es la mujer.

Viernes - 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora